ACTUALIDAD DIOCESANA

14/10/2020

“En estos tiempos recios, sembremos prudencia, sabiduría y santidad”

El vicario general de la Diócesis de Salamanca, Florentino Gutiérrez, envía un mensaje a la comunidad diocesana en forma de vídeo en el que invita a sembrar estas tres virtudes que practicó y ejercitó Santa Teresa de Jesús para tener “paz y esperanza en nuestro corazón” en este tiempo de pandemia.

 

“Estamos en vísperas de Santa Teresa de Jesús y estamos viviendo un tiempo de pandemia que a todos nos preocupa. Estamos deseando salir cuanto antes de esta prueba dura y difícil”, así comienza el mensaje del vicario general, Florentino Gutiérrez Sánchez, que ha remitido a la comunidad diocesana con motivo de la fiesta de la patrona de la Diócesis de Salamanca, Santa Teresa de Jesús,  que vamos a celebrar el 15 de octubre.

“Santa Teresa también vivía en ‘tiempos recios’, decía ella. Por tanto acudir a estas personas que están bien experimentadas nos viene bien para aprender”, recomienda Florentino, al tiempo que destaca tres virtudes que ella practicó, ejercitó y enseñó: “La prudencia, la sabiduría y la santidad”, y que, “Santa Teresa en este tiempo recio nos puede enseñar”, subraya.

Prudencia

Foto: Óscar García.

Respecto a la prudencia, el vicario general recuerda que en la misa de la fiesta de Santa Teresa se lee la lectura del libro de la Sabiduría: “Supliqué y se me concedió la prudencia”. Y se pregunta, en qué consiste esa virtud, recalcando que Santa Teresa es un ejemplo de prudencia. “En primer lugar, porque es capaz de poner a Dios por encima de todas las cosas. Y esto lo prueba esos versos que todos conocemos y que dicen: ‘Nada te turbe, que todo se pasa, que solo Dios basta'”, indica Gutiérrez Sánchez. Y la otra razón a la que se refiere,  y que quizás “conocemos menos pero para ella era también importante, es estar permanentemente considerando la vida eterna”, como lo prueba el aviso 68 del tratado que Madre Teresa escribió a las hermanas religiosas de la Orden del Carmen del Monasterio de San José de Ávila: “Acuérdate de que no tienes más que un alma, ni has de morir más de una vez. Ni tienes más de una vida breve y una que es particular, ni hay más de una gloria y ésta es eterna y así darás de mano a muchas cosas”. “Esto es prudencia”, afirma Florentino.

Sabiduría

Foto: Óscar García.

En segundo lugar, el vicario general analiza la virtud de la sabiduría repasando el texto del libro de la  Sabiduría (7, 7-14), que se lee en la misa propia de la Santa el 15 de octubre, y que ella misma se aprovecha para entender que son para ella también: “Preferí la sabiduría a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. Y todo el oro ante ella, es un grano de arena, y como el lodo es la plata ante ella. La amé más que a la salud y a la hermosura, y antepuse a la luz su posesión, porque el resplandor que de ella brota es inextinguible”, y concluye diciendo: “Todos los bienes me vinieron juntamente con ella. Porque la sabiduría es quien los trae, pero yo ignoraba que fuese ella madre de todos”.

“A mí me parece que en las obras de la Santa encontramos motivos diversos para decir que ella fue realmente sabia”, indica este responsable diocesano. “Porque supo compaginar su propia voluntad con la voluntad del Señor. Eso es ver el mundo como Dios lo ve. Y una prueba palpable son esos versos tan conocidos que repetimos de Santa Teresa: ‘Vuestra soy, para vos nací, qué mandáis hacer de mí. Dadme muerte, dadme vida, dad salud o enfermedad, honra o deshonra me dad, dadme guerra o paz crecida, fuerza, flaqueza en mi vida, que a todo diré que sí. Que mandáis hacer de mí?’. Esto es la sabiduría teresiana que ha dejado como herencia a sus hijas, a sus hijos y a todos los que la seguimos de alguna manera”, subraya.

Santidad

Foto: Óscar García.

Y en tercer lugar, Gutiérrez Sánchez habla de la santidad, un tema que “conviene tomarlo bien en serio”. Recuerda que el Papa Juan Pablo II, “cuando iba a comenzar el nuevo siglo nos invitó a todos a que viviéramos realmente la santidad”.  Y refiriéndose a Santa Teresa y a la santidad, destaca la “manera gráfica” con que ella lo compara en el Camino de Perfección: “Hagamos cuenta –dice-, que dentro de nosotros está un palacio de grandísima riqueza. Todo su edificio de oro y piedras preciosas. En fin, ¿cómo aparta el Señor?, y que sois vos parte para que ese edificio sea tal como la verdad es así, que no hay edificio de tanta hermosura como un alma limpia y llena de virtudes, y mientras mayores, más resplandecientes son las piedras. Y que en ese palacio está ese gran Rey que ha tenido por bien ser vuestro padre y que está en un trono de grandísimo precio que es vuestro corazón”.

“Ese palacio interior, ese alma, es rica, es Santa precisamente porque Dios la habita”, señala Florentino, y se pregunta si somos conscientes de ello. “Porque eso es la santidad. No se trata de hacer más o menos cosas o de tener más o menos cosas, se trata de reconocer que Dios está dentro de mí, y por tanto, está el creador, el que nos ha traído a la tierra y el que nos espera al final de ella, la santidad no es otra cosa que la vida compartida con Dios“.

El vicario general interpela a la comunidad diocesana a que, “en estos tiempos recios que andamos a veces apurados sin saber muy bien qué hacer o que pensar, o qué esperar, sembremos en nuestro corazón estas tres virtudes: la prudencia, la sabiduría y la santidad, y tendremos paz y esperanza en nuestro corazón”. Y finaliza su mensaje felicitando a todos en el día de la patrona de la Diócesis: “Feliz fiesta de Santa Teresa”.

 

Foto: Óscar García.
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