07/10/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Jornada Mundial de la Juventud tiene dos símbolos que la representan: la cruz peregrina y el icono de Nuestra Señora “Salus Populi Romani”, que meses antes de su celebración peregrinan para anunciar el Evangelio y acompañar a los jóvenes en las realidades que viven. De cara a la celebración de Lisboa, del 1 al 6 de agosto de 2023, ambos emblemas de este encuentro están recorriendo diferentes diócesis españolas desde el 5 de septiembre, y a Salamanca llegarán el próximo miércoles, 13 de octubre, según han anunciado los delegados diocesanos de la Pastoral Juvenil y Universitaria, Andrés González Buenadicha y Ricardo de Luis Carballada, OP.
El objetivo, según explicaban, es “calentar el corazón de los jóvenes para esta cita de Lisboa”. Los símbolos de la JMJ estarán en Salamanca un día, procedentes de la Diócesis de Plasencia, y desde ambas delegaciones diocesanas han organizado el recorrido por la ciudad. Los actos comienzan en la Catedral, a partir de las 12:00 y hasta las 14:00 horas, como detallaba el delegado de Pastoral Universitaria, “donde jóvenes de la ESO y Bachillerato, de diferentes centros educativos, podrán visitar y orar ante la cruz peregrina”.
Después, la cruz se desplazará hasta el monasterio de las religiosas Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote, en la avenida de Maristas 79, y a las 15:30 horas, jóvenes religiosos celebrarán un momento de oración junto a los fieles que quieran participar.
A las 16:30 horas, la cruz irá al campus universitario, “donde jóvenes universitarios llevarán la cruz por distintos lugares del mismo”, destacó Ricardo de Luis. Sobre las 18:30 horas, llevarán este símbolo hasta el Patio de Escuelas, “al centro de la vida universitaria”, y allí proyectarán un vídeo. Al respecto, el delegado de Pastoral Universitaria resaltaba que la cruz simboliza la solidaridad con los crucificados de la historia, “con los perseguidos, con los que huyen de su país, los que están en el paro, los enfermos, etc.”. Asimismo, insistió en que este símbolo “es fuente de sabiduría y de enseñanza, porque la cruz nos transmite el mensaje del amor de Dios”.
Desde el Patio de Escuelas, la cruz se desplazará hasta la Clerecía a las 20:30 horas, donde se celebrará una vigilia de oración a la que están convocados todos los jóvenes, y que será presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López Hernández, y finalizará con una proclamación pública delante de la iglesia. Además, el jueves, 14 de octubre, se realizará una oración de despedida a los símbolos de la JMJ antes de su partida a la Diócesis de Burgo de Osma.
Andrés González Buenadicha subrayaba que es el momento de calentar el corazón de los jóvenes de la diócesis, “y tendremos una segunda cita destinada a ellos en el Encuentro Europeo de Jóvenes de 2022, en Santiago de Compostela, del 3 al 7 de agosto”. Además, días antes peregrinarán por el Camino de Santiago portugués del 27 de julio al 2 de agosto junto a las diócesis de la Región del Duero.
Javier Marcos, integrante de la Pastoral Universitaria, ha vivido en primera persona la última JMJ en 2019, en Panamá, y afirmaba que había sido una de las mejores experiencias vividas, “un tiempo enriquecedor, repleto de emociones, a veces encontradas, con tiempo para todo, como para la oración, el encuentro personal y con Dios, para la amistad, etc.”. En citas como la JMJ es importante, como recalca este joven, “reivindicar el papel de los jóvenes en nuestra Iglesia, y en la JMJ de Lisboa es un momento para hacer patente ese compromiso público y con ese espíritu”.
El delegado de Pastoral Juvenil, Andrés González, también puntualizó que, en una ciudad universitaria como Salamanca, “de alguna manera hay que hacer presente al grupo de jóvenes creyentes en una sociedad secularizada, con valores del Evangelio, que no deja de ser como una brisa o aliento en medio de nuestro mundo”. Por otra parte, recordó que el Papa Francisco dice que los jóvenes “armen lío”. E iniciativas como la llegada de la cruz de la JMJ, “puede ser aliento en este inicio de curso pastoral después de un tiempo difícil de pandemia para todos”.
Por su parte, el delegado de Pastoral Universitaria, Ricardo de Luis, comentaba que los jóvenes, “quieren una sociedad más humana, más empática y más compasiva, el abrirlos a la esperanza y compartir con los jóvenes el deseo de construir un mundo mejor”.
La cruz peregrina, con 3,8 metros de altura, fue construida para el Año Santo en 1983, y confiada por Juan Pablo II a los jóvenes el Domingo de Ramos del año siguiente. Desde entonces, esa cruz, realizada en madera, inició una peregrinación que ha la ha llevado a los cinco continentes y a casi 90 países. En la actualidad se ha convertido en un verdadero signo de fe.
El icono de Nuestra Señora “Salus Populi Romani” es del año 2000, y representa a la Virgen María con el Niño en los brazos. Este icono, también introducido por el Papa Juan Pablo II como símbolo de la presencia de María entre los jóvenes, Con 1,20 metros de alto y 80 centímetros de ancho, el icono está asociado a una de las devociones marianas más populares de Italia.