01/06/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Este jueves, posterior a Pentecostés, los presbíteros han celebrado la fiesta litúrgica de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Una eucaristía que fue presidida por el pastor diocesano, Mons. José Luis Retana, en la iglesia del Monasterio de Santa María de la Vega de las hermanas Oblatas. Esta fiesta fue aprobada hace 50 años en el calendario litúrgico nacional “a instancias del siervo de Dios don José María García“, como indicó el obispo.
Don José Luis agradeció la presencia en la celebración de los sacerdotes y seminaristas del Teologado de Ávila en Salamanca y dio gracias a Dios por el don de su “vocación y ministerio sacerdotal” y “entrega fiel a Jesucristo”. Y pidió “que nos conceda la gracia de la santidad a todos los sacerdotes siguiendo las huellas de su Hijo, el Buen Pastor, y nuevas vocaciones para nuestra Iglesia diocesana”.
Mons. Retana subrayó en su homilía que la santificación de los sacerdotes “consiste en imitar al Sumo Sacerdote en la obediencia fiel a la voluntad divina”. En este sentido, indicó que al haber recibido el sacramento del Orden “estamos vinculados a Cristo de una manera íntima, personal y existencial” y en esa vinculación “está la fuente de nuestra santificación, esa gracia que debemos pedir cada día y por la que el pueblo cristiano suplica en esta jornada para cada uno de nosotros”.
También tuvo un recuerdo hacia los sacerdotes fallecidos y mostró su agradecimiento hacia las hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote que oran “por nuestra santificación” y hacia los fieles “que rezan por nosotros” .
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