28/11/2025
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Pastoral Penitenciaria celebrará el sábado, 13 de diciembre, una jornada de formación en el Aula Virgen de la Vega de la Casa de la Iglesia, con el objetivo de acercar a la comunidad cristiana y a la sociedad la realidad de las personas privadas de libertad y los desafíos que afrontan las cárceles hoy. El encuentro está abierto a quienes deseen conocer de cerca este ámbito y tener una mirada más humana hacia él.
El nuevo responsable del Servicio diocesano de Pastoral Penitenciaria, Raúl Izquierdo, subraya que la jornada nace “para sensibilizar sobre un mundo tan desconocido como es el de la prisión”, y recordar, “la importancia de estar cerca de quienes viven esta situación”. Insiste en que el acompañamiento en prisión, “no es cosa de cuatro con vocación social, sino algo que toca el centro del corazón del creyente”.
La sesión comenzará a las 9:45 horas con la acogida, y a las 10:00, Manuela Carmena, ex jueza penitenciaria, ofrecerá la conferencia. “La recuperación integral de la vida: un reto para las cárceles de hoy y mañana”, en la que compartirá su experiencia y su mirada humanizadora sobre la reinserción.
Tras el descanso de las 11:30, se celebrará una mesa redonda titulada: “Pastoral penitenciaria para la Esperanza”, con la participación del capellán del Centro Penitenciario de Navalcarnero, Javier Sánchez, y el jurista y voluntario de Pastoral Penitenciaria en Salamanca, Samuel Huesca. Ambos dialogarán sobre el día a día del acompañamiento en prisión y los retos actuales.
A las 13:15 horas, intervendrá el vicario general de la Diócesis de Salamanca, Tomás Durán, con la ponencia: “La pastoral penitenciaria en Salamanca”, que permitirá conocer de primera mano las líneas de trabajo en este ámbito dentro del territorio diocesano.
Raúl Izquierdo recuerda que la Pastoral Penitenciaria “trabaja en tres momentos clave: la sensibilización previa, la presencia y acompañamiento dentro del centro penitenciario de Topas, y el después, que es igual o más decisivo”. Sobre este último punto insiste: “Cuando alguien sale de prisión necesita una casa, un trabajo digno y un acompañamiento real, Si no, vuelve otra vez a la misma situación”.
Además, señala que el mensaje del Evangelio sostiene esta tarea: “Jesús tuvo su último diálogo en la cruz con dos condenados. Esto está en el corazón mismo del Evangelio: acompañar y ofrecer tantas oportunidades como hagan falta para que las personas recuperen su dignidad”.