05/04/2020
Ya son muchos años compartiendo con compañeras y residentes muchas vivencias. Me gustaría deciros cómo una persona como yo, aprensiva, vive esta situación de alarma sanitaria. Supongo que como la mayoría de todos nosotros. Estamos asustados, con miedo, angustia, cobardía,…pero no todo mi pensamiento es negativo. Al día a día le añado el humor y la alegría, que de eso tampoco me falta. En estos momentos se necesita ser más positivo que otra cosa, se necesita estar en el puesto de trabajo ayudando a que todo salga adelante, pues nuestros residentes merecen, en estos momentos tan complicados, que estemos a su lado, apoyándolos y animándoles.
La “Resi” es como mi segunda casa. Con los residentes he vivido muchas alegrías, que cuando esto pase, seguiremos disfrutando de las fiestas, el chocolate con churros, la salidas a la Plaza Mayor, las excursiones,…¡cuántas cosas!
Que no nos falte el humor y la alegría porque es buena medicina para nuestro cerebro. Yo, me siento muy valorada en mi trabajo, adoro a mis compañeras, todas somos una “piña”. Gracias a ellas por ser como son y ustedes los residentes que son el ALMA de la Casa.
Un beso fuerte, Toñi.
ACTUALIDAD DIOCESANA