ACTUALIDAD DIOCESANA

16/01/2019

Cuando la ciencia mejora a la sociedad

El martes 15 de enero el aula magna del convento San Esteban de Salamanca, tuvo lugar otra sesión de las Conversaciones de San Esteban, a cargo del Dr. José Ramón Alonso, catedrático de biología molecular, con el título “El cerebro y el futuro del ser humano: Sueños y pesadillas”. El 22 de enero, el tema que ocupara el diálogo será ’El uso de los Big Data en salud: temor o esperanza’, y será abordado por el catedrático Jesús María Hernández Rivas.

Desde el primer momento de la charla el conferenciante expresó que se sentía en casa; en sus tiempos de estudiante, por ejemplo, solía venir a la biblioteca del convento, disfrutando del arte del convento y del clima de estudio del mismo, por eso que su charla la enfocó como un diálogo entre amigos y compañeros, en plan divulgativo, alejándose de consideraciones demasiado técnicas y eruditas. De las primeras frases, para enmarcar la conferencia, fue una de Carl Sagan: “vivimos en una sociedad dependiente de la ciencia, pero casi nadie entiende cómo funciona”, es decir, la ciencia está con nosotros y es necesario de parte de la comunidad científica acercarla a la sociedad y que ésta, a su vez, la conozca. El conferenciante habló de los grandes hitos científicos de la humanidad, que han mejorado la vida de los seres humanos, mostrando que detrás de cada logro han habido personas de carne y hueso que han dado lo mejor de sí para poder descubrir, ya sean fármacos, utensilios o técnicas, que mejoren la vida de las personas; tristemente muchos de ellos han sido olvidados y ni siquiera reconocidos (mostró una encuesta, vía twitter, por número de seguidores,  dónde se ve claramente cuáles son los grandes “ídolos” de la sociedad actualmente, ninguno de ellos es un científico, y no aparece la ciencia). Una de las partes más provocadoras, y que siempre da que pensar, es cuando se llega al cerebro, en este caso, habló de la Neurociencia, haciéndole una serie de preguntas abiertas: ¿podremos comprender si existe el libre albedrío, cómo amamos o por qué existen personas que tienen una sensibilidad religiosa y otras no, entre otras preguntas? Ciertamente, fue una gran charla, de un científico muy ameno y claro a la hora de explicar y, sobre todo, de acercar los grandes temas de la ciencia a la gente en general, dejando preguntas, caminos abiertos, a la reflexión humanista y teológica.

San Esteban Comunicación

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