08/09/2021
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
El obispo diocesano, D. Carlos López Hernández, ha presidido este miércoles, 8 de septiembre, en la Catedral Nueva, la eucaristía solemne de la fiesta de la patrona de la ciudad de Salamanca, Santa María de la Vega, con el templo lleno de fieles. Nada que ver con la ceremonia del pasado año, marcado también por la pandemia, en la que el aforo en la seo se redujo a 25 personas, atendiendo a la Orden de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León (2 de septiembre de 2020). Un hecho que motivó que el Cabildo ampliara el número de misas por la festividad de la Virgen.
En sus primeras palabras al iniciar la celebración el obispo se ha referido precisamente a ello manifestando su “inmensa alegría” por “ver cómo nuestra madre sigue convocándonos en esta Catedral llena de fieles para poder alegrarnos en su fiesta, seguir sintiendo su consuelo, darle gracias porque vamos superando la pandemia y se va recuperando la normalidad“, y, sobretodo “porque ella nos conduce al encuentro con Jesús nuestro Salvador, la Luz del mundo, el Testigo del amor del Padre y su misericordia”.
Don Carlos ha pedido que esta celebración “sea un encuentro fraternal que nos aliente a seguir siendo testigos de la fe en este mundo que tanto necesita el Reino de Dios, presencializado por nuestro amor de hermanos” y ha solicitado que “Dios Padre nos conceda un verdadero conocimiento de nuestra situación personal y el perdón de nuestros pecados”.
En su homilía ha recordado que veneramos a la Virgen de la Vega “patrona de nuestra ciudad, en la fiesta de la Natividad de María” y que la celebración de su nacimiento “nos hace actual a sus hijos la gracia de la salvación”. En su prédica, Don Carlos ha pedido por la intercesión de la Virgen de la Vega “la asistencia del Espíritu Santo para acoger con gozosa esperanza y renovado aliento evangelizador la convocatoria que el Papa Francisco ha dirigido a toda la Iglesia para tomar parte activa en el Sínodo de los Obispos“. Un sínodo que abordará el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión participación y misión” y que se abrirá en Roma los días 9 y 10 de octubre, el 17 de octubre a nivel diocesano y que concluirá en Roma en octubre de 2023.
“Sínodo significa camino conjunto, caminar unidos“, como ha señalado el prelado, quien ha recordado las fases de este proceso sinodal que se iniciará con “una consulta del Pueblo de Dios, que será realizada en las Iglesias particulares, por medio de las Conferencias Episcopales”. En cada diócesis la consulta se llevará a cabo a través de “los organismos de participación previstos por el derecho” como son “el Consejo de Pastoral diocesano, el Consejo Presbiteral y otros Consejos de pastoral arciprestales o parroquiales”, sin excluir cualquier otra modalidad que parezca oportuna”, como ha descrito D. Carlos.
Esta primera fase en las diócesis tendrá lugar desde septiembre de 2021 hasta abril de 2022, y en este tiempo se llevarán a cabo diferentes acciones, tal y como ha precisado el obispo en su homilía. En primer lugar, se ha nombrado a un “responsable sinodal” en la diócesis que tendrá como misión coordinar el trabajo. Después, el domingo 17 de octubre se celebrará la apertura de la fase diocesana, que dará el pistolezado de salida a la consulta al Pueblo de Dios, que concluirá con una Asamblea diocesana que “discierna las conclusiones de la consulta”. Esta fase diocesana “ha de ser un caminar juntos de todos los miembros del Pueblo de Dios”, como ha señalado el obispo.
Don Carlos ha subrayado que este camino sinodal al que nos convoca el Papa “es una oportunidad de gracia para continuar el proceso de renovación espiritual, misionera y estructural” vivido en la Diócesis de Salamanca en la Asamblea diocesana celebrada entre los años 2014 y 2016. Y ha recordado que las Orientaciones de la Asamblea, aprobadas en 2016 como Directorio pastoral de la Diócesis de Salamanca, “aplicaron en nuestra Diócesis el proyecto evangelizador del mismo Papa Francisco en la Exhortación sobre ‘La Alegría del Evangelio'”.
Al respecto, ha destacado la puesta en práctica de numerosas propuestas de reforma que se han llevado cabo en la diócesis “con abundantes frutos” entre los años 2017 y 2020 hasta la llegada de la pandemia del Covid-19, que ha limitado y paralizado “todo el proceso de renovación y la misma actividad pastoral ordinaria de las parroquias y de la diócesis”.
