ACTUALIDAD DIOCESANA

10/11/2019

¡Feliz día de la Iglesia diocesana!

Este domingo celebramos el Día de la Iglesia Diocesana. Y corremos el riesgo de que nos pase de largo sin pena ni gloria. Es un día para celebrar que formamos parte de una familia sin apellidos, en la que todos somos acogidos y reconocidos, vengamos de donde vengamos y tengamos el carísima que tengamos. Una comunidad de seguidores de Jesús que se concreta en un territorio con una historia, con unas características y unas necesidades determinadas.

Me gustaría poner el énfasis en dos aspectos que parecen contradictorios: lo que nos diferencia y lo que nos une.

Lo que nos hace diferentes y nos enriquece son nuestros distintos dones. El ser parte de un mismo cuerpo no nos obliga a ser iguales, sino que nos reclama desarrollar nuestras peculiaridades para aportar al común. Esas particularidades que si no se despliegan en su totalidad, dejarían un hueco que nadie podría llenar.

Y lo que nos une, que es la alegría de seguir al Señor, de ser colaboradores en su proyecto para el mundo y que nos hace alegrarnos con las alegrías de los demás y sufrir con sus dolores.
Como escribe San Pablo, “como buenos hermanos, porque siendo muchos somos un sólo cuerpo, estando cada miembro al servicio de los otros miembros”.

Esta es una celebración para recordarnos que debemos cuidar todos de todos, estimando a los demás más que a uno mismo, teniendo igualdad de trato unos con otros y sin grandes pretensiones, poniéndonos al nivel de los humildes.

¡Feliz Día de la Iglesia Diocesana!

 

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