ACTUALIDAD DIOCESANA

15 Miembros de la Legión de María de la diócesis brasileña de Aracaju han llevado a cabo unas jornadas de evangelización en Salamanca del 1 al 13 de noviembre.

Anunciar el evangelio a todas las personas, imitando a la Virgen y trabajando en unión con ella para que el mundo siga a Cristo, es la misión esencial de la Legión de María. Una asociación internacional de laicos católicos que cuenta con más de 13 millones de miembros en todo el mundo. Fue fundada en 1921 en Irlanda por Frank Duff cuando un grupo de adolescentes reunidos en oración decidieron servir a los enfermos y anunciar la Palabra de Dios. Esta asociación mariana se organiza como las legiones romanas y sus miembros tienen como misión conquistar el mundo a Cristo a través del anuncio del evangelio.

Los legionarios rezan todos los días el Rosario, la Catena -el Magníficat de la Virgen- y la Téssera (hoja con oraciones), leen la Palabra de Dios, se reúnen semanalmente en grupos donde oran, revisan su actividad apostólica y estudian temas formativos para hacer más eficaz su apostolado.

La labor del legionario es “callada, constante y continua, siempre al servicio de las necesidades de la Iglesia”, apunta Manuel Morán, presidente del grupo de la Legión de María en San Juan de Mata. Cada semana tienen un trabajo propio que desarrollan persona a persona, visitando a enfermos y ancianos; acercando a los niños y jóvenes a la Iglesia y a los sacramentos;  acompañando a toxicómanos en sus procesos de rehabilitación e reinserción social,… Aunque la Legión es una asociación internacional está incardinada siempre en la vida diocesana y parroquial donde llevan a cabo su actividad apostólica.

Al menos una vez en la vida cada legionario debe vivir la experiencia de llevar el mensaje de Jesús a otro país, es lo que denominan: peregrinación pro Cristo. Precisamente del 1 al 13 de noviembre un grupo de 15 legionarios llegados de la diócesis brasileña de Aracaju, junto a otros miembros de la legión de Madrid, Badajoz y Salamanca, llevaron a cabo unas jornadas apostólicas en nuestra ciudad, en las parroquias de San Juan de Mata y Jesús Obrero, donde visitaron casa por casa; celebraron la eucaristía en estas comunidades y compartieron momentos de oración y reflexión. También se acercaron hasta el campus universitario para hablar con los jóvenes sobre la fe y la Iglesia y les invitaron a orar en la capilla de las Madres Oblatas.

“La peregrinación pro Cristo que hacemos es siempre un compromiso y un regalo de cada legionario a la Virgen y a Jesús”, afirma el sacerdote brasileño Carlos Santana. “Los jóvenes a los que acompañamos en esta peregrinación están maravillados de poder tener un contacto con la juventud de aquí”. Es el caso de Isabelle do Nascimiento “dejar mi país para llevar a Cristo está siendo muy especial y emocionante. Compartir momentos como la adoración donde jóvenes y adultos se emocionan porque se sienten amados. Para esto vine aquí, para recordar a la gente que son amados, por Cristo, por Nuestra Señora y por la Iglesia”.

Aquí han encontrado una “sociedad más secularizada. Almas que necesitan ser animadas en su fe no arraigada”, señala Santana. “En Brasil la gente es más receptiva y abierta al anuncio. Aquí están acostumbrados a cuestionarse todo a través de la ciencia. Pero la fe hay que experimentarla y vivirla todos los días. Aquí se personaliza todo: ‘este cura, este papa…’ Nosotros creemos en Jesús, es la Verdad, es la Vida, es todo para nosotros, está por encima de todo”, afirma.

“Encontramos a muchos jóvenes que nos dicen no tener fe en nadie. ¿No tienes fe en un buen trabajo, en una familia, en ser feliz? Y nos responden que no tienen esperanza en nada. ¿Cómo vivir sin esperanza, sin sentir algo? Es una vida fría”, comenta sorprendido Eliton Siquerra, un joven arquitecto de 25 años para quien ésta ha sido su primera peregrinación. “Les decimos que Cristo puede ayudarles a  hacer su vida más plena y llena de esperanza. El mundo, la Iglesia necesita mucho a los jóvenes. No queremos que vayan a la iglesia solo porque es cultural, sino porque es un momento especial con Jesucristo, porque es conocido en su corazón, porque es verdad. Si para nosotros es verdadero también puede serlo para ellos”, indica Eliton.

La peregrinación corre a cargo de cada legionario. Durante un año han estado preparándose con clases semanales de español y a nivel espiritual celebrando diariamente la eucaristía y confesándose todos los meses “para estar llenos de la gracia, poder estar próximos a Jesús y tener coraje para afrontar la misión”, como afirma Siquerra. A su regreso compartirán su experiencia en sus comunidades para que comprendan cuál ha sido su misión aquí. “Merece la pena la experiencia. Me llevo mucha fe y esperanza, confío en que Europa será un lugar mejor para los jóvenes donde vivan su fe, porque sin ella no se puede vivir. Rezamos por ello”.

La Legión de María en Salamanca

En Salamanca existen 8 grupos de Legionarios distribuidos en 7 parroquias de la ciudad (María Auxiliadora, Nuestra Señora de Fátima, María Mediadora, Nombre de María, San Juan de Mata (2), San Pablo, y Santa Teresa), con 95 socios activos y 800 socios auxiliares que tienen un compromiso de oración.