06/02/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La religiosa apostólica del corazón de Jesús, María José Torres Pérez, inaugura este martes, en el auditorio del colegio María Auxiliadora, las sextas Jornadas de Vida Consagrada organizadas por CONFER Salamanca-Ciudad Rodrigo y CEDIS Salamanca-Zamora, con una ponencia sobre la “Teología en las periferias. De amor político y cuidados en tiempos de incertidumbre”.
María José Torres recuerda que las periferias: “son esos lugares desde donde el Dios de la Encarnación nos reta y se nos hace presente”. La primera parte de su conferencia abordará las periferias desde “una perspectiva antropológica y social”, como señalaba en los micrófonos de El Espejo de la Diócesis, de COPE Salamanca. Esta religiosa considera que en las situaciones límite, como las que estamos viviendo como humanidad y desde la casa común, “donde hay fractura humana y de la creación” son un lugar privilegiado para “la revelación de Dios y para secundar su acción, su transformación en la historia”.
Un concepto que también abordará desde la perspectiva eclesiológica y teológico-espiritual, basándose en la premisa de que “Jesús de Nazaret nace y muere en las periferias”, lo que esto supone “en su propia historia, en la del cristianismo y en este momento nuestro de desafío eclesial, de solidaridad, de vida compartida con quienes transitan las periferias”.
Otro de los aspectos que destacará esta teóloga y educadora social son las periferias existenciales, “el límite de lo humano, que son justo aquellos aspectos de nuestra vida que tendemos muchas veces a rechazar”, relacionados con “nuestra propia vulnerabilidad constitutiva”.
Para Pepa Torres “es difícil conocer a Dios si no es desde la projimidad, desde los prójimos”. En su opinión, “a Dios se le conoce en la proximidad” y desde ahí “se le puede conocer de diferentes maneras”. Esta religiosa subraya que donde su grito se hace más ensordecedor, provocando incluso preguntas que cuestionan hasta la propia fe, suele ser en estas situaciones de periferia existenciales, sociales o culturales“.
El momento que estamos viviendo poscovid nos está dejando “desnudos”, como califica. Esta teóloga reconoce que “la incertidumbre es propia de la existencia humana” pero en la actualidad “vivimos encubriéndola. Somos seres vulnerables y tenemos que aprender a vivir con esa incertidumbre”. Algo que sólo se aprende “atravesándola en compañía, en comunidad, en colectivo”, siendo “casa unos para otros”, recuerda citando a la filósofa Olga del Monte.
Considera que desde la pandemia estamos siendo desafiados “por una nueva comprensión y práctica del cuidado” y que “la exigencia de la justicia del evangelio hoy tiene que ir hermanada del cuidado”, algo que tiene que ver “con una nueva antropología”. El ser humano es esencialmente vulnerable “y sin vínculos, sin cuidado, no hay vida”, destaca. El gran desafío es entender que “el cuidado, los cuidados, no pueden ser un privilegio personal” sino que “desde el cristianismo el cuidado siempre tiene que ser cuidarnos y cuidar con otros”. En este sentido, Pepa Torres subraya que el testimonio de la vida religiosa “ha sido importante y sigue siendo muy desafiante en este contexto donde el cuidado de la tierra, de los descartables, e incluso de uno mismo tal y como se nos vende muchas veces, un cuidado narcisista y consumista, no tiene nada que ver con ese cuidado de Jesús que en ningún momento se desentiende de los más vulnerados”.
Esta invitación a mirar a las periferias, desde el corazón del Evangelio, es alentada y motivada constantemente por el papa Francisco. Pepa Torres destaca que el pontífice “ha vivido una profunda transformación y conversión desde su propia proximidad con las periferias” marcada también desde su lugar natal, Argentina, “donde vivió tiempos tan duros como la dictadura”. Es un Papa “absolutamente marcado por las periferias, no solo en su historia vital, también en su momento presente”, y recuerda su reciente viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, una visita que esta teóloga califica como “provocadora” por “tantísimas víctimas, tantísimos años de guerra, hombres y mujeres muertos por los intereses de la explotación del Congo…”, en medio de todo ello el papa Francisco señalando que “ lo que tiene que estar en el centro es la persona, es la vida, el cuidado de la tierra, y que el dinero no puede suplir nunca la dignidad que tiene la Tierra y que tenemos las personas”.
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