ACTUALIDAD DIOCESANA

11/04/2023

El obispo de Salamanca nombra a su nuevo equipo de gobierno

Mons. José Luis Retana reestructura el Consejo Episcopal y junto al vicario general incorpora la figura del pro-vicario general y de tres delegados episcopales que serán coordinados por el nuevo vicario de pastoral. Incluye además a un sacerdote de la Delegación diocesana para el Clero y las Vocaciones sacerdotales y a dos mujeres, una religiosa y una laica, que por primera vez en la historia de la Iglesia de Salamanca formarán parte de este órgano asesor. También renueva el equipo de la Delegación diocesana para el Clero.

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

El Obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, ha anunciado este martes, 11 de abril, el nombramiento del nuevo Consejo Episcopal de la Diócesis de Salamanca y de un nuevo equipo para la Delegación diocesana para el Clero y las Vocaciones sacerdotales. Estos nombramientos se producen tras la consulta realizada por el obispo a los presbíteros de la diócesis y “buscando el bien de nuestra Iglesia diocesana”, como destaca.   

En una carta dirigida a los presbíteros en la que da a conocer los nombramientos, el pastor diocesano muestra su gratitud con los sacerdotes que han tenido una responsabilidad diocesana en estos últimos años, “por su dedicación y entrega”. También manifiesta que ha querido incluir “todas las sensibilidades pastorales”, tanto en el Consejo Episcopal como en la Delegación para el Clero, con una estructura de gobierno más amplia, y en continuidad con el proceso de renovación planteado en la Asamblea diocesana, para “repartir entre más la tarea” y “ser fiel al estilo sinodal en el que queremos caminar”.

En ese sentido y como avanzó en el encuentro de la fase continental del Sínodo del pasado 14 de enero, incorpora en el Consejo Episcopal a dos mujeres, una religiosa y otra madre de familia, que por primera vez en la historia de la Diócesis de Salamanca, formarán parte del principal órgano de gobierno de la diócesis. Un Consejo que asesora al obispo en aquellas cuestiones que afectan a la vida de la Iglesia de Salamanca, tratando de dar respuesta a las necesidades que se puedan plantear en cada momento.

Nuevo Consejo Episcopal

El nuevo órgano de gobierno, que preside el obispo, estará formado por el vicario general y moderador de Curia, Tomás Durán Sánchez; el pro-vicario general, Antonio Carreras Sánchez-Granjel; el vicario episcopal de pastoral, Andrés González Buenadicha; tres delegados episcopales que serán coordinados por el vicario episcopal  de pastoral: los sacerdotes José Ángel Ávila y Javier Alonso Talegón y la hermana Mercedes Bayo Mayor, sscc, que estarán al frente de las nuevas Delegaciones episcopales para vivir el Misterio y la Comunión, para la Evangelización y el Primer Anuncio, y, para una Iglesia de la Caridad y samaritana, respectivamente. Además, incorpora al Consejo Episcopal al sacerdote Gonzalo Escamilla Romero, que a su vez es miembro de la Delegación para el Clero, y a la laica, María Criado González, a la que ha designado directora del Servicio diocesano de Comunicación.

Renovada la Delegación para el Clero

En cuanto a la Delegación diocesana para el Clero y las Vocaciones Sacerdotales, Mons. José Luis Retana ha nombrado como responsable y coordinador al sacerdote Amable García Rodríguez y como vice-delegado y encargado de la formación teológica permanente al presbítero Juan José Calles Garzón. En ella continúa también el sacerdote Gonzalo Escamilla Romero, que además entra a formar parte del Consejo Episcopal.

Todos ellos comenzarán a desempeñar su ministerio a partir del 27 de mayo, víspera de la Pascua de Pentecostés.

Sus funciones

El sacerdote Tomás Durán Sánchez releva en la vicaría general a Florentino Gutiérrez Sánchez, al frente de ella desde 2004. Al vicario general le corresponde la moderación de todo el trabajo de la Curia y dependerán directamente de él la Delegación diocesana para el Patrimonio, el Servicio diocesano de Patrimonio artístico y cultural y de evangelización de la cultura y el Servicio diocesano de Comunicación.

