ACTUALIDAD DIOCESANA

18/05/2018

“Solo quiero que le miréis a Él”

Nos produce una gran alegría escuchar esta palabra, elegida como lema para celebrar la Jornada Pro Orantibus, tomada de nuestra Madre Santa Teresa de Jesús cuando nos dice a sus monjas: “No os pido más que le miréis” (C 26,3)

Es una súplica, un ardiente deseo para que experimentemos los bienes que se reciben a través de esta mirada de la que ella es verdadero testigo. Se trata de un cruce de miradas, pues Él ya nos estaba mirando porque es el que nos ha amado primero y, como “el mirar de Dios es amar y hacer mercedes” nos dice San Juan de la Cruz, en Santa Teresa se obró un cambio radical de vida al abrir su corazón a esta mirada de Amor. Entonces inició una relación de amistad profunda con Jesucristo, que para ella eso es la oración: “un trato de amistad”.

Nosotras, atraídas un día por la búsqueda de lo absoluto, hallamos en esta palabra de Teresa un camino para encontrarnos con Él si acogíamos el Amor que a todo ser humano nos ofrece. Al darnos cuenta que es lo único que podía cambiar nuestras vidas y disponernos a una entrega para el bien de nuestros hermanos, optamos por el Carmelo. Somos conscientes de nuestro ser en la Iglesia, que nos debemos a la humanidad y, de una manera muy directa y especial, a esta diócesis de Salamanca.

Queremos decir en alta voz que no en vano pasaron por estas tierras salmantinas los dos maestros enamorados de esta Mirada: Teresa y Juan. “Mira que te mira” dice ella. “Pon los ojos solo en Él, dice Juan de la Cruz, y hallarás en Él más de lo que pides y deseas” Nosotras hemos recibido este legado para vivirlo y comunicarlo, por eso os animamos a mirar con los ojos y el corazón a este Señor “que no espera otra cosa sino que nos volvamos a mirarle ¿Pensáis que es poco un tal amigo al lado?” Si lo vivimos, Él hará de todos nosotros unas criaturas nuevas.

Monasterio de San José, en Cabrerizos, un carmelo de acogida

Deseamos también compartiros la situación que se vive en muchos conventos con pocas hermanas, de edad avanzada y enfermas. Nuestra Federación de Castilla-Burgos vio conveniente que uno de nuestros conventos fuera Carmelo de Acogida para recibir a las hermanas que no pueden ser atendidas en sus comunidades. Nuestra comunidad se ofreció para hacer realidad esta iniciativa. Y, a partir de 2004, hemos ido recibiendo hermanas de 13 carmelos, tres de ellos suprimidos, el último el de Ledesma, con gran dolor por parte de todos. No obstante, esta acogida ha enriquecido enormemente nuestra comunidad.

Reconocemos que los tiempos han cambiado, que es la ocasión de madurar viviendo la realidad presente, no con añoranzas del pasado o ilusiones futuras, pues no es el número ni la juventud lo que nos hacer florecer, sino la calidad de vida.

Gracias por vuestra oración y ayuda, seguid pidiendo por nosotras y por cuantos vivimos este carisma de la contemplación para ser expresión y vivencia del Reino como Jesús. Contamos con la ayuda de María, primera contemplativa y Madre nuestra.

Un abrazo de vuestras hermanas del Carmelo de San José de Salamanca en Cabrerizos.

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