03/10/2022
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La actual situación inflacionista, provocada inicialmente por el aumento desmesurado los beneficios de las empresas de energía, tiene como consecuencia directa el crecimiento del coste de la cesta de la compra y de la vida de las familias trabajadoras. Este contexto es también una amenaza para el empleo, que sigue tensionado por el impacto de la pandemia. Con una tasa de desempleo de más del 12 por ciento, la iniciativa Iglesia por un Trabajo Decente (ITD) denuncia que “aún quedan demasiadas situaciones de vulnerabilidad vinculados al trabajo en nuestro país”.
En su manifiesto, “Sin compromiso no hay trabajo decente”, hecho público con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del próximo 7 de octubre, subraya que “todavía hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un empleo de calidad”. “El alto paro estructural y el empleo precario aqueja a miles de personas, sobre todo mujeres y jóvenes”, apunta.
Frente a esta situación, ITD reivindica “la necesidad de seguir vigilando y regulando las condiciones laborales para que sean decentes”. Reclama también que se incorpore a la agenda política la atención de las causas que provocan esta “tragedia tan extendida” de siniestralidad laboral, ya que “dos personas trabajadoras mueren cada día en nuestro país, como resultado de no garantizar la seguridad y salud en el trabajo”.
Para ello, hace un llamamiento “al Gobierno y a los agentes socioeconómicos a comprometerse con el empleo de calidad en un contexto inflacionista de subida de precios que no pueden soportar los salarios de las personas trabajadoras”. “El compromiso de quienes son sensibles a estas situaciones son una respuesta necesaria”, subraya.
En este sentido, la iniciativa urge analizar la propuesta del papa Francisco de reducir la jornada laboral (sin que ello redunde en bajada salarial) como medida de creación de trabajo decente. Asimismo, considera que debe “aflorar el trabajo que se desarrolla en el ámbito de los cuidados y convertirse ya, en trabajo decente”.
Siguiendo el lema “Sin hombres y mujeres comprometidas, no será posible el trabajo decente”, ITD anima a participar en los actos reivindicativos y celebrativos en todas las plazas y parroquias de las diócesis. “Que esta toma de conciencia se vaya convirtiendo en compromiso diario por el trabajo decente”, pide la iniciativa en su manifiesto.
Así, en Salamanca, la plataforma diocesana de Iglesia por el Trabajo Decente ha organizado una vigilia de oración, el viernes, 7 de octubre, a las 20:00 horas, en la iglesia de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (C/ Azafranal, 10). Al término de la vigilia, junto a la iglesia se hará lectura de un manifiesto que reivindica “el trabajo como derecho y actividad para el cuidado de las personas, del bien común y del planeta”.
La iniciativa Iglesia por el trabajo Decente (ITD) comenzó su andadura en 2014 y está formada por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente «hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».