ACTUALIDAD DIOCESANA

29/09/2023

El despertar de la fe, la pastoral vocacional y el compromiso de los laicos centran las prioridades para este curso

El obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, recordó que la Iglesia sigue en un proceso sinodal, cuya primera asamblea se celebrará en octubre, “y que no solo involucra a los miembros de la asamblea sinodal, sino a cada bautizado de cada iglesia particular”

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La asamblea diocesana de la Semana de Pastoral marca cada año las prioridades para el curso que comienza. El pasado 22 de septiembre, la comunidad diocesana fue convocada en el auditorio de Calatrava para presentar las líneas pastorales a seguir durante los próximos meses. Con tres claves: el despertar de la fe, la pastoral vocacional y el compromiso de los laicos.

Intervención de Mons. José Luis Retana. Foto: Óscar García

En la introducción, el obispo, Mons. José Luis Retana, quiso recordar algunas palabras del papa Francisco en la pasada Jornada Mundial de la Juventud, “donde nos dijo que Jesús nos quería apasionadamente como somos, no como nos gustaría ser, sin maquillajes, y que en la Iglesia, cabemos todos, o que no tengamos miedo”. Asimismo, recordó que la Iglesia sigue en una etapa sinodal, y que ante nosotros, “tenemos el instrumento de trabajo que se ha elaborado para la asamblea sinodal, tras la recogida de las aportaciones de los distintos continentes”, y que como remarcó el prelado, será estudiado en la decimosexta Asamblea del Sínodo de los Obispos.

Al respecto, también indicó que este importante encuentro, “también es un acontecimiento de oración y de escucha, que no involucra solo a los miembros de la asamblea sinodal, sino a cada bautizado y a cada Iglesia particular”. Mons. José Luis Retana cree que la primera aportación de cada bautizado a la asamblea sinodal será “una escucha de la palabra de Dios y del espíritu”. Porque en su mensaje quiso resaltar tres palabras: esperanza, oración y unidad.  En cuanto al último aspecto, el obispo recuerda cómo Jesús pidió a sus discípulos “que estuvieran unidos”.

Un soplo espiritual teológico

Por su parte, el vicario de Pastoral, Andrés González Buenadicha, insistió en que las Semanas de Pastoral, que se celebran desde 2007, “quieren ser un soplo espiritual teológico para todas las personas, sacerdotes, laicos, vida consagrada, y en todas las realidades, arciprestazgos, cofradías, delegaciones, etc”. Y en esta ocasión, al hilo del lema elegido para este año: “Id a Galilea” (Cf. 28,7), “todo el pueblo de Dios que camina en Salamanca somos invitados a volver a Galilea, a relanzar la tarea misionera con un nuevo ardor, y con nuevos horizontes”. El objetivo, según este responsable, es que cada uno “redescubramos nuestro bautismo como fuente viva para sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana”.

El vicario de Pastoral, Andrés González Buenadicha, en la asamblea. Fot: Óscar García.

Asimismo, indicó que hay que seguir dando pasos en la aplicación de las propuestas apostólicas de renovación espiritual pastoral y estructural, “que marcó la Asamblea diocesana”. Y todo ello, añadió, “desde la escucha a la voz de la Iglesia universal”. Este sacerdote también indicó que la Semana de Pastoral, “nos abre una ocasión especial para reenamorarnos de esta porción de la Iglesia particular y de toda la Iglesia”.

Además, considera que el futuro de la Iglesia en Salamanca, “vendrá dado no por los grandes números sino por el testimonio concreto de sus comunidades cristianas, que sean realmente significativas para sus vecinos”. El vicario de Pastoral señala que es imprescindible trazar itinerarios de iniciación cristiana de carácter catecumenal, “que engendra cristianos que descubran y respondan a la vocación a la que han sido llamados”.

Junto a los más necesitados

Andrés González reconoció que los pobres son uno de los criterios más serios de discernimiento, “porque somos una Iglesia samaritana, y lo que hagamos con ellos, juzgará cada uno de nuestros pasos”. En cuanto a las tres prioridades pastorales, fueron presentadas por diferentes integrantes del Consejo Episcopal, entre ellos, los delegados episcopales.

Exposición del vicario general, Tomás Durán

Antes de su intervención, realizó un prólogo el vicario general, Tomás Durán, acercando un marco geográfico y pastoral en diez tuits. La intención de este responsable era acercar en qué marco geográfico se va a desenvolver la diócesis en los próximos años. Y se planteaba: “¿Qué tiene una Iglesia local? una geografía humana”, que también analizaba por sus diferentes cabeceras de comarca, con su folclore, etc. O la geografía espiritual, “que está llena de referencias cristianas”. Asimismo, sin olvidar la geografía histórica o una nueva geografía “para soñar”, y por último, “una geografía para pasar tiempo con el futuro, que está incluida en el vademécum del Sínodo”.

