ACTUALIDAD DIOCESANA

17/10/2021

Crónica de las XLIX Jornadas Nacionales de Liturgia

“La iniciación cristiana y el catecumenado” ha sido el tema de de las jornadas que se han celebrado de forma online los días 14 y 15 de octubre y en el que han participado varios miembros de la comunidad diocesana de Salamanca junto con el delegado diocesano de Liturgia, Emilio Vicente de Paz.

 

DELEGACIÓN DIOCESANA DE LITURGIA

Se acaban de celebrar las XLIX Jornadas Nacionales de Liturgia para sacerdotes, religiosos y laicos, este año sobre el tema “La iniciación cristiana y el catecumenado”. Un tema muy interesante y actual, por la situación de descristianización creciente y la urgente necesidad de revitalizar los procesos de iniciación cristiana. Esto tiene que ver mucho con la catequesis de niños y adolescentes y con los cursillos para padres que piden el Bautismo de sus hijos.

Estos temas afectan mucho a las parroquias urbanas periféricas y a las de los pueblos más grandes. Por eso, en Alba de Tormes nos propusimos participar en las Jornadas y, al ser totalmente on-line, lo hemos podido hacer muy fácilmente, sin desplazarnos fuera de nuestra diócesis. En el salón parroquial, con una conexión a internet y un proyector, una docena de catequistas, el diácono, el párroco, e incluso algunos venidos de Salamanca, hemos aprendido mucho sobre las dificultades actuales en los procesos de iniciación cristiana, y sobre las claves para empezar a superarlas.

Los ponentes eran profesores de liturgia y de catequesis, con altas responsabilidades en sus ámbitos, y además buenos conocedores de la realidad sobre la que reflexionaban, ya que los cuatro eran también párrocos: Jaume González Padrós, de Barcelona, Lino Emilio Díez Valladares, de Madrid, Juan Luis Martín Barrios, de Zamora y Vicente Edgar Esteve Pineda, de Valencia. Nos hablaron del catecumenado antiguo y actual, del Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos, de los problemas relacionados con la catequesis de niños y adolescentes, bautizados o sin bautizar, etc. Y estas son las impresiones de algunos asistentes a las Jornadas:

Sor Asun subraya la dificultad para que algunas personas lleven los sacramentos a la vida, cuando reducen estos a mero cumplimiento y su vida va por otro lado. También se pregunta si los catequistas tenemos formación para realizar una catequesis más personalizada, como se nos recomienda, ya que debe adaptarse a una diversidad de situaciones cada vez mayor. Además, es importante el acompañamiento a las familias, ya que sin su apoyo la catequesis servirá de muy poco.

Sor Gloria reconoce que tenemos una tarea compleja, pero también apasionante, que somos mediadores y que no debemos olvidar que es la acción del Espíritu Santo la que transforma a las personas.

Para María José es importante que el catequista ayude y acompañe al niño para que la presencia de Dios salga a la luz desde su propia experiencia, y ese acompañamiento tiene como meta el encuentro con Jesús.

Lali destaca el cambio que deberíamos hacer en el lenguaje (de “catequesis” a “proceso de conversión”), la importancia de la formación y de la especialización de las catequistas, y que es necesario personalizar los procesos de una catequesis que debe procurar el conocimiento de Cristo, la conversión de vida y el progreso en la fe. Le llamó la atención la cita de un ponente al profesor Olegario González de Cardedal, bien conocido en Salamanca, tomada de “La entraña del cristianismo”, refiriéndose al problema del intelectualismo y el moralismo, que han distorsionado la cuestión de Dios en la conciencia de nuestra sociedad.

Yo mismo añado, a modo de cajón de sastre, una colección de ideas que me han parecido iluminadoras:

• Actualmente la gente no sabe qué es ser cristiano.
• Son muy importantes e incluso esenciales: el encuentro con Cristo, la integración en la comunidad cristiana, el cambio de vida, dedicar tiempo para hacerse cristiano, la transfiguración de la mirada, implicar a la familia, el testimonio de una comunidad eclesial.
• “La catequesis consiste en ayudar a que el mensaje cristiano resuene en el corazón del oyente, para convertirlo en creyente y transformarlo en agente.”
• Es importante introducir en la experiencia de la oración personal como encuentro con Cristo y en la oración comunitaria como formación de la identidad eclesial, acompañar a los padres y estar cerca de ellos, y no se puede tratar igual a los que están en situaciones muy diversas.
• No sabemos exactamente lo que hacer en muchos aspectos, pero no debemos tener miedo, sino ser audaces, probar métodos, intentarlo… con convencimiento. Es necesario un cambio de mentalidad de todos: catequistas, padres y sacerdotes.

 

 

 

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