ACTUALIDAD DIOCESANA

06/11/2019

Los seminaristas Alfonso Hernández y Ciriaco García se instituyen como acólitos y lectores

La eucaristía, presidida por el obispo, Carlos López, tuvo lugar en el día de San Carlos Borromeo, patrón del Seminario de Salamanca

La capilla mayor de la Casa de la Iglesia acogió el pasado 4 de noviembre, festividad de San Carlos Borromeo, titular del Seminario de Salamanca, la eucaristía de institución de los ministerios de lector y acolitado de los seminaristas Ciriaco García y Alfonso Hernández. La celebración fue presidida por el obispo de Salamanca, Carlos López , y concelebrada por el rector del seminario, José Ángel Ávila; el rector del Teologado de Ávila, Gaspar Hernández,  así como su director espiritual, Antonio Collado o su formador, Raúl García, entre otros sacerdotes.

Cabe recordar que los ministerios de lector y acólito son conferidos a los seminaristas que cursan los últimos años de formación en su camino hacia el sacerdocio, y están dedicados a un servicio específico a la Palabra y al Altar, respectivamente. El lector es instituido para proclamar las lecturas de la Sagrada Escritura, excepto el Evangelio, y puede también proponer las intenciones de la oración universal, y, en ausencia del salmista, proclamar el salmo responsorial.

En cuanto al ministerio de acólito, su misión es estar al servicio del altar y para ayudar al sacerdote y al diácono. Le compete principalmente preparar el altar y los vasos sagrados y, si fuere necesario, distribuir a los fieles la eucaristía, de la cual es ministro extraordinario.

El rito de la institución

En cuanto al rito de la institución, el pasado martes, tras la proclamación del Evangelio, el rector del Seminario de Salamanca, José Ángel Ávila, llamó a los candidatos, que en cada caso, se levantaron de sus asientos y dijeron: “Presente”. Después tuvo lugar la homilía del prelado, quien recordó que la vocación al presbiterado, “es un don de Dios a la Iglesia y al mundo”, y añadió que es un camino específico “para la propia santificación del presbítero y para santificar a los demás”. Carlos López aclaró que esta vocación es decubierta en el seno de una comunidad y de una familia, “inicialmente como un camino de un discípulo de Jesucristo, enraizado en los sacramentos de la iniciación cristiana y esta vocación es formada después en la vocación educativa del seminario, en comunión con la entera comunidad diocesana”.

Asimismo, aseguró que el candidato al sacerdocio nace en la comunidad como discípulo, “y volverá a ella como pastor”. En cuanto a la vocación de Ciriaco y Alfonso, el obispo confirmó que ha surgido y se va desarrollando, “de forma armónica en el referido contexto eclesial con la colaboración de todos nosotros, que les acompañamos en su camino de preparación sacerdocio de diferentes formas”.

Finalizada la homilía, los dos candidatos a los ministerios de lector y acolitado se pusieron de rodillas frente al obispo, Carlos López, para recibir la bendición por la institución de los ministerios de lector y acolitado, “que sepan anunciar la Palabra con toda fidelidad a sus hermanos”. Tras este gesto, el prelado entregó a cada uno de los seminaristas la Palabra de Dios, “para que sea cada día más viva y eficaz en el corazón de los hombres”. Asimismo, de las manos del obispo también recibieron la patena con el pan para la celebración de la eucaristía, “y que seas digno de servir la mesa del Señor y de la Iglesia”.

 

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