01/02/2021
En el vídeo el Papa advierte que “hoy, sigue habiendo mujeres que sufren violencia. Violencia psicológica, violencia verbal, violencia física, violencia sexual. Es impresionante el número de mujeres golpeadas, ofendidas, violadas”. Francisco denuncia que “las distintas formas de malos tratos que sufren muchas mujeres son una cobardía y una degradación para toda la humanidad. Para los hombres y para toda la humanidad”.
“Los testimonios de las víctimas que se atreven a romper su silencio son un grito de socorro que no podemos ignorar”, afirma el Santo Padre al tiempo que advierte “no podemos mirar para otro lado”.
Por ello invita a rezar en este mes “por las mujeres que son víctimas de la violencia, para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos”.
El Vídeo del Papa de este mes busca hacer visible el drama de este tema también a través de la narración con imágenes. Gracias a la colaboración de Hermes Mangialardo -creativo italiano, ganador de premios internacionales y profesor de diseño de animación-, el vídeo representa con ilustraciones animadas la historia de una mujer víctima de la violencia, que encuentra el coraje para escapar del túnel de los abusos, gracias a su propia fuerza y a la ayuda de la comunidad.
Cada día 137 mujeres son asesinadas por miembros de su propia familia; las mujeres adultas representan casi la mitad de las víctimas de la trata de seres humanos detectadas a nivel mundial; a escala mundial, una de cada tres mujeres ha experimentado alguna vez violencia física o sexual (y 15 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han experimentado relaciones sexuales forzadas en todo el mundo). Datos que se desprenden de las estadísticas que recoge la ONU Mujeres, actualizadas desde noviembre de 2020.
A esto hay que sumar el agravante de la pandemia que venimos sufriendo desde el año pasado y que ha motivado la restricción de movimiento, el aislamiento social y la inseguridad económica, hechos que han elevado la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia en el ámbito privado en todo el mundo.
En su mensaje del mes de febrero, el Papa pide por la protección de estas víctimas en las sociedades. Y aunque al menos 155 países han aprobado leyes sobre la violencia doméstica, y 140 cuentan con legislación sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo, no significa que estas se ajusten siempre a las normas y recomendaciones internacionales, ni que se apliquen y hagan cumplir.
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, hizo la siguiente observación sobre esta intención: “La llamada del Santo Padre es muy clara: ‘No podemos mirar para otro lado’. Es decir, no podemos quedar de brazos cruzados ante tantos casos de violencia contra las mujeres, que se manifiesta de múltiples formas, desde lo más visible e incalificable a lo más insidioso e inconsciente; en todos los casos, como producto de esquemas mentales y paradigmas culturales y sociales arraigados, que las desvalorizan”.
Y refiriéndose al pasaje del Evangelio de Juan 8, 2-11, de la mujer “que era acusada por todos, pero a quien Jesús da una vida nueva”, el P. Fornos señala que “la violencia contra las mujeres en todas sus formas es un grito al cielo”. Y recuerda que el Papa Francisco lo ha manifestado en varias ocasiones: ‘Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer. La salvación para la humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad’”. Por ello anima a rezar juntos “por todas las mujeres víctimas de violencia, incluidas las niñas y adolescentes”, y luchar “por una sociedad más justa, para que las proteja, las escuche y alivie su sufrimiento”.
El Vídeo del Papa es una iniciativa oficial de alcance global que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre Francisco. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa, una obra pontificia que tiene como misión movilizar los cristianos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y la misión de la Iglesia.