Junto al vicario general Mons. José Luis Retana incorpora a la estructura de gobierno al pro-vicario general, que recae en el sacerdote Antonio Carreras Sánchez-Granjel. Aunque la figura del pro-vicario General sea una novedad en nuestra diócesis, es un oficio estable que existe desde hace tiempo en numerosas diócesis y que el derecho canónico contempla. El pro-vicario general es el sacerdote que sirve de auxilio y ayuda al vicario general en lo que éste o el obispo le requieran. Suple, además, al Vicario General en caso de necesidad y ausencia. Al igual que cualquier colaborador directo del obispo en su trabajo debe procurar la mejor cooperación y coordinación con el resto del equipo de la Curia Diocesana.

Por otro lado, Andrés González Buenadicha, asume la Vicaría Episcopal de Pastoral que anteriormente tuvo a su cargo, desde 2018, Policarpo Díaz Díaz. Entre sus cometidos está animar la pastoral territorial, los arciprestazgos, en conexión con el Colegio de Arciprestes; coordinar el trabajo del Consejo diocesano de Pastoral como secretario del mismo; y coordinar las tres nuevas Delegaciones Episcopales constituidas por el obispo.

Así, la Delegación diocesana para vivir el Misterio y la Comunión tendrá como responsable al sacerdote José Ángel Ávila Hernández, que coordinará las Delegaciones diocesanas de Liturgia, Clero y Vocaciones sacerdotales; Apostolado Laical; para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica; Familia y Vida, y los Servicios diocesanos de Vida contemplativa, Ecumenismo y Relaciones interconfesionales.

El sacerdote Javier Alonso Talegón se encargará de la Delegación episcopal para la Evangelización y el nuevo anuncio. Entre sus cometidos está la coordinación de las Delegaciones diocesanas de Catequesis, Pastoral Juvenil, Pastoral Universitaria, Enseñanza y Educación en el tiempo libre y los Servicios diocesanos de Misión “ad gentes”, Pastoral de la Carretera y Peregrinaciones.

Además, la religiosa de los Sagrados Corazones, Mercedes Bayo Mayor, asume la Delegación episcopal para una Iglesia de la Caridad y samaritana. En su caso coordinará a Cáritas diocesana de Salamanca -que mantiene su Estatuto jurídico propio, las Delegaciones diocesanas de Pastoral Social y del Trabajo y los Servicios diocesanos de Pastoral Penitenciaria y de la Salud. Así como los que puedan establecerse en el futuro ligados a la actividad caritativa y social de la Iglesia de Salamanca. Entre sus cometidos también está alentar la actividad caritativa de las congregaciones e institutos religiosos, seculares, Hermandades y Cofradías.

Biografías de los nuevos vicarios

TOMÁS DURÁN SÁNCHEZ

El nuevo vicario general, Tomás Durán Sánchez, nació el 3 de febrero del año 1956, en un pueblo pequeño del oeste de Salamanca, junto a la “raya” de Portugal, El Bodón, perteneciente a la Diócesis de Ciudad Rodrigo, completando allí la Iniciación cristiana, e ingresando en el Seminario Menor de aquella Diócesis. Es el más pequeño de cinco hermanos.

Estudió en el Seminario Mayor de Salamanca (1974-1983), realizando los estudios en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, siendo Bachiller en Teología, y cursando el Bienio de Teología bíblica.

Ordenado sacerdote el 8 de mayo de 1983, en la Diócesis de Salamanca, por el obispo D. Mauro Rubio Repullés. Fue educador un año del Seminario Menor de Salamanca (1984-1985).

