03/08/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN/ ESTORIL
Los jóvenes de la Diócesis de Salamanca que han participado esta mañana en la catequesis del obispo de Barbastro, Mons. Ángel Javier Pérez Pueyo, han grabado en su corazón un lema que ha repetido una y otra vez, con una invitación a ser: “Apóstoles de calle”. El prelado ha compartido con ellos varias claves para lograrlo.
Para este pastor, un ojo radiante, “son signos de que dentro del ama está el Señor”, y utilizó en más de una ocasión, la definición metafórica de, “preñados de Dios”, como una riada “de gracia, alegría y de Dios”. En un lenguaje más coloquial dirigido a los jóvenes, les reconoció, “que se puede ser moderno, guapo y creyente”.
Mons. Ángel Javier Pérez Pueyo es operario diocesano, estudió tres años en Salamanca, entre 1977 y 1980, y en 1985 volvió para ser director del aspirantado de los Operarios, y profesor del Maestro Ávila.
Las animadoras de la catequesis fueron Noemí e Isabel, junto al coro “Volver a Siquem”, de Granada. Junto a Salamanca, acudieron grupos de Palencia, Granada, San Sebastián o Girona, entre otros. Este “rise-up”, como se denominan las catequesis en la JMJ, estaba orientado a hablar de ecología integral, “para ayudarnos con el cuidado de la casa común”.
En su catequesis, el obispo de Barbastro lanzó a los jóvenes una pregunta muy personal: “¿Qué acontecimiento de alguien cercano te ha dejado helado el corazón?”. Y volviendo al evangelio que recoge la JMJ sobre la visitación de María a Isabel, insistió en que en la vida, “hay tantas Isabeles que nos ayudan, porque toda situación de fragilidad se torna para Dios en oportunidad de salvación”.
Además, recordó a los jóvenes que solo quien está lleno de Dios, “es capaz de salir de inmediato a desvelar el misterio”, y de este modo, “descubrir al Dios que llevas dentro”.
De nuevo, les formuló otra pregunta: “¿Para qué crees que Dios te está llamando?, o “¿qué puedo hacer para dejarme invadir por Dios”, a lo que él mismo respondió: “Sé tu mismo, porque la contraseña para conectar con Dios es la cruz“.
Por último, destacó que las personas que Dios pone a tu lado, “son la oportunidad de descubrir que al acabar el día tengas el corazón lleno de nombres“, porque activar el corazón, “es el mejor bazar para un mundo mejor y nuevo”.
Después de la catequesis se celebró la eucaristía, concelebrada por los sacerdotes de Salamanca, y de otros de las diferentes diócesis presentes.
Por la tarde, en el auditorium Senhora da Boa Nova, tuvo lugar el encuentro de algunas diócesis de Castilla y León: Burgos, Valladolid, Palencia, León, Astorga, Segovia, Ciudad Rodrigo y Salamanca, todas ellas con sus respectivos obispos presentes.
En nombre de todos ellos, dirigió unas palabras el arzobispo de Valladolid, Mons. Luis Argüello, quien animó a los jóvenes que se alegraran de pertenecer a la Iglesia. “Y en el centro, una propuesta, Dios nos ama y Jesús ha dado la vida por nosotros”, alentó
Este prelado confirmó que todos juntos, “somos Iglesia del Señor, pongámonos a la escucha”. Y que en la figura de la prima de María, Isabel, “están representadas todas la personas”.
Asimismo, les indicó que se alegraran por ser, “presente y futuro de la Iglesia, un futuro de esperanza, y de amenaza en función de cómo respondamos a la llamada del Señor”. Para concluir, Mons. Luis Argüello reconoció que la esperanza del amor de Dios, “está encarnada en los jóvenes”.
En ese encuentro también dieron su testimonio de fe diferentes jóvenes de las diócesis allí reunidas, entre ellas Salamanca, representadas con Alba y Guiomar, del grupo Jerut de la Pastoral Juvenil de Salamanca.