03/12/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Se acerca la solemnidad de La Inmaculada Concepción de la Virgen María, que se celebra el 8 de diciembre, y donde se recuerda, en el inicio del Adviento, la pureza de María. La intención de la Iglesia es ayudar a los creyentes “a preparar el corazón para la llegada de Jesús, el Salvador”.
De forma especial, se festejará en la parroquia de La Purísima, en la plaza de las Agustinas de Salamanca, por ser su titular, donde se puede admirar el lienzo de José de Ribera dedicado a La Inmaculada Concepción, y que preside su retablo mayor.
Este templo acogerá la víspera de la fiesta la Vigilia de La Inmaculada, el 7 de diciembre, a las 21:00 horas. Y al día siguiente, el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, presidirá la eucaristía en La Purísima a las 13:30 horas, y a las doce del mediodía, en la Catedral Vieja.
Por otro lado, las religiosas Franciscas Descalzas de Salamanca han convocado una vigilia de oración el 7 de diciembre, a las 20:00 horas, en la iglesia de su Monasterio de la Purísima Concepción, en la calle Ponferrada, 23. Y el día 8 de diciembre, celebrarán la eucaristía de la fiesta a las 11:30 horas.
Al hablar de La Inmaculada, cabe resaltar los actos organizados por la Cofradía de la Vera Cruz, que está conmemorando el 400 aniversario de la talla de La Inmaculada Concepción, de Gregorio Fernández. Con este motivo, desde el pasado 8 de octubre celebran un novenario extraordinario de La Inmaculada, en su capilla de la Vera Cruz. Cada sábado la novena es preparada por un grupo eclesial de la Diócesis de Salamanca.
El novenario será clausurado por el movimiento Fe y Luz y las personas con discapacidad, el próximo sábado, 3 de diciembre, a las doce del mediodía. Además, el día 8 de diciembre, los cofrades de la Vera Cruz celebrarán la fiesta de La Inmaculada con una eucaristía, a las doce del mediodía en su capilla.
La fiesta de la Inmaculada Concepción fue establecida en 1476 por el papa Sixto IV, y se hizo universal en 1708 gracias al papa Clemente XI. Más adelante, Pío IX proclamó el dogma de La Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 1854, en su bula “Ineffabilis Deus”, en la que el pontífice declaraba que por una gracia especial de Dios, María fue preservada de todo pecado desde el mismo instante de su concepción. Dentro de dos años, en 2024, se cumplirá el 170 aniversario de la proclamación de este dogma mariano.
España celebra a La Inmaculada Concepción como patrona y protectora desde el 8 de diciembre de 1644, aunque ya desde la Edad medía existía una devoción popular. Una fiesta que es de carácter nacional y en la que los sacerdotes tienen el privilegio de vestir casulla azul, otorgado por el papa Pío IX en 1864 como agradecimiento a la defensa del dogma de La Inmaculada Concepción que se hizo en España, y como manifestó el 8 de diciembre de 1857 en la inauguración de un monumento a La Inmaculada en la plaza de España en Roma: “Fue España la nación que trabajó más que ninguna otra para que amaneciera el día de la proclamación de La Inmaculada Concepción de María”.