Su vida ministerial se desenvuelve en tres ámbitos:

    • Cura rural “in solidum”, de parroquias muy pequeñas durante veinte años largos, contando la etapa pastoral (1981-2004). Siempre en fraternidad sacerdotal y apostólica, junto con los laicos y la vida consagrada que estaban en los pueblos rurales, acogiendo de cerca a los pobres. Viviendo así la eclesiología de comunión, diseñada por el Concilio Vaticano II, fuente para la sinodalidad. Esta etapa transcurrió en dos lugares: parroquias de la comarca Campo Charro, en el Arciprestazgo de Vitigudino-Ledesma, durante trece años. Y en parroquias de la Sierra de Francia, dentro del Arciprestazgo de Nuestra Señora de la Peña de Francia, durante ocho años.
    • Como vicario de pastoral, Tomás Durán impulsó la Asamblea diocesana entre los años 2014 y 2016.

      Catorce años (2004-2018) como vicario de pastoral de la Diócesis de Salamanca. Todos los años con el obispo D. Carlos López Hernández. En estos años se desarrollaron dos planes de Pastoral, una Asamblea diocesana (2014-2016), las Semanas de Pastoral (2006-2018), entre otras actividades. Perteneciendo a Consejo episcopal; Consejo presbiteral; Consejo diocesano de pastoral, del que fue Secretario; Colegio de Consultores… Impulsando, asimismo, la pastoral juvenil, como Delegado, junto con la pastoral universitaria, y vocacional en un trabajo compartido (2005-2014). Coordinó la llegada de la Cruz de los jóvenes, y la JMJ de Madrid 2011.

    • Estos cuatro años últimos (2019-2023) es párroco “in solidum” en barrios periféricos de la ciudad y dos pueblos del alfoz de la ciudad de Salamanca. En concreto la Unidad Pastoral Trinidad, que tiene como parroquia central la de la Santísima Trinidad-Sagrada Familia (barrios del Zurguén y Arrabal), e integrando en ella a las parroquias de Aldeatejada y Doñinos de Salamanca. Es una etapa de pastoral urbana con oportunidades pastorales grandes, y retos familiares, sociales y culturales nuevos, a los que quiere responder el arciprestazgo de San Pedro Apóstol, el “Trastormes”, que está lleno de vida y es donde se integra esta Unidad pastoral.

Desde 2019 es también responsable diocesano del Catecumenado de Adultos no bautizados.

Tomás Durán durante la bendición de palmas el pasado Domingo de Ramos en Aldeadejada.

Tomás se siente cura rural, donde “he encontrado en sus sacerdotes los hermanos, amigos y maestros que me han ayudado a caminar”, señala. Es aficionado a la prehistoria, paseando los pueblos en los que vivió, buscando restos arqueológicos. Le gusta ver el fútbol, es del Real Madrid. Lee bastante teología bíblica…, es un apasionado del Concilio Vaticano II y disfruta leyendo también otras materias. Cree que “vivir en fraternidad es un regalo de humanidad, y un milagro de la gracia que le ha sostenido en muchas ocasiones”. Le alegra el trato de los más sencillos, y los veranos los pasa siempre en su pueblo.

Y comenta que, sobre todo, “quiero ser un caminante detrás de las huellas de Jesús, sabiendo que muchas veces no las veo por mi pecado; pero las más de las ocasiones me lleva Él a hombros, no viendo entonces las mías”.

 

ANTONIO CARRERAS SÁNCHEZ-GRANJEL

El pro-vicario general, Antonio Carreras Sánchez-Granjel, es salmantino de 42 años y fue ordenado presbítero en 2018. Actualmente es vicario parroquial en Peñaranda de Bracamonte y párroco en Tordillos, Coca de Alba, Alconada, Ventosa del Río Almar y Nava de Sotrobal. En su etapa del Seminario colaboró con el grupo de la Pastoral juvenil diocesana, hoy sigue animando con otros sacerdotes la pastoral juvenil en el arciprestazgo de Peñaranda-Calvarrasa-La Villas.

