ACTUALIDAD DIOCESANA

23/05/2021

Fiesta de Jesucristo, Sumo y eterno sacerdote

El próximo jueves, 27 de mayo, la capilla del Monasterio de las Oblatas de Cristo Sacerdote acogerá a las 18:00 horas la misa de esta solemnidad, que congrega cada año al clero diocesano. En esta ocasión, con aforo limitado.

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

El jueves posterior a Pentecostés se celebra la fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno sacerdote, para recordar la santidad y la belleza del sacerdocio de Jesucristo. Una solemnidad que cada año se celebra en la capilla del Monasterio de Santa María de la Vega, de las religiosas Oblatas de Cristo Sacerdote, en la avenida de los Maristas de Salamanca, con la presencia de una gran parte del clero diocesano.

El año pasado, debido a la situación sanitaria provocada por el coronavirus, la eucaristía se celebró a puerta cerrada, presidida por el obispo de Salamanca y sin presencia de sacerdotes. En esta ocasión, la celebración será abierta pero con un aforo limitado, el 27 de mayo, a las 18:00 horas.

Orígenes de la festividad

Esta fiesta tiene sus orígenes en la celebración del sacerdocio de Cristo que en la misa latina se introdujo en algunos calendarios, y que tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II fue renovada por la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote. Su fundador, José María García Lahiguera,  primero obispo auxiliar de Madrid, y luego arzobispo de Valencia, junto a la Madre Mª Carmen Hidalgo de Caviedes, promovieron esta festividad que ya comenzó en la propia fundación, para que fuera una fiesta para toda la Iglesia.

La congregación elaboró los textos eucológicos de la fiesta, que fueron aprobados para su uso el 21 de diciembre de 1971 por la Congregación para el Culto Divino. Y, en 1972, la Conferencia Episcopal Española estableció la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote en el calendario de nuestro país, festividad que se celebra el jueves posterior a la solemnidad de Pentecostés.

Oración por los sacerdotes

Oh Jesús, Eterno Sacerdote!
guarda a tus sacerdotes al
abrigo de tu Corazón.
Guarda sin manchas
sus manos consagradas
que diariamente tocan
tu santo Cuerpo,
y limpios sus labios
teñidos con tu preciosa Sangre.

Guarda puros sus corazones,
marcados con el sello sublime
del Sacerdocio, y no permitas
que el espíritu del mundo
los contamine.

Aumenta el número de tus apóstoles,
que tu santo Amor
los proteja de todo peligro.
Bendice sus trabajos
y que el fruto de sus desvelos
sea la salvación de muchas
almas, que serán su consuelo
aquí y su corona eterna.
Amén.

 

 

 

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER
Actualidad Diocesana

Subsidio litúrgico - fiesta de Jesucristo sumo y eterno sacerdote

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies