06/03/2020
El obispo de Salamanca, D. Carlos López, recibió ayer, jueves 5 de marzo, a las 22.41 horas, una comunicación por parte de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León acerca de la situación sanitaria que estamos padeciendo en nuestro país por el COVID-19 (coronavirus). En dicho comunicado señalan que desde el Ministerio de Sanidad como desde el resto de autoridades sanitarias “se están llevando a cabo toda una serie de recomendaciones y decisiones sobre actividades tanto públicas, como privadas, y que tienen como objeto limitar o prevenir posibles riesgos para la salud pública del conjunto de la ciudadanía tal y como habilita la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad y la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública”.
En este sentido, ante la celebración del besapiés de Jesús Rescatado en la iglesia de San Pablo así como otros actos de veneración a imágenes devocionales que se llevan a cabo durante este tiempo de Cuaresma en los templos de la Diócesis de Salamanca, se recomienda “sustituir el contacto directo con las imágenes con reverencias o señales de respeto a fin de evitar posibles contagios por contacto”, como indican desde la consejería de sanidad.
Desde la Diócesis de Salamanca se apela a la prudencia y a la colaboración con las autoridades sanitarias para frenar la expansión del coronavirus Covid-19, aplicando estas medidas.
Además, el vicario general de la Diócesis, Florentino Gutiérrez, recomienda a los párrocos que en las celebraciones eucarísticas se distribuya la comunión sólo en la mano y se evite el contacto físico en el momento de la paz.
En este sentido, Mons. Luis Argüello, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española en su comparecencia de esta mañana en la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria de la CEE, ha señalado que “el criterio de las autoridades sanitarias es importante”, y ha enumerado algunas “indicaciones generales” para prevenir el contagio, como la conveniencia de comulgar en la mano; “en el momento de ofrecer el signo de paz, puede utilizarse otro gesto más reverencial como una inclinación unos a otros”; que los ministros que distribuyen la comunión se laven las manos antes y después de distribuir la comunión”; así como la conveniencia de retirar el agua bendecida de la entrada de las iglesias. En cuanto a los besapiés y besamanos a imágenes, “actividades tan propias en este tiempo de Cuaresma”, los “gestos de devoción a las imágenes pueden expresarse de muchas maneras” y puso como ejemplo que “tome protagonismo la mirada o la inclinación del cuerpo, sobre el tocar con las manos o el besarlas”.
El secretario general ha defendido que las iglesias permanezcan abiertas, “Nos parece importante mantener los templos abiertos. Quizá este virus mundial nos sorprende y genera situaciones de preocupación y angustia”, ha argumentado Argüello, al tiempo que ha expresado que “ha aparecido el virus de los miedos“, ante lo que considera que es necesario “mantener abierto un lugar donde la confianza, el significado de la fragilidad y al mismo tiempo de la esperanza, la oración compartida y el misterio”.
También ha recordado que “algunas de nuestras tradiciones arrancan de cuando en Europa hubo la peste negra. Sobre todo en el siglo XIV. En ese momento aparecieron imágenes, tallas y devociones en las que los hombres y mujeres cuando se veían desbordados por la enfermedad pasaban su angustia a la Virgen de las Angustias y su dolor a la Virgen de los Dolores”. Aclarando que “esto no significa que no tenemos que hacer todos los esfuerzos científicos. Pero seguramente puedan ayudar a que el otro virus (el del miedo) encuentre su verdadero sitio y a cultivar la confianza en las relaciones de unos y otros. También a caer en la cuenta de que la confianza ciega en las posibilidades de la ciencia y la técnica no tiene la última palabra sobre el significado de la existencia”.
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