04/06/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL
“¿Qué hemos hecho con la catequesis en este tiempo de pandemia?”, se plantea el religioso trinitario, David García, desde la parroquia de San Juan de Mata, en el barrio de San Bernardo. Lo tiene claro, y asegura que ha sido un tiempo de “reinventarnos”, porque como apunta, “aquí tenemos muchos niños y los salones que tenemos son pequeños, y al final, hemos utilizado la iglesia para dar la catequesis”.
La novena semana de #HazMemoria se centra en “El anuncio del Evangelio. La catequesis”, y con ello, cabe resaltar la labor desarrollada desde las parroquias y la Delegación diocesana de Catequesis para adaptar el acompañamiento en tiempos de pandemia. En el caso de San Juan de Mata, como relata David García, han diseñado diferentes propuestas para los niños y sus padres. “Hemos tenido un encuentro mensual organizado por las catequistas en el cual se presentaba siempre un texto de la Palabra de Dios, un símbolo y una canción con baile”, argumenta.
En este sentido, este párroco agradece la colaboración de las familias, “cada mes buscábamos una canción religiosa a la cuál ellos le ponían coreografía y después se montaba para reforzar el contenido”. Este religioso trinitario cuenta como tras pasar un mes de la finalización de la catequesis, muchos niños le dicen que echan de menos esos espacios de encuentro en el templo.
Asimismo, García también subraya los encuentros con los padres, de manera presencial y virtual, a través de Zoom, “y así hemos podido mantener la catequesis”. En la actualidad, en esta parroquia tienen tres niveles de catequesis con una media de 30 niños en cada uno, a los que se suman otros diez de confirmación, en total un centenar de entre 7 y 23 años.
María Gómez es una de las catequistas de la parroquia de Carbajosa de la Sagrada. En su caso cuenta con dos grupos, uno de Primera Comunión, y otro de Confirmación. Ella reconoce que el último año ha sido “regulero”, por la situación de pandemia, pero “muy fructífero” en cuanto a ideas que les han ido surgiendo. “Primero empezamos dando catequesis on line, luego se permitían reuniones en grupos de 15, pero llegó un momento en el que fue insostenible porque cada vez las autoridades recortaban más el tema de la gente, y pasamos al modelo on line”, precisa.
Esta joven reconoce que al principio asustaba, pero al final ha resultado “súper bueno, y hemos aprendido todos tanto de tecnología como de inventarnos cosas para tener a los niños una hora atentos en el ordenador“. María Gómez cree que ha sido una experiencia en la que todos han aprendido, “que nos ha enseñado mucho, y nos ha hecho ver que Dios se abre camino haya pandemia o no”.
Esta catequista confirma que, en este curso, han podido dar la catequesis completa, “con la colaboración total de los padres, y más que nunca, total implicación de los niños, y yo creo que eso es Dios diciendo: “Yo voy a estar aquí en pandemia, podáis juntaros o no”. A ella le ha servido para crecer en la fe, “y desde luego, para plantar cara a todo lo que se nos eche encima, porque catequesis habrá”.
El sacerdote José Ángel Ávila es el responsable de la Delegación diocesana de Catequesis, además de párroco de Carbajosa de la Sagrada. Él asegura que el tiempo de la pandemia, “nos ha cambiado muchísimo la vida, y también la catequesis, porque hemos notado ese cambio, porque nuestra metodología era presencial”.
Pero también asegura que esta situación les ha ayudado a todos los equipos de catequesis a ser más creativos, “y a poder usar los medios que nos ofrece la comunicación y las plataformas digitales”. De este modo, subraya, “hemos seguido anunciando la fe, acercarla a todas las casas”. Otra de las cuestiones positivas de esta situación derivada de la pandemia es que han promovido más la catequesis familiar, implicando a los padres.
Ávila también reconoce que ha habido diferencias entre la atención en el mundo rural y en la ciudad, “porque en el acompañamiento en grupos pequeños en un pueblo es más sencillo que en la capital”. El delegado de Catequesis piensa que con esta situación también han aprendido “a ir a lo más esencial”. De hecho, confía en que muchas de las cosas que se han implantando sigan después de la pandemia.