ACTUALIDAD DIOCESANA

09/02/2018

#Historias nº 7, por Santi Casanova

Jorge Zúñiga es salmantino. A sus 27 años trabaja en la ciudad en el área laboral de una asesoría y, además, es miembro del Grupo Joven de la Hermandad del Silencio. Nos pusimos en contacto vía whatsapp y, sin conocernos, agradecí su talante y su inmediata disponibilidad a poner su voz en esta humilde sección de nuestra querida revista diocesana. Acepta responder unas preguntas y compartir sus impresiones sobre muchos aspectos de la vida actual. ¡Qué bueno es escuchar al otro y aprender de lo que tiene que decir!

Jorge, no sé si ves el Telediario o estás al tanto de la actualidad. ¿Qué es lo que te preocupa más de lo que sucede a tu alrededor actualmente?
La verdad que tengo poco tiempo para ver televisión, aprovecho los huecos que tengo en el día para intentar hacer algo de deporte y disfrutar de la gente que tengo alrededor. Tampoco considero que ver la televisión nos ayude hoy en día a estar mejor informado o peor, creo que hay muchas formas de enterarse de las cosas.
Me toca muy cerca el tema de los desahucios ya que mis padres están participando muy activamente en la Plataforma STOP Desahucios de Salamanca, y la verdad que creo que no sale a la luz la verdadera problemática que hay en este tema. Os invitaría a acudir a alguna asamblea.
Por otro lado, también creo que representa un problema el respeto y la educación de las personas. Creo que a veces nos excedemos a la hora de dar nuestra opinión porque estamos radicalizados y polarizados, y no aceptamos una visión o una situación que sea diferente a la nuestra. Esto lleva muchas veces a problemas personales que son difíciles de resolver.
Otras cuestiones también me preocupan como el desempleo juvenil, ya que hay gente a mi alrededor que considero muy preparada, pero no tienen suerte de encontrar un puesto de trabajo acorde a sus aptitudes, y otras personas ni siquiera encuentran una oportunidad para incorporarse al mundo laboral.
Por último, tengo que hacer mención a la creciente desigualdad social que se vive en nuestro tiempo.


Sintonizo con mucho de lo que dices… Muchos tenemos depositadas esperanzas en los jóvenes que venís por detrás. ¿Qué crees que aportas tú ya hoy al mundo? ¿Y tú generación? ¿En qué va a poder hacer mejor a la sociedad en la que vivimos?
Me encantaría que esta afirmación fuera cierta, ya que considero que los jóvenes traemos aire nuevo y ganas de trabajar. Pero es muy frustrante que intentes desarrollar una idea y que te cierren puertas. Sé que hay mucha gente que nos acoge con los brazos abiertos, pero a la hora de la verdad los que están por encima nuestro no nos ayudan a dar un paso al frente.
Yo hoy puedo ofrecer mis ganas de trabajar y mi capacidad de aprender a aquellos que me quieran enseñar, pero también me gustaría que este aprendizaje fuera por las dos partes. Deberíamos aprender todos de todos. De vez en cuando, surgen ideas como la que llevan planteando dos años un grupo de jóvenes de diferentes cofradías y hermandades de Salamanca, que en general son los responsables de los Grupos Jóvenes. En esta actividad yo veo la capacidad de trabajo de la gente, las ganas por agradar a los pequeños. En definitiva, veo la capacidad de la gente y las ganas por aportar cosas nuevas, que ojalá se contagiaran a los mayores.
Realmente necesitamos que de verdad se confíe en nosotros para poder dar un paso adelante. A lo mejor es un paso hacia atrás, pero creo que si la juventud se sintiera arropada y con confianza podríamos trasladar nuestras ganas y conocimientos a los más pequeños. También hay que ser consciente y hacer autocrítica, ya que en muchas ocasiones no somos capaces de tocar la tecla adecuada para mantener un nivel de juventud suficiente en nuestra hermandad, pero hay que seguir intentándolo. En mi caso, hasta que no tuve 25 años no supe realmente lo que era trabajar con el Grupo Joven de la Hermandad del Silencio, desde entonces me encanta participar en todo lo que puedo. Nunca se sabe cuándo vas a poder enganchar a alguien en las actividades de la Hermandad.
Creo que lo que deberíamos aportar los jóvenes a la sociedad es alegría. Sabemos que por lo general estamos suficientemente capacitados para hacer cualquier tarea que nos propongamos. Pero realmente lo que hace falta hoy en día en la sociedad es alegría, como he dicho antes la sociedad está demasiado radicalizada y polarizada, nosotros deberíamos ser capaces de escuchar, y también ser capaces de transmitir nuestro punto de vista intentando ser positivos. Esta claro, que en ocasiones se complica la cosa, ya que no siempre recibimos buenas palabras.

¿Has pensado alguna vez en tu futuro? ¿Cómo te imaginas dentro de 25 años?
Esta pregunta es una odisea para mi ahora mismo, solo tengo 27 años, y tal y como están las cosas actualmente me conformaría con estar como estoy ahora mismo. Acompañado por la gente que me rodea y con un trabajo.

