11/04/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El grupo Atrio de la Delegación de Pastoral Juvenil vivió el pasado 30 de marzo un retiro de Cuaresma en la Casa de la Iglesia. Un total de siete jóvenes, junto a su acompañante, se centraron en la figura del apóstol Pedro, para reconocer en su historia con Jesús, su propio seguimiento. Y plantearse cuestiones como: “¿Cómo fue el camino de seguimiento de Pedro? ¿Cómo es y está siendo el mío?”.
Cada uno tuvo un tiempo de oración personal en algún rincón de la Casa de la Iglesia, donde leían y reflexionaban sobre los tres evangelios que centraron el retiro y que recogían tres momentos clave de la vida del apóstol Pedro. En concreto, a través del Evangelio de Marcos: su llamada junto al lago (Mc 1, 16-20), su confesión y corrección (Mc 8, 27-33), y la experiencia de la transfiguración (Mc 9, 2-7). A través de estos pasajes, los jóvenes reflexionaron sobre cómo Dios llama con ternura, corrige con verdad y se revela en lo alto del monte, iluminando el camino incluso en medio de las dudas o caídas.
El ambiente fue de escucha, interioridad y fraternidad, con momentos de compartir con el grupo las reflexiones y preguntas de cada pasaje del Evangelio. El retiro concluyó con la celebración de la eucaristía en la capilla del Seminario, presidida por el delegado de Pastoral Juvenil, Andrés González Buenadicha, donde dieron gracias por lo vivido y ofrecieron su camino hacia la Pascua.
Una de las jóvenes de Atrio es Elena López, quien reconoce que en momentos así le ayuda a encontrarse con Jesús, “en las personas de mi día a día”, y tener ese momento de encuentro con Él. Otro de los integrantes de este grupo es Adrián Porras, quien destaca que este retiro le ha dado la oportunidad de revivir las experiencias que tuvo Pedro, “y ponerlo en común, en debate, poder compartir la reflexión personal de cada uno en relación a esas escrituras”. Para él en encuentro así, “se ve fortalecida nuestra fe y nuestro compromiso con Jesús”.