29/12/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El papa Francisco ha escrito una carta a los matrimonios de todo el mundo que ha hecho pública el domingo, 26 de diciembre, en la Fiesta de la Sagrada Familia, y con motivo del “Año Amoris Laetitia”, dedicado a la familia, y que se inauguró el 19 de marzo de 2021 y concluirá el 26 de junio de 2022, con el décimo Encuentro Mundial de la Familia, que se va a celebrar en Roma.
En su mensaje, el santo padre, se acerca a todos ellos para expresarles su “afecto y cercanía en este tiempo tan especial que estamos viviendo”, y comenta que siempre están en sus oraciones y su corazón “pero más aún durante la pandemia, que ha probado duramente a todos, especialmente a los más vulnerables”, afirma. “El momento que estamos pasando me lleva a acercarme con humildad, cariño y acogida a cada persona, a cada matrimonio y a cada familia en las situaciones que estén experimentando”, escribe.
A partir de estas palabras, el papa, con la mirada y la ternura de un padre, expresa a continuación su ánimo para superar juntos las dificultades causadas por la pandemia y cualquier otro tipo de situación, invitando a los cónyuges y a las familias a permanecer unidos, confiando en la gracia que actúa en la familia. Como Abraham, de hecho, también el Señor llama a los esposos a “dejar su propia tierra” y a confiarse completamente a Él en la educación de los hijos, en las relaciones familiares, en la vida laboral y en la participación en la pastoral del matrimonio: una pareja casada -escribe Francisco- nunca está sola, porque en virtud del sacramento del matrimonio Cristo está siempre con ellos y les da la fuerza, el valor y la creatividad para superar cualquier obstáculo e incertidumbre.
El pontífice no se olvida de quienes, dentro de las relaciones conyugales, sufren rupturas, crisis, conflictos: “Recuerden que el perdón sana toda herida -escribe-. Cristo “habita” en su matrimonio y espera que le abran el corazón para sostenerlos con la fuerza de su amor, como los discípulos en la barca”. “Con Él se puede construir verdaderamente la ‘casa sobre la roca’ (Mt 7,24)”.
También dirige una palabra a los jóvenes que se preparan al matrimonio, a quienes invita a “no desanimarse, a tener la “valentía creativa” que tuvo san José”, y “cuando se trate de afrontar el camino del matrimonio, aun teniendo pocos medios, confíen siempre en la Providencia”. Francisco, pide a los novios que se apoyen “en sus propias familias y en sus amistades, en la comunidad eclesial, en la parroquia, para vivir la vida conyugal y familiar aprendiendo de aquellos que ya han transitado el camino que ustedes están comenzando”.
Antes de concluir su mensaje, saluda a los abuelos, “ellos son la memoria viviente de la humanidad, «esta memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor»”, afirma Francisco, quien [7]. Y finaliza animando a los esposos a “vivir intensamente su vocación”, caminando con la fuerza de la fe cristiana y la ayuda de San José y de Nuestra Señora.
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