21/03/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Mons. José Luis Retana recordó en su homilía a Mario Cabrera y a Pepe Sánchez que no habían podido elegir mejor día y mejor ejemplo para ser admitidos a las órdenes sagradas, en la Solemnidad de San José, que en esta ocasión se celebraba un día después, el 20 de marzo, al coincidir en domingo.
Además, les recordó que esto no era un atajo, como no lo es ser cristiano: “Las dificultades y las noches oscuras permanecen, pero nos dice que el ser fieles y dóciles al proyecto de Dios, y no a nuestro capricho y raquítico plan personal, es bendecido por Dios con una belleza y una plenitud que no podíamos soñar ni nosotros mismos”.
La celebración tuvo lugar en la parroquia de San Silvestre de Villares de la Reina, donde el seminarista, Mario Cabrera, realiza tareas como catequista. En su homilía el obispo se dirigió a ellos en varios momentos, y agradeció la presencia de sus familiares. “Hoy la Iglesia, por medio del ministerio del obispo, os hace una nueva llamada admitiéndoos como candidatos a recibir a su tiempo las sagradas órdenes del diaconado permanente y del presbiterado”.
Asimismo, los indicó que hasta que llegue ese día, “seguís necesitando del acompañamiento de los formadores y de tantas personas y acontecimientos con los que os vais a encontrar en vuestra vida, y de los que se va a servir el Señor para iros modelando si vosotros sois dóciles”.
Mons. José Luis Retana les insistió en que la vocación “es un don, es un regalo de Dios“, puesto que Él, “toma la iniciativa y se sirve de la mediación de la Iglesia, y en este caso de la Iglesia diocesana, a través de su obispo, para haceros esa llamada como candidatos a las órdenes sagradas”.
Por otra parte, subrayó que aunque el Rito sea un paso importante, “aún nos queda mucho trecho por recorrer”. Pero también reconoció que era un día de alegría para toda la diócesis, “puesto que este rito de admisión la da esperanza en la Iglesia, y le pedimos al Señor cada día que no falten ministros que ayuden a los demás a encontrarse con Él y repartir la gracia y la palabra divina que un día pronunciarán vuestros labios”.
Antes de concluir, el obispo de Salamanca agradeció la respuesta generosa de estos dos candidatos, “ambos han sido escogidos desde siempre y a lo largo de su vida, y en su historia personal, han hecho suyo este deseo de un Dios que les quiere para servir a los demás“.
Tras la homilía dio comienzo el rito de admisión a órdenes. El diácono de la Diócesis de Zamora, Javier Prieto, fue el encargado de llamar a los dos aspirantes por su nombre. A lo que ambos respondieron: “Presente”. Después, Mons. José Luis Retana confirmó que los maestros responsables de su formación, “han dado de vosotros un informe favorable, del cual nos fiamos plenamente”.
Acto seguido, el obispo les planteó varias cuestiones a los candidatos a la admisión a órdenes.
“¿Queréis, pues, como respuesta a la llamada del Señor, completar vuestra preparación, de manera que lleguéis a la aptitud necesaria para recibir, a su tiempo, el ministerio en la Iglesia, por medio del Orden sagrado?”
“¿Queréis formar vuestro espíritu de manera que seáis capaces de servir fielmente a Cristo, el Señor, y a su Cuerpo que es la Iglesia?”
Y tras contestar: “Sí, quiero”, por parte de ambos, el prelado recordó que la Iglesia, “acepta con alegría vuestro propósito. Dios lleve a buen fin lo que Él mismo ha comenzado en vosotros”.
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