Antonio acoge esta nueva misión que el obispo le ha confiado “con la alegría del Evangelio”. Estrena un nombramiento que hasta el día de hoy nuestra diócesis no había conocido, y que tiene como fin principal ayudar al Obispo y al Vicario General en las tareas y encargos que precisen. “Asumo esta responsabilidad de servicio a la comunidad diocesana con el corazón agradecido por los esfuerzos de tantos sacerdotes y laicos que cada día trabajan por llevar a Cristo Resucitado a todos los hombres y mujeres de nuestra diócesis”, manifiesta. Y espera su trabajo “sirva, al menos, para hacer más fácil y llevadera alguna de las cargas y responsabilidades que nuestro obispo tiene que afrontar en el gobierno y administración de nuestra Iglesia”. Y con el mismo ánimo se ofrece también “al vicario general en la misión que hoy asume”.

Antonio reconoce su “pequeñez ante los enormes retos que enfrenta hoy nuestra Iglesia y que requieren cada vez más la colaboración de todos”. Por ello, en este tiempo en que la Iglesia “redescubre la sinodalidad como expresión de su esencia”, le gustaría me gustaría que este encargo nuevo sirva de cauce “para escuchar mejor a todos los que a menudo acuden al obispado buscando una ayuda o apoyo a sus dificultades”. Y, en esta Octava de Pascua, se confía “con todos a la intercesión de nuestra madre la Virgen de la Vega”.

 

ANDRÉS GONZÁLEZ BUENADICHA

Andrés es en la actualidad párroco de Villares de la Reina, entre otras parroquias más de la comarca de La Armuña

Andrés González Buenadicha, de 44 años y natural de Tornavacas (Cáceres), es el nuevo Vicario Episcopal de Pastoral. Antes de su ordenación sacerdotal, en 2012, había colaborado como catequista en las parroquias de María Mediadora y San Pedro Apóstol, (en la ciudad de Salamanca) y Carbajosa de la Sagrada. Realizó su etapa pastoral en Guijuelo, donde fue ordenado diácono y estuvo vinculado a la Delegación diocesana de Pastoral Juvenil, donde es su responsable desde 2015.

Su primer destino pastoral fue como vicario parroquial de Guijuelo y párroco de Monleón, Casas de Monleón y Endrinal. Después asumió las parroquias de Montejo, Salvatierra de Tormes, Aldeavieja de Tormes, Pizarral y más tarde Arabayona de Mójica.

En la actualidad tiene a su cargo, junto al sacerdote Leo Ramos, las parroquias de Gomecello, Cabezabellosa de la Calzada, Pitiegua, Pajares de la Laguna, La Orbada, Pedrosillo el Ralo, Monterrubio de la Armuña, San Cristóbal de la Cuesta, Villares de la Reina, Parada de Rubiales, Espino de la Orbada, Pedroso de la Armuña y Villanueva de los Pavones.

Andrés lleva al frente de la Delegación diocesana de Pastoral Juvenil desde 2015 y el pasado verano coordinó la participación de jóvenes de nuestra diócesis en la Peregrinación Europea de Jóvenes que se celebró en Santiago de Compostela

Andrés muestra su agradecimiento al obispo D. José Luis por la confianza puesta en él y acoge esta nueva misión “no sin cierto temor y temblor, pero, sobre todo, con una inmensa confianza en Dios y en su Hijo Amado, Jesucristo, que va por delante de nosotros, y en los hermanos”.

El nuevo vicario de pastoral espera servir en esta nueva tarea a la Iglesia de Salamanca “lo mejor que sepa y pueda” y pide al Señor “hacerlo con sencillez, entrañas de misericordiosa de buen pastor, sabiduría y coraje” y que “le haga hermano y servidor de los más pequeños”. Siempre como “un pastor del pueblo y no clérigo de estado”, citando al papa Francisco, y “cuidando de cada uno de los hermanos que me encuentre en el caminar diario”. 

Y reconoce su “fragilidad” y la necesidad “del apoyo y ayuda de los hermanos” presbíteros. Por ello confía en que “nos animaremos y acompañaremos mutuamente en la vida y en la misión, con Jesús y de la mano de su Espíritu, “para que todos tengan vida y vida en abundancia”.

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