ACTUALIDAD DIOCESANA

03/05/2020

Ángeles de las misiones

Hoy, domingo 3 de mayo, celebramos conjuntamente en España la Jornada Mundial de las Vocaciones y la Jornada de las Vocaciones Nativas. En ese día acercamos la reflexión del sacerdote diocesano Juan Robles Diosdado, director del Servicio diocesano de Misiones, que publicó el pasado viernes en su columna de opinión del diario digital Salamancarvaldia.es

 

Ángeles de las misiones

3 Mayo 2020. JORNADA DE ORACIÓN Y AYUDA A LAS VOCACIONES NATIVAS DE LAS MISIONES

La situación de pandemia que estamos viviendo, y especialmente el confinamiento, nos está ayudando a pensar y a crear el sueño de nuevas situaciones. Soñamos con las realidades y soñamos en situaciones irreales. Se exacerba nuestra imaginación porque tenemos mucho tiempo para pensar y para unirse a las nuevas situaciones. Baste pensar en las manifestaciones de reconocimiento y de agradecimiento frente a los esfuerzos y solidaridad de nuestros médicos, enfermeras, camilleros, empleados de limpieza o de servicios auxiliares.

Los aplausos de las ocho de la tarde, o los vídeos elaborados pensando en aligerar los tiempos interminables de nuestro encierro, y especialmente el de los más pequeños. La elaboración de nuevas canciones o la agrupación de nuevas realizaciones musicales. Sin contar con las tablas de gimnasia, con las lecciones escolares, y de tantas nuevas realizaciones de entretenimiento.

En los primeros momentos de la pandemia, el despiste, los silencios, las desinformaciones, la reclamación de equipos de protección individual, las urgencias de grave presión, la necesidad de incrementar las plazas de las UCIS, las urgencias de respiradores, etc., etc., etc. El stress de tener que elegir entre a quién asistir preferentemente, la ocultación de los fallecidos, la imposibilidad de acompañar a los familiares o amigos en sus últimos momentos… todo esto y muchas cosas más han hecho de nuestros sanitarios unos auténticos héroes, no sólo por el exceso de trabajo, sino también por las presiones y situaciones de trabajo, con miedos, con contaminaciones y bajas en el puesto del destino hospitalario. Con razón se realizan sesiones de aplausos desde los balcones o ventanas de las propias casas en agradecimiento hacia todas las personas entregadas a la atención a los enfermos en los hospitales y aun en las residencias de mayores.

Y luego vamos conociendo casos especiales de muestras de cariño hacia los enfermos por parte de los sanitarios de todas clases, supliendo de algún modo a los familiares y amigos que hubieran querido acompañar a los moribundos en las últimas horas. Ha habido auténticos ángeles acompañantes en la última etapa del camino de los enfermos.

Recuerdan la historia de la Biblia en la que se cuenta que el arcángel San Rafael acompañó a Tobías en un largo y arriesgado viaje de gran interés para él y su familia. Todos necesitamos algún acompañante en momentos importantes de nuestra vida. La fe y la tradición nos llevan a considerar que esos acompañantes son ángeles que nuestro Dios pone en nuestro camino.

En estos días de pandemia ha habido muchos auténticos ángeles, no sólo del mundo de la sanidad, sino de ambulancias, funerarias, fuerzas y cuerpos de seguridad, etc.

Y también muchos sacerdotes, religiosos, religiosas y voluntarios de Cáritas o de otros servicios no pueden ni deben ser olvidados: visitas a los enfermos en sus casas, hospitales o residencias de mayores, servicio de unción de enfermos o de reparto de comuniones, cercanía a las familias próximas a los enfermos y difuntos, a veces con el propio peligro y pérdida de sus mismas vidas, misas teleproducidas y a distancia, o exposiciones con el Santísimo Sacramento, en iglesias, terrazas o calles. Ángeles en nuestro camino.

Naturalmente que esos servicios religiosos nos llevan a una reflexión oportuna sobre el valor de las personas que ofrecen los servicios religiosos. Y, en consecuencia, sobre la necesidad de que haya un cultivo de vocaciones, religiosas y aun de laicos de diversos servicios en la Iglesia. Precisamente el próximo domingo, día del Buen Pastor, es el día de las Vocaciones sacerdotales y religiosas. Que este año tiene un condicionamiento especial dentro del confinamiento fruto de la pandemia.

Y desde hace algunos años la celebración del día de las Vocaciones se celebra conjuntamente con la Jornada de Oración y ayuda a las Vocaciones Nativas de las Misiones. También en las misiones los hombres y mujeres, misioneros y misioneras exteriores, pero sobre todo los sacerdotes y religiosas nativos del lugar, son auténticos ángeles de amor y servicio a los buscadores de Dios y a los constructores de las nuevas sociedades y de las nuevas iglesias.

“Jesús vive y te quiere vivo” es el reto que la Iglesia de España lanza hoy a los jóvenes españoles, invitándoles a dar una respuesta generosa de servicio a los necesitados, y de oferta del amor salvador de Dios en medio de tantas necesidades. La llamada y la respuesta se dirige también a los jóvenes de las misiones, que suelen ser abundantes en la respuesta de hombres y mujeres a la llamada de Dios, pero que necesitan nuestro apoyo, de oración y económico, para dar lugar a una seria formación que responda a la seriedad de la llamada. Adelante los ángeles de las misiones.

 

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