ACTUALIDAD DIOCESANA

05/12/2017

Santi Casanova: “La Iglesia, para evangelizar, debe hablar el lenguaje de los hombres y mujeres del s.XXI”

‘Rey de redes. Vivencia del Reino en las Redes’, es el título del taller formativo sobre evangelización en las redes sociales que se va a celebrar los días 12 y 14 de diciembre en la Casa de la Iglesia,  promovido por el Servicio diocesano de Comunicación Social de la Diócesis de Salamanca. El taller será impartido por Santiago Casanova Miralles, laico escolapio y experto digital. Le entrevistamos para conocer su opinión sobre el papel evangelizador de las redes sociales.

Santiago, ¿es concebible hoy la evangelización sin la utilización de las Redes Sociales?
Bueno, la pregunta se puede tomar de muchas maneras. Cuesta aceptar que no se pueda evangelizar sin redes sociales pero la Iglesia siempre ha entendido, a lo largo de la historia, que debía ir y estar en los lugares donde están los hombres y mujeres de cada tiempo. Desde este punto de vista, creo que la Iglesia hoy debe estar en las redes para anunciar la Buena Noticia de Jesús Resucitado y debe hablar el mismo lenguaje que los hombres y mujeres de este siglo XXI. Cualquier medio que permite comunicarnos es un don de Dios. Ojalá sepamos “multiplicarlo”.

No es lo mismo “estar” en las Redes que evangelizar desde ellas. ¿Cómo se puede evangelizar desde un ordenador, un móvil o una tablet?
Las redes no son una herramienta sino más bien un lugar, un ambiente, donde las personas están, se relacionan, comparten… Por eso, lo primero para evangelizar en las redes y desde ellas es estar en ellas. Pero efectivamente no llega con estar sino que hay que estar dispuesto a salir hacia el otro, hacia el prójimo que ahí también encontramos. Hay que estar dispuesto a compartirse en la red, a abrirse, a escuchar a los demás, a atender sus heridas como el buen samaritano, a testimoniar una vida cristiana… Ojalá nuestra vida evangelizara sin mucho más… Eso sería lo ideal también en la red: que quien nos siguiera, que quien se relacionara con nosotros, descubriera una manera de estar, de ser y de relacionarse que le lleve a Cristo.

«Hay que estar dispuesto a compartirse en la red, a abrirse, a escuchar a los demás, a atender sus heridas como el buen samaritano, a testimoniar una vida cristiana».

 

¿Crees que las distintas instituciones de la Iglesia están haciendo buen uso de estos Medios de Comunicación y de evangelización? ¿Hemos llegado a tiempo?
Hay de todo. Creo que hay mucha más visión en este sentido en Roma, donde se lleva trabajando y bien desde hace tiempo, que en las propias diócesis o que en muchas instituciones. Hay mucha gente en la Iglesia que no acaba de creer que esto sea tan importante. Ya no sólo las redes, la comunicación en general la minusvaloramos bastante en un tiempo donde la comunicación es vital. Además, la comunicación es parte esencial de la Iglesia: existimos para la misión, para comunicar el Evangelio.
Hay quien piensa que esto pasará, que es una moda. Mientras lo que va pasando es el tiempo y la oportunidad de hacer cosas. Pero bueno… es verdad que muchos se han puesto las pilas y hay verdaderas maravillas en la comunicación en las redes a nivel eclesial. Tal vez lo que se echa más a faltar es un plan. Seguimos lanzándonos a las cosas, muchas veces, sin una idea de qué queremos conseguir, qué queremos hacer, quién lo va hacer y cómo… y no hay nada más triste hoy que una web o un perfil en redes sociales sin vida.
Yo animaría a dejar el miedo a un lado y a considerar las redes como parte de la misión, dedicándoles los tiempos y recursos que necesiten.

Existen también muchos prejuicios en este campo. ¿Hay que temer a las Redes Sociales, a caer en su “red”?
Creo que hay miedo en mucha gente, sí. No se ha hecho buena pedagogía de la red, tal vez por desconocimiento. Es innegable que la red tiene sus riesgos, sus peligros. Como casi todo en la vida. Pero tiene mucho de oportunidad. Como hemos hecho más hincapié en lo primero que en lo segundo pues el resultado es cierta desconfianza, temor. No debe paralizarnos. Lo que debemos hacer es aprender, conocer, formarnos para hacer un buen uso y potenciar el bien minimizando el mal. No es muy diferente que cualquier otro ámbito, creo. Hay también, un mal muy extendido: me pilla mayor. Creo que es un error. Las personas adultas e incluso las ya ancianas podrían encontrar en las redes un lugar privilegiado para compartir toda la riqueza de una viva vivida con intensidad.

Por otro lado, ¿cuáles son sus límites?
En toda acción humana hay límites. También en la red. Es bueno que los haya. Y aquí hay quién los respeta y quién los traspasa. El respeto mutuo, la buena educación, el respeto a la intimidad ajena, etc. son límites normales en cualquier relación humana. Hay que tener cuidado con compartir datos o imágenes de otras personas, etiquetar a otros, utilizar anonimato para opinar, crear perfiles falsos, contribuir a la viralidad de los bulos… No sé… No es fácil pero se puede siendo prudente y centrándote en estar de una manera determinada en la red.

«Me gustaría que este encuentro marcara un antes y un después en la vivencia del Reino en las redes en la diócesis».

 

¿En qué va a consistir el taller “Rey de Redes. Vivencia del Reino en las Redes Sociales”?
Lo primero que quiero decir es que es una apuesta que me llena de alegría. Puede hacer mucho bien a la diócesis generar “lío” y también “comunidad” en torno a las redes sociales. Tenemos cuatro horas en las que intentaremos aprender, profundizar, divertirnos y sacar conclusiones juntos.
Creo que el título es muy significativo porque deja ya entrever que lo que vamos a hacer no es un mero taller técnico que cubre herramientas, trucos, etc. de los aspectos más meramente informáticos o tecnológicos sino que, aunque eso también lo afrontaremos, la idea es trabajar juntos desde nuestra propia experiencia para descubrir cómo vivir el Reino también en las redes: estilo, la propia imagen, la manera de relacionarnos, dar voz a los que no la tienen, oportunidades evangelizadoras que nos ofrecen…
Tendremos una visión general de las redes, de su importancia hoy, de lo que nos va diciendo la Iglesia; luego conoceremos un poquito más de algunos aspectos de Facebook, de Twitter, de Instagram, de Whatsapp, sus lenguajes propios, algunas buenas prácticas que ya existen… por ahí irá el asunto…

¿A quién va dirigido?
A todos a los que este tema les suscite interés. A todos los que ya están en ello. A cualquiera que tenga un perfil en alguna red social y quiera saber si puede sacar algún bien de ello y ponerlo al servicio. A los que lleven los perfiles de parroquias, de entidades, de agrupaciones, de cofradías… Es importante tener un poquito de idea.
En el taller no vamos a enseñar cómo crear un perfil ni qué es google ni cómo se configura un teléfono. Pero todos serán bienvenidos. Va dirigido a todo el que esté dispuesto a recibir… y a dar. Me gustaría que este encuentro marcara un antes y un después en la vivencia del Reino en las redes en la diócesis. A ver si lo conseguimos.

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