ACTUALIDAD DIOCESANA

19/04/2024

José Román Flecha: “La dignidad humana no nos es concebida por las leyes ni puede ser arrebatada por ellas”

El catedrático de Teología Moral, José Román Flecha, analiza en esta entrevista la Declaración “Dignitas infinita”, publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe el pasado 8 de abril, y que contiene una defensa de “la dignidad humana más allá de cualquier circunstancia”

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

El 8 de abril, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó la Declaración  “Dignitas Infinita”  sobre la dignidad humana, tras ser aprobada por el papa Francisco el 25 de marzo. Este documento, que coincide con el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el resultado de cinco años de trabajo y establece los fundamentos sobre el concepto de dignidad en el magisterio de los últimos pontífices. Además, aborda una lista de las violaciones a la dignidad humana. El catedrático emérito de la Universidad Pontificia de Salamanca, José Román Flecha, habló sobre esta declaración en el programa diocesano “Iglesia noticia”, el pasado 14 de abril. Una entrevista que compartimos:

¿Qué es lo que ha motivado la elaboración de este documento?

La preocupación misma por la dignidad humana, que está siendo pisoteada por todas partes, ha servido, en esta ocasión, de motivo fundamental para la celebración de los 75 años de la declaración de las Naciones Unidas, de los derechos humanos, el día 10 de diciembre de 1948.

En realidad, el documento venía siendo preparado ya desde marzo del 2019, pero este ha sido el momento para que salga a la luz.

¿Cómo se define en esta declaración la dignidad humana?

Lo que resultará sorprendente para mucha gente es que este documento ofrece cuatro definiciones de la dignidad humana. En primer lugar, hay una dignidad ontológica, la dignidad de lo que somos.

Después, otras veces la dignidad es aplastada por alguien que nos humilla (dignidad moral). Otras veces, creemos que nuestra dignidad está decayendo porque hemos adquirido una enfermedad, porque vamos avanzando en la edad, y consideramos que ya no es digno lo que estamos haciendo (dignidad social).

Y otras veces, hablamos de la dignidad cuando pensamos que realmente tenemos derechos nosotros mismos (dignidad existencial). Así que, hay como cuatro formas de hablar de la dignidad, como tantas otras palabras en la vida.

¿Qué importancia tiene la dignidad humana para la antropología cristiana?

Yo creo que no solamente para la antropología cristiana, y de hecho, este documento dice que la dignidad humana es fundamental para cualquier antropología, excepto cuando se trate de una antropología dictatorial y opresora. Pero lo importante es reconocer que somos capaces de derechos y de deberes, y esa dignidad ontológica, esa dignidad de lo que somos en realidad, pues eso vale para el creyente y para el no creyente.

Otra cosa es que luego, desde la fe cristiana, digamos,  “mire, que nosotros creemos que hemos sido creados por un Dios que nos ama. Hemos sido redimidos por alguien que entregó la vida por nosotros, que somos guiados por la luz del Espíritu Santo”. Entonces, nuestra fe reconoce la dignidad humana que puede reconocer también cualquiera en virtud de su razón, pero al mismo tiempo tenemos un motivo cristiano, un motivo de fe para decir que esta dignidad humana merece la pena.

En un contexto social como el actual, hablar de dignidad humana también es hablar de desafíos.

Evidente, porque ante una realidad humana podemos aplaudir lo que hay, pero podemos también denunciar lo que debería haber y no está ocurriendo. Y algo de eso trata de hacer también este documento.

 

Foto: Canva.com

¿Cuál es la posición precisamente de la Iglesia respecto a dignidad humana según Dignitas infinita?

Hay una perspectiva bíblica que me parece muy interesante. Aparece en el documento en los números 11 y 12, que va recorriendo los textos bíblicos en los cuales vemos cómo ya en el Antiguo Testamento los profetas, como Amós, critican a la gente que se ha dejado comprar y vender, que han apostado a los pobres por un par de sandalias, porque se han vendido. Vemos que ya en el Antiguo Testamento se defiende la dignidad del pobre y luego, no digamos en el Nuevo Testamento, Jesús, que nace en condiciones muy humildes, se acerca a los trabajadores, se acerca a los niños, a la mujer, a los descartados por la sociedad. Después de fijarse en esos aspectos bíblicos, el documento recorre la doctrina de la Iglesia, de los últimos Papas, desde mi querido papa Pablo VI hasta el papa Francisco.

El papa Francisco en Fratelli Tutti también ya se refería a estos aspectos de la dignidad humana…

Sí, porque, como ha dicho el cardenal Víctor Manuel Fernández al presentar el documento “Dignitas infinita”, se basan en gran parte en la encíclica Fratelli Tutti, que significa “hermanos todos”, apelando a unas palabras de San Francisco de Asís.

Y, efectivamente, el papa Francisco habla mucho de la dignidad humana que está siendo aplastada tantas veces en esta sociedad. De hecho, la última parte de este documento, que trata de algunas violaciones graves de la dignidad humana, parece que ha sido pedida explícitamente por el papa Francisco y, por eso, se ha tardado un poquito más en publicar el documento.

¿Puedes resumir alguna de las principales ideas o enseñanzas que quiere transmitir la Congregación para la Doctrina de la Fe con esta declaración?

Lo primero que trata es que la dignidad humana no nos es concebida por las leyes ni puede ser arrebatada por ellas, por las dictaduras o por la persecución. Eso es muy importante porque hoy se tiende a identificar lo moral con lo legal. Bueno, y si está permitido esto, ¿por qué va a ser malo? Puede estar permitido por las leyes y, sin embargo, ir contra la dignidad humana.

Por ejemplo, lo que pasó con la Shoah, con el holocausto judío, que estaba permitido por las leyes. Pero la dignidad humana no la puede prohibir una policía de un régimen dictatorial. La dignidad humana es incondicionada, es objetiva, no puede ser aplastada por una ley o impedida por otra.

Creo que es muy importante la cuarta parte, donde se van citando algunas violaciones graves de la dignidad humana, como el drama de la pobreza, la guerra, la emigración, la trata de personas, los abusos sexuales, las violencias contra la mujer, el aborto, la maternidad subrogada o úteros de alquiler, la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de las personas discapacitadas, la teoría de género, el cambio de sexo y, por último, también la violencia digital que está humillando a tantas personas. Merece la pena dedicar tiempo a este documento.

 

 — Puedes leer íntegra la Declaración Dignitas Infinita, AQUÍ

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER
Actualidad Diocesana


Dignitas Infinita sobre la dignidad humana

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies