ACTUALIDAD DIOCESANA

05/02/2019

Entrevista a Florentino Gutiérrez, deán de la S.I.B Catedral de Salamanca

“En la Catedral se ha de vislumbrar la unidad de la Iglesia diocesana”

D. Florentino Gutiérrez Sánchez es desde el pasado sábado 26 de enero el nuevo deán de la S.I.B Catedral de Salamanca. Fue elegido por los canónigos en activo que integran el Cabildo tras haberse cumplido los cinco años establecidos por los estatutos. Gutiérrez sustituye en el cargo a D. Jesús Terradillos García, quien ha estado al frente del Cabildo desde el 25 de enero de 2014.
Canónigo desde el 14 de marzo de 2008, el  nuevo deán tendrá que simultanear su labor en la Catedral con la de vicario general de la Diócesis y moderador de Curia; director del Servicio diocesano de Monasterios de Vida Contemplativa y párroco adscrito a la Unidad Pastoral Centro Histórico de Salamanca, entre otros.
Florentino, ¿Cómo has acogido tu nombramiento de deán?
Con gratitud ante Dios, ante D. Carlos, nuestro obispo, y ante el actual cabildo catedralicio que son los que me han elegido.
Con temor ante la posibilidad de no responder adecuadamente aunque estoy dispuesto a entregarme con responsabilidad y constancia.
Con alegría por tratarse de una labor que me parece muy necesaria para los tiempos actuales. De hecho hace ya unos años escribí un libro sobre la renovación de la pastoral en la catedral tal como nos propone el magisterio de la Iglesia. Esa reflexión me sigue siendo válida y me propone una actividad apasionante que puede completar todo lo bueno y acertado que se hace en las parroquias y comunidades.
¿Qué destacarías de la labor de tu antecesor?
Don Jesús Terradillos es un trabajador nato, incansable y eficaz. Ha dejado el listón muy alto.
Destaco tres cosas que me parece que son comunes en el cabildo y en todos los que le conocen:
Su carisma litúrgico como maestro de ceremonias, cantor y detallista a la hora de preparar los diversos servicios religiosos.
Su capacidad de planificar y realizar las obras que ha necesitado la enorme fábrica catedralicia.  La experiencia diocesana de Delegado de Obras la ha sabido trasplantar a las reformas de la catedral.
Su elegante sabiduría en las relaciones públicas con autoridades, obreros y visitantes que han acudido a visitar los templos y museos catedralicios.
Aunque ha dejado el deanato continuará ejerciendo esta misma maestría en años sucesivos.
La palabra GRACIAS ha de resonar con fuerza en sus oídos y en su corazón.
¿Qué retos te planteas para llevar a cabo en esta nueva etapa?
El deán, aunque es el coordinador del cabildo, es su servidor. Por tanto, mi reto es ser fiel a lo que el cabildo se ha propuesto  y a lo que el cabildo se propondrá. No quiero sobresalir en nada sino buscar permanentemente la concordia y la paz entre el cabildo, la diócesis y la sociedad a la que tenemos que acompañar y evangelizar.
Creo que para nosotros es fundamental  respetar nuestro propio Estatuto y Reglamento, a la vez que tenemos que estar implicados en las tareas diocesanas que han surgido en nuestra última Asamblea. Así seremos, igualmente, fieles a la enseñanza de la Iglesia toda.
Los retos del cabildo, los retos de la diócesis y los retos de la Iglesia actual son mis propios retos. ¡Ojalá pueda defenderlos siempre y, en todo caso, lo que le pido a Dios es no estorbar!
¿De qué forma se puede implicar más a la comunidad diocesana en la vida de la catedral?
Todos los fieles se deben en primer lugar a sus propias parroquias y  comunidades. Allí es donde tienen que vivir su fe normalmente. Esto es claro.
Pero…  la vocación diocesana nos tiene que estimular a participar también de los actos de la catedral en los momentos especiales cuando el Obispo convoca, rige y enseña a sus fieles.
Hay momentos, creo, en que debemos ser capaces de acudir  a la catedral para sentir y visualizar la unidad de la Iglesia Diocesana. No podemos amar lo que no conocemos. No somos solamente parroquianos sino también diocesanos y esto hay que demostrarlo con hechos.
Por tanto, el cabildo espera de la comunidad diocesana la presencia, aunque solamente sea representativa de vuestras parroquias y comunidades.
En concreto: celebramos como centro la misa capitular dominical a las 12.00 horas. Antes, a las 10.15 de la mañana celebramos, ¡qué lástima que lo hagamos en tanta soledad!, el rezo de laudes y tercia. Los días laborables también celebramos la misa a las 12.00 en la capilla de San Clemente. Ofrecemos un  servicio de confesiones, consultas o dirección espiritual, de 11.00 a 13.00 horas, de lunes a sábado, en la capilla de San Clemente. ¡Demos algún paso adelante!
Foto: Óscar García
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