17/06/2019
El vicario general de la Diócesis de Salamanca y deán de la Catedral, Florentino Gutiérrez, recordó la importancia de la celebración del Corpus Christi para los cristianos en la presentación de los actos organizados con motivo de esta festividad: “Es una prolongación de la fiesta del Corpus Christi, en el que hay una novedad explícita, que es que el Señor no solo se manifiesta en la eucaristía, dentro del templo, sino que sale a la calle”, e insistió en que se trata de la gran manifestación cristiana “en el que damos fe públicamente de cómo valoramos la eucaristía, que es el cuerpo de Cristo: ‘Quien coma de este pan vivirá y en ello nos va la vida”, remarcó.
Gutiérrez realiza una llamada a todos los fieles, “y a los que han perdido la fe en alguna esquina de la vida, para vivir este acontecimiento”. El programa de actos en torno al Corpus ha sido organizado por el Cabildo de la Catedral, en nombre de toda la Diócesis de Salamanca, con el apoyo de la Coordinadora diocesana de Cofradías, Hermandades y Congregaciones, así como el equipo de ayudantes en la liturgia de la seo.
El representante de la Coordinadora, Álvaro Gómez, relató que teniendo en cuenta la importancia de la celebración del Corpus, con el acto central del día 23, se habían diseñado unos actos previos, “que nos ayudarán a preparar esa celebración tan importante”. La primera cita tendrá lugar este lunes, 17 de junio, con el ‘Lunes Cofrade’ dedicado al Corpus, a las 20:30 horas en la capilla de Santa Catalina de la Catedral Vieja, sobre su importancia a nivel histórico, pastoral y actual, con la intervención de los sacerdotes Policarpo Díaz y Casimiro Muñoz, así como del laico Alberto García Soto.
El martes, 18 de junio, la actividad, de reflexión y protesta, se trasladará al salón de la Biblia de la parroquia de La Purísima, a las 20:30 horas, bajo el título de ‘Los pobres, custodia de Cristo’, a cargo del sacerdote Fructuoso Mangas, consiliario de Manos Unidas de Salamanca. De este modo, como explicaban sus organizadores, “ponemos a los pobres en el centro de la eucaristía”.
El calendario en torno al Corpus continúa el miércoles, 19 de junio, con el III Pregón del Corpus, en la iglesia de San Sebastián, a las 20:30 horas, a cargo del párroco de La Alberca, Alfredo Fernández Giménez, con la intervención musical de la capilla musical de La Expiración.
La programación contará con una parte musical los días 20 y 21, con sendos conciertos. El primero, en la Catedral Vieja a las 20:30 horas ofrecido por la orquesta ‘Corinthuan Chamber’, que interpretarán obras de Elgar, Sibelius o Beethoven. Y el día 21 se celebrará un concierto de órgano y trompetas a cargo de Antonio del Pino, al órgano, y José A. Moreno y Alejandro Gómez, como trompetas.
El sábado 22 de junio se realizará una visita catequética a la Catedral, a las 18:00 horas, que como precisaba Álvaro Gómez, “es un encuentro especial con todas las familias de la Diócesis, como la de los niños de Comunión, con una visita catequética para conocer toda la labor pastoral de los retablos del templo, y hacerlo con las familias”. Ese mismo día, por la noche, se celebrará una vigilia diocesana de Corpus con el traslado de la imagen de Jesús de la Redención en la Institución de la Sagrada Eucaristía a la Catedral Nueva desde la iglesia de San Esteban, a las 20:45 horas. El inicio de la vigilia está previsto para las 22:00 horas, en la Catedral Nueva.
El coordinador de la procesión y uno de los acólitos de la Catedral, José Manuel Casado, enumeró algunas de las novedades de este año. Asimismo, dejó claro que la procesión del Corpus “es la procesión de las procesiones“, y que se trata de una continuación de la eucaristía “que previamente ha habido en la Catedral”. También quiso resaltar que en la procesión del Corpus es el mismo Cristo el que procesiona, y que en la custodia “va el cuerpo de Cristo”.
Entre los cambios que han introducido en la procesión de este año está los cambios en los textos que proclaman a través de la megafonía desde el coro de la Catedral, “que ahora serán más catequéticos”. Como ya es tradicional durante los últimos años, el acompañamiento musical correrá a cargo de la Agrupación Musical del Cristo Yacente.
En esta ocasión, se incorporan durante el recorrido un total de cuatro altares. En concreto estarán ubicados: en el atrio de la Catedral, con la imagen de Jesús de la Redención; en la plaza de San Isidro, a la puerta de la Clerecía, para conmemorar la dedicación de España al Sagrado Corazón de Jesús, que se custodia en la Pontificia y que antes salía en procesión; en la calle de la Rúa, cuyo montaje correrá a cargo de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón por su 75 aniversario, y un último altar, junto a la iglesia de San Sebastián, en la plaza de Anaya, conmemorando el 125 aniversario de la Adoración Nocturna de Salamanca (ANE).
Junto a los altares se instalarán dos alfombras. La primera de ellas, en la plaza de Anaya, que lleva realizando desde el año 1972 la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, y por primera vez se incorpora una nueva que elaborarán hermandades penitenciales y de gloria de forma conjunta en la puerta de la iglesia de San Sebastián.
Otra de las novedades de este año es que en la procesión se reservará un tramo para los niños, y no solo los de primera comunión, sino para todos aquellos que quieran participar. Asimismo, se ha incorporado en el cortejo una bandera de la caridad, donde estarán representadas las organizaciones que trabajan en ese campo dentro de la Iglesia, como Cáritas diocesana o Manos Unidas, entre otras.
Por último, también realizan un llamamiento para que todos los que participen en la procesión porten una vela, bajo la campaña ‘Ilumina al Señor en su caminar’. Y a nivel de sensibilización, se colocarán una serie de murales en algún punto del recorrido con mensajes diferentes que ayuden a reflexionar sobre lo que se está celebrando, tanto la eucaristía como la caridad.
El recorrido es el habitual: Catedral Nueva, Calderón de la Barca, Libreros, plaza de San Isidro, Compañía, Meléndez, plaza del Corrillo, Rúa y plaza de Anaya, para realizar la bendición final desde el atrio de la Catedral Nueva.
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