Don Carlos ha señalado los últimos frutos relevantes de este proceso, como han sido el nuevo Proyecto de Catequesis, Primer Anuncio y Catecumenado de Adultos que en la actualidad está en proceso de estudio y revisión por el Consejo Presbiteral; y el nuevo proyecto de Pastoral Juvenil que también está pendiente del mismo proceso.
Don Carlos considera que “para que la propuesta sinodal del Papa Francisco sea efectiva en nuestra Diócesis, será preciso renovar el espíritu que alentó nuestro camino de Asamblea y promover la mayor implicación posible de las personas y grupos que participaron más activamente” como fueron “los grupos de asamblea, las comisiones de preparación de las ponencias, los representantes en las sesiones finales de la Asamblea, la Comisión de seguimiento, …”. Por todo ello, Don Carlos afirma que ésta es “una ocasión para revivir nuestra Asamblea diocesana”, y que “para recuperar la normalidad pastoral y el aliento misionero, afectados por la crisis del covid-19, es bueno hacer memoria del proceso gozosamente vivido en nuestra todavía cercana experiencia sinodal”, en la que la Diócesis de Salamanca acogió la llamada del Papa Francisco “a estar más centrada en Cristo” y entregada a su misión.
“Vueltos al Señor y a su misión valoramos entonces la Asamblea con esperanza como ‘profecía y programa’ de acción pastoral para el futuro inmediato de nuestra Diócesis”, ha remarcado el prelado en su homilía. Para Don Carlos esta convocatoria sinodal del Papa “ofrece la ocasión de un nuevo comienzo para seguir haciéndolo realidad. La Iglesia en Salamanca ha de buscar en el nuevo proceso sinodal la forma de estar más referida al Señor, más vuelta al Señor y su misión”.
Antes de finalizar su predicación, el prelado salmantino ha señalado que “también en el actual desierto espiritual siempre hay granos que llegan a dar fruto” como “la siembra que el discípulo misionero hace de sí mismo, a semejanza de Jesús, el grano de trigo que cae en tierra y muere”. Y ha manifestado que “necesitamos suplicar la fe y la gracia del Espíritu Santo, que todo lo hace nuevo y es fuente de luz libertad y esperanza” para “volver a las huellas de Jesús”. Y dirigíendose a la Virgen ha proclamado esta oración: “María, madre de Dios y madre nuestra, eres consuelo y esperanza del pueblo de Salamanca. Nos dirigimos a ti rogándote, estrella de la evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión en la fe y el amor, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y del amor a los pobres para que la alegría del evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna situación humana esté privada de su luz. Madre del evangelio viviente, manantial de alegría para los humildes, ruega por nosotros”.
En la celebración también ha intervenido el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, quien ha manifestado a la patrona su agradecimiento de parte de todos los salmantinos por su “infinita bondad y generosidad”. “Tu protección nos llena de fuerza y de esperanza para vencer los desafíos que tenemos por delante”, ha subrayado en su ofrenda a la Virgen.
En el mensaje de García Carbayo ha estado muy presente la pandemia de la covid-19. En su intervención ha recordado la pérdida de tantos seres queridos y ha destacado la labor que han desarrollando “muchas personas” en la lucha contra la pandemia, “desde los sanitarios a muchos otros profesionales”, a quienes ha mostrado su agradecimiento.
El alcalde ha valorado los “avances” conseguidos “entre todos” y ha subrayado que “la unidad y el acuerdo son el denominador común de todos esos pasos”. García Carbayo ha solicitado la intercesión de la Virgen “para que ese espíritu de concordia del que Salamanca es un ejemplo continúe siendo el que inspire nuestras decisiones y nuestras acciones”.
Carlos García Carbayo considera que “podemos encarar el futuro con esperanza” y ha ofrecido a la Virgen “todas nuestras capacidades” y el “compromiso de trabajar sin descanso por todos los salmantinos para construir entre todos un futuro mejor”.
La celebración ha concluido con la bendición solemne y el canto del himno de la Virgen de la Vega, cuya imagen se ha ubicado después a los pies del altar mayor de la Catedral Nueva para la veneración pública de los fieles que se agolpaban a las puertas de la seo para ver a la Virgen y depositarle, a lo largo de toda la tarde, sus ofrendas.
— Texto completo de la homilía de Don Carlos se puede leer aquí —
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