Eres joven y cofrade. ¿Por qué una Cofradía? ¿Qué te aporta? ¿No crees que es algo de otra época?
Mis primeros recuerdos de la Hermandad y de la Semana Santa en general los relaciono con mi padre y con mi hermano. Mi primer recuerdo es bajar con mi padre a ver a la Hermandad Dominicana a las cinco de la mañana y ver a la Virgen de la Esperanza subir por Palominos. El otro recuerdo imborrable, gracias a mi hermano, es ver la capacidad de esfuerzo y sacrificio que hacían todos los componentes de la Hermandad del Silencio al bajar por la escalera de la Parroquia de Jesús Obrero. La verdad que cuando lo ves desde fuera es muy emotivo ver bajar los pasos por la escalera, pero cuando estás dentro de la hermandad, valoras también la dificultad que tienen los hermanos de fila para bajar unas escaleras tan empinadas y tan estrechas, además que con el capuchón no tienes mucha visibilidad de donde apoyas el pie, añadiendo la dificultad de si llevas algún tipo de enser.
Hoy en día tengo la gran suerte de poder desfilar junto a mis hermanos, y poder vivir lo emocionante que es todo lo que he descrito, además de todos los sentimientos y pensamientos que tengo durante las cinco horas de recorrido que hacemos.
Para mí la Hermandad del Silencio me ha dado mucho más de lo que le pueda dar yo a ella, y espero estar a la altura de mi Hermandad. Me ha aportado casi una familia, en la que te puedes apoyar en los malos momentos y con los que celebrar los buenos. Hoy día me sigue aportando aprendizajes, este año he entrado en la Junta de la Hermandad y creo que es un buen camino para poder seguir creciendo dentro de ella. Dentro de esta familia está una de las personas más importantes para mí.
Por último, también me ha aportado a la Virgen del Silencio, la imagen de la madre de Jesús, para mí la iniciadora de toda mi espiritualidad, la que sufrió en silencio al ver a su hijo entregado por todos nosotros. Cuantas madres de hoy día pasan por eso mismo, con la misma impotencia que tuvo ella, sin poder hacer nada… Desde aquí gracias a todas las madres, que en mayor o menor medida intentan dar lo máximo por sus hijos.

No es fácil vivir la fe públicamente en los tiempos que corren. ¿Tú cómo lo llevas? ¿Qué compartes y qué no, con tus amigos, compañeros…?
Yo por lo general lo llevo de una forma bastante abierta, desde que entré en la Hermandad del Silencio no he escondido nunca mi participación en ella. Todos mis amigos saben lo que me gusta, con unos comparto mi afición al deporte, con otros los estudios y con otros mi fe. La verdad que es cierto que unos se relacionen con los otros es raro, por los temas de conversación. Pero en general, cuando han coincidido dos grupos no me ha dado la impresión de que nadie se aburriera. Con respeto siempre se pueden poner en común puntos de vista diferentes.

¿Y a la Iglesia cómo la ves?
Desde mi punto de vista, la Iglesia es ahora mismo un punto de reunión para mí. Gracias a ella he encontrado una segunda familia, como he dicho anteriormente. También tengo la suerte de tener a un gran párroco al frente de la Parroquia de Jesús Obrero, Jorge siempre está dispuesto a escucharte y rara vez no te recibe con una sonrisa. Ahora mismo veo la Iglesia como Jorge, abierta a propuestas y a diferentes puntos de vista. Por ejemplo, el año pasado desde el Grupo Joven de la Hermandad le propusimos la realización de un Vía Crucis durante la cuaresma, el confió en nosotros para que lo redactásemos y organizásemos dentro de la Parroquia. Ahora está en nuestras manos ser capaces de continuar con estas actividades y crecer como grupo, o acomodarnos. Hay muchos mas ejemplos que podamos comentar, como son las actividades que organizan desde la Coordinadora Diocesana de Cofradías y Hermandades. Yo siempre que puedo asistir al Lunes Cofrade asisto, ya que por lo general se tratan temas curiosos y que aportan información que la mayoría desconocemos. Me gustaría desde estas líneas invitar a la gente cofrade y no cofrade a que asista, siempre se aprende algo nuevo.
También me gustaría hacer una crítica desde aquí al mundo cofrade. Por lo general, solemos pedir actividades para hacer. Pero cuando nos proponen estas cosas como el Lunes Cofrade, insisto interesantes, me gustaría que asistiera más gente, aunque solo fuera para conocer cómo se desarrollan. Seguro que les encantaría y repetirían.

¿Tú te sientes protagonista en la Iglesia? ¿Qué le das a la Iglesia y qué te da ella a ti?
Ahora mismo que estoy más involucrado que hace unos años, sí que me siento más protagonista. Hace poco tiempo me hicieron pensar en si sería adecuado confirmarme y la iglesia ha sido capaz de crear un grupo de adultos para este fin. La verdad que la iglesia no te cierra las puertas si llevas una buena intención.
Yo me relaciono con la Iglesia a través de la Hermandad del Silencio, ahora mismo yo le puedo ofrecer mis ganas de aprender y mi capacidad de trabajar. Ojalá que la gente que me rodea vea muchas cosas más que puedo aportar a la Iglesia. Además de lo ya mencionado en las anteriores líneas, me ha aportado un punto diferente de ver las cosas, con más respeto, con cierta cautela.

Termino una vez más con la sensación de que hay mucho que escuchar porque nuestros jóvenes tienen mucho que decir. Hay muchos que, como Jorge, viven su fe dentro de la Iglesia y tienen capacidad para asumir más tarea y más misión, más voz y más compromiso. Cierro esta entrevista con buen sabor de boca. Seguimos.

Un abrazo fraterno,

Santi Casanova Miralles. Laico Escolapio

@scasanovam

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