El delegado episcopal para vivir el misterio y la comunión, José Ángel Ávila, actual rector del Seminario diocesano, fue el encargado de presentar la primera de las prioridades pastorales, junto al sacerdote, Ciriaco García, último en ordenarse en la diócesis, y el provicario general, Antonio Carreras.

Engendrar cristianos para despertar la vocación sacerdotal

En este sentido, Ávila confirmaba que si en la Iglesia, “no sabemos engendrar cristianos, va a ser muy difícil que haya sacerdotes, si no hay comunidades cristianas vivas, si no hay itinerarios donde sepamos despertar a la fe, el primer anuncio o la conversión”. El rector del Seminario apelaba al hecho de volver al valor de lo que es el sacerdote dentro de la Iglesia, a su propia identidad, y que los presbíteros, “son los primeros que tienen que plantear la vocación desde nuestro testimonio”.

Ciriaco García, José Ángel Ávila y Antonio Carreras hablaron sobre la pastoral vocacional. Foto: Óscar García.

Y entre la labor que admiten que hay que desempeñar, está el acompañamiento a los jóvenes, “tenemos que observar, discernir y llamar a aquellos que veamos que puedan tener una vocación sacerdotal“.

Por su parte, el provicario general, Antonio Carreras, añadió que en relación a la pastoral vocacional, “ante todo hay que tener una visión esperanzadora, una confianza, sabiendo que la obra en la que andamos metidos, no es una obra humana, sino que es una obra de Dios”. Y concluye que son muchos los agentes, las personas, “que posibilitan y hacen que una vocación llegue también a buen término”. E invita a que cualquier promoción vocacional, “parta de esta sinodalidad en la que estamos dentro de la Iglesia”.

La maduración de la fe en comunidades pequeñas

El último sacerdote en ordenarse en la diócesis, Ciriaco García, dio su testimonio más personal del proceso vocacional, que como reconoció, “va mucho más allá de la tarea del seminario, si no que comienza en una pequeña comunidad parroquial, acompañado por familia, amigos y catequistas, donde uno va descubriendo la vocación, donde va madurando la fe“.

Javier Alonso Talegón presentó la prioridad: “Despertar al misterio de la fe”. Foto: O. García.

José Ángel Ávila relató algunas acciones concretas vinculadas a esta pastoral, como la de crear un equipo para que haya encuentros periódicos con algunos jóvenes que se están planteando la vocación, “e impulsar convivencias que hacíamos antes de la pandemia”.

La segunda de las prioridades la presentó el delegado episcopal para la Evangelización y el primer anuncio, Javier Alonso Talegón, que se centró en “el despertar al misterio de la fe”. En este sentido, considera necesario intensificar los momentos de oración, “con la palabra y en la vida personal, para que pueda impregnar también nuestras acciones en la vida pastoral y comunitaria”.

Su equipo también va a organizar un encuentro con las diferentes delegaciones, “con el fin de buscar una unidad en los momentos y procesos de formación de los equipos”.

Asumir tareas pastorales y eclesiales

En último lugar, intervino la delegada episcopal para una Iglesia de la caridad y samaritana, Mercedes Bayo sscc, que presentó la prioridad sobre el compromiso y la corresponsabilidad de los laicos en las tareas pastorales y eclesiales. Respecto a este tema, destacó el hecho de que sin el compromiso de los laicos, “no hacemos camino”, y la prioridad es que los laicos, “vayan asumiendo más responsabilidades en las tareas pastorales y eclesiales, como puede ser la presencia en los consejos y en cualquier otra labor apostólica”.

La religiosa de los Sagrados Corazones, Mercedes Bayo, dio a conocer la prioridad sobre el compromiso de los laicos. Foto: O. García.

Para este curso, van a poner en marcha una escuela de formación para los ministerios laicales, y empezarán con algo que consideran “muy urgente”, que se centrará en un cursillo para moderadores de celebraciones dominicales de la Palabra en espera de presbítero. “Hay laicos que están realizando la tarea y nos piden que les formemos”, subraya esta religiosa de los Sagrados Corazones.

Por ese motivo, convocan el próximo 28 de octubre a una jornada dirigida a todos los que están ejerciendo este ministerio, “tanto los que hicieran en su día o no el cursillo, o para los que haya pedido realizar este servicio, así como a las personas que lo estén discerniendo.

Tras conocer las tres prioridades pastorales, el vicario de Pastoral presentó un documento elaborado por el coordinador de la Comisión diocesana para el Sínodo, Juan José Calles, sobre las diferentes pases de este proceso de la Iglesia Universal realizadas en Salamanca desde 2021. E invitó a que se lo descarguen en este enlace.

 

 

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies