27/11/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El pasado sábado, 22 de noviembre, las comunidades parroquiales del Arciprestazgo Santa Teresa en Alba y Guijuelo peregrinaron hasta la Catedral de Salamanca para alcanzar la gracia del Jubileo ordinario “Peregrinos de esperanza”, convocado por el papa Francisco. Con esta convocatoria, en la que participaron 150 fieles, se completaron las peregrinaciones arciprestales que la Diócesis de Salamanca ha vivido a lo largo del Año Santo 2025.
La peregrinación se enmarcaba dentro de la programación arciprestal para este trimestre y había sido animada por los párrocos de las distintas comunidades del arciprestazgo que fueron invitando a los fieles a vivir esta propuesta como una oportunidad para renovar la fe, abrirse a la reconciliación y avivar la esperanza, tal y como sugería el papa Francisco en la bula Spes non confundit. “Fue un aliciente para el arciprestazgo”, señaló el arcipreste Juan Francisco Buitrago, que destacó además “la presencia de tantos laicos implicados en la catequesis, la acción social o la liturgia”.
La jornada comenzó con un ambiente orante ya en los autobuses, donde se rezó la bendición del peregrino y se leyeron algunos textos de la bula de convocatoria del Jubileo. Durante el trayecto hacia Salamanca, los peregrinos fueron ensayando el himno jubilar, que más tarde fue interpretado en la eucaristía por el Coro parroquial de El Encinar.
Al llegar a la ciudad, los grupos se reunieron junto al crucero de Tentenecio y emprendieron juntos el breve ascenso hacia la Puerta del Obispo de la Catedral Nueva, entonando el canto “¡Qué alegría cuando me dijeron!”. El mismo gozo que manifestó el pueblo de Israel al ponerse en camino hacia Jerusalén acompañó a los peregrinos de las comarcas de Alba y Guijuelo en su llegada a la Catedral.
Una vez en el templo, participaron en la celebración penitencial preparada por el Consejo Arciprestal. Para facilitar el examen de conciencia, el sacerdote Blas Rodríguez ofreció una breve reflexión sobre la esperanza que brota de la misericordia de Dios. Y tras experimentar la gracia del perdón, los peregrinos se reunieron en torno al altar para celebrar la eucaristía jubilar, que fue presidida a las 12:00 horas por el arcipreste.
Al término de la misa, el director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil, ofreció una explicación de la Catedral Nueva. Durante veinte minutos presentó una visión de conjunto sobre el templo, sus capillas y su significado espiritual, antes de que los peregrinos recorrieran algunos espacios con más detenimiento.
La jornada concluyó con una comida en la Casa de espiritualidad de los Padres Paúles, en Santa Marta de Tormes, donde se mantuvo el clima de comunión y fraternidad.