ACTUALIDAD DIOCESANA

03/04/2023

“Jesús se entrega a la muerte en la cruz, que es su amor sin medida hacia nosotros”

En su homilía del Domingo de Ramos, el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, recordó que triunfar, “no consiste en ganar, sino en entregar la propia vida en fidelidad a Dios”

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

La Iglesia en Salamanca revivió la Entrada de Jesús en Jerusalén este Domingo de Ramos como inicio de la Semana Santa. En todas las parroquias se recordó la entrada victoriosa de Cristo en Jerusalén. Uno de los actos centrales en la ciudad tuvo lugar en la Catedral, presidido por el obispo, Mons. José Luis Retana.

Tras el canto de las laudes y hora intermedia en el altar mayor de la Catedral Nueva, tuvo lugar la bendición de los ramos, donde el prelado recordó que tras el tiempo de preparación de la Cuaresma, “en estos días viviremos en comunión toda la Iglesia la celebración anual del Misterio Pascual de la Pasión y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, quien para llevarlo a cabo hizo la entrada en la ciudad Santa de Jerusalén”.

Después, tuvo lugar la procesión con los ramos bendecidos desde la Catedral nueva a la vieja. El cortejo salió por la Puerta de Ramos y entró al templo por la de Santa Lucía, donde comenzó la eucaristía.

Relato de la Pasión 

Cada Domingo de Ramos, en la liturgia de la Palabra se leen tres lecturas, donde destaca la del relato de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo a tres voces. En esta ocasión, se proclamó la Pasión según san Mateo (Mt 26,14-27,66),  cuyo evangelio se lee en el ciclo litúrgico A, en el que estamos.

Proclamación del evangelio de la Pasión

Después tuvo lugar la homilía del obispo, en la que recordó que al comienzo de la Semana Santa, “celebramos esta fiesta de gran peso litúrgico, en la que contemplamos los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, y de gran tradición festiva por la procesión de la Borriquilla y la participación de los niños en ella”.

Mons. José Luis Retana realizó una amplia catequesis tras la lectura del evangelio: “Jesús nos revela hoy que triunfar no consiste en ganar, sino en entregar la propia vida en fidelidad a Dios y en servicio a la humanidad”. E insistió en que el sacrificio de Cristo en la cruz, “nos ha conseguido la redención de los hombres; cambia nuestros criterios y nos asegura que el triunfo está en el don de sí, en el amor sin medida“.

Y aclaró que la lectura de la Pasión, “pone de relieve ante nuestros ojos no solo la invitación a la compasión ante el drama que estamos viviendo, sino también la responsabilidad de nuestros actos que le llevaron a la muerte”.

Un amor sin medida

Por último, el obispo invitó a la comunidad diocesana allí presente, “a participar en las celebraciones de esta Semana Santa, comprendiendo la razón por la que Jesús se entrega a la muerte en la cruz, que es su amor sin medida hacia nosotros, hacia mí, hacia cada uno de nosotros”.

Asimismo, les recordó la importancia de la acogida de la salvación que de esta entrega se deriva: “El don total que cambia nuestra vida en gratitud hacia Dios y el don total que la convierte en entrega plena a Cristo y a nuestros hermanos, por quienes Él ha entregado su vida”.

Tras la eucaristía dio comienzo la procesión de la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños, en la que participan las secciones infantiles de las cofradías penitenciales. En ella también estuvo el obispo, junto a los hermanos mayores de las hermandades.

 

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