ACTUALIDAD DIOCESANA

05/06/2019

125 años de historia junto a Jesús Sacramentado

Los responsables de la sección de la Adoración Nocturna de Salamanca repasan su puesta en marcha, como un movimiento de la Iglesia que facilita un encuentro de reflexión personal y de encuentro con Dios durante la noche

José Luis Lavado González encabeza la lista de adoradores de la sección de Salamanca por el número de vigilias desde que el 19 de marzo de 1946 realizase la primera de ellas, hace 73 años, alcanzado un total de 1.059. Este salmantino recuerda la fiesta que le prepararon al cumplir el número 1.000, que según sus cálculos, supone una media de 15 anuales. De hecho, cuando hizo el servicio militar en Madrid, “hice las vigilias allí, que duraban desde las diez de la noche y hasta las seis de la mañana”. Este adorador, de 87 años, confirma que según se sumen vigilias se cambia la denominación: “Con 125 eres adorador veterano, con 250, veterano constante, y a partir de las 500, veterano constante de asistencia ejemplar”.

En la actualidad, de los 80 adoradores que quedan en este movimiento de la Iglesia en la sección ANE de Salamanca, tan solo tres superan las 1.000 vigilias. También ha alcanzado esas cuatro cifras José Rodríguez, el número tres de la lista, con 1.005. Ambos evocan su llegada a la Adoración Nocturna y aquella época, hace unos 40 años, en la que llegaron a contar con cerca de 1.000 integrantes, y con un turno de vigilia para cada día, con una media de 25 a 30 adoradores. Ahora ha cambiado y celebran una media de 7 u 8 cada mes, con dos o tres adoradores en cada uno de ellas.

Los cuatro primeros adoradores de la lista tienen en común haber sido alumnos del Colegio Salesiano de San Benito, “el semillero de la Adoración Nocturna”, confirman. José Luis detalla que pertenecía al turno número 1, el de San Francisco de Sales, en María Mediadora, cuando existían hasta 32 turnos, en la década de los 60 y 70. Por su parte, José Rodríguez era del turno 13, el de San Juan Bosco. El número de adoradores fue bajando, y en 1985 eran 300.

Orígenes

El actual presidente de la Adoración Nocturna, Francisco Vicente Ramos, habla de los orígenes de este movimiento, que se fundó en Salamanca un 18 de marzo de 1894, hace 125 años, en tiempos del obispo Padre Cámara. “Se fundó en el Palacio Episcopal y fue de las primeras que se crearon en España”, argumenta. Según se recoge en el acta fundacional, el primer director espiritual fue D. Federico Liñán y el presidente, D. Juan Lamamié de Clairac, con 95 asociados reunidos en la sala de juntas del Palacio Episcopal.

José Rodríguez y José Luis Lavado, en la capilla de ANE. Foto: Óscar García

En ese encuentro se dio a conocer el modo de hacer de la Adoración, “y señalando dicho día para la inauguración de este subcentro diocesano para una velada que tendría lugar en la capilla del citado Palacio”, se precisa en el documento, y que dio comienzo “a las nueve y tres cuartos de la noche, recitándose las preces del Veni-Sancti Spiritus y un Credo al Sagrado Corazón de Jesús, llamándose primera junta general a los señores asociados y formándose los turnos”. Ese día, el director espiritual les dirigió unas palabras enalteciendo “el grande honor que recibíamos al acercarnos a Jesús Sacramentado y alentándonos a la oración como el mejor medio de no caer en la tentación”, se recoge en dicha acta fundacional.

El actual presidente de la Adoración Nocturna de Salamanca destaca que vivir cada vigilia que celebran aporta una gran espiritualidad, “da mucha tranquilidad y paz”, y asegura que entre los adoradores se conforma una gran familia, “somos hermanos y amigos”.

Misión del adorador

Y en el momento actual, Francisco Vicente Ramos cree que para conseguir un mayor número de adoradores es necesario un acercamiento a la persona, y que conozca de primera mano lo que hacemos. “Nuestra idea fundamental es ir a orar por toda la Iglesia, por todo el mundo, y sobre todo, lo presento como un momento de silencio y reflexión personal, porque en el silencio no hay que dialogar con Dios sino escucharlo, de parada personal en tu vida, en tu día, y en este caso por la noche, para escuchar al Señor”. El responsable de la Adoración Nocturna cree que hoy en día no se toca mucho esa cuestión, “nos ponemos a rezar pero no escuchamos”.

La dinámica actual de este movimiento es realizar una media de 7 vigilias, algunas de ellas en su capilla, en la calle Crespo Rascón, así como en los turnos parroquiales en San Pablo y Santa Teresa, a las que se suman las denominadas extraordinarias, el Jueves Santo, el sábado de Corpus y el día de los Difuntos. La duración actual de cada vigilia suele ser entre las diez de la noche y la una y media de la madrugada, salvo en las parroquias que comienzan tras la eucaristía de la tarde.

En verano realizan la denominada ‘Vigilia de Espigas’, que se hace cada vez en un municipio diferente, “y se centra en la bendición del trabajo en general, aunque se denomina de espigas porque en otros tiempos el trabajo más habitual era en el campo”, precisa el presidente.

* (Puedes leer el reportaje completo en la edición impresa de #Comunidad (709), la revista oficial de la Diócesis de Salamanca).

 

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