11/03/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) va a seguir defendiendo, en 2022 y por octavo año consecutivo, la importancia del trabajo decente para todas las personas y para que este compromiso sea una responsabilidad de toda la Iglesia. Con humildad, pero con rotundidad, queremos tener de fondo y como lema que “Sin compromiso no hay trabajo decente”. La dignidad del trabajo y el trabajo decente es una prioridad humana y, por ello, una prioridad cristiana y compromiso de toda la Iglesia.
La última encuesta de población activa (EPA) confirmaba la recuperación del empleo a tiempos prepandémicos, pero también mostraba sus grandes debilidades, como son un alto desempleo estructural y la normalización de condiciones laborales precarias y temporales que, durante la pandemia, según FOESSA, ha generado más trabajadores pobres. Esta realidad, se aleja del sueño de Dios y del anhelo de millones de personas que quieren un trabajo decente para alcanzar una vida digna.
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) considera que es urgente abordar esta situación y centrará sus reflexiones y convocatorias en la celebración del Primero de Mayo, día internacional de las trabajadoras y los trabajadores; y de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, del 7 de octubre. Ambas son dos citas claves en su quehacer y en sus dinámicas para la promoción de la dignidad del trabajo, especialmente entre mujeres y jóvenes.
Un compromiso con el trabajo decente que este año pretende avanzar en varias direcciones. En primer lugar, entre las entidades promotoras que abordarán una reflexión sobre las realidades laborales en nuestros movimientos, por coherencia evangélica y por el testimonio que estamos llamados a dar. En segundo lugar, con un protagonismo mayor de las entidades que impulsan la Iglesia por el Trabajo Decente en las diócesis del país que, además, acerquen la iniciativa a parroquias, movimientos, comunidades cristianas, centros educativos, etc.
Un tercer aspecto será incrementar la relación iniciada con la Conferencia Episcopal Española, a través de su Pastoral del Trabajo, que haga crecer este camino sinodal por el trabajo decente. Y, finalmente, en esta misma orientación de promover la dignidad del trabajo, se pretende dialogar con las organizaciones sindicales y sociales.
ITD también actualizará sus materiales de sensibilización e información, y seguirá promoviendo la adhesión de parroquias, colectivos e instituciones para avanzar en la construcción de “un nosotros” cada vez más grande y se sumen a proclamar la importancia del trabajo decente “hacia el interior de nuestras organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad”.