ACTUALIDAD DIOCESANA

15/10/2021

La Cruz de los jóvenes y el icono de la Virgen dejan huella en la ciudad

Los símbolos de la JMJ de Lisboa 2023 llegaron a Salamanca para acercarse a los alumnos de centros educativos, a la Universidad y a la vida consagrada, con una vigilia de oración como cierre de la jornada

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Los símbolos de la JMJ de Lisboa 2023 llegaron a Salamanca desde Plasencia, donde fueron a recogerlos los responsables de la Pastoral Universitaria y Juvenil, junto a dos jóvenes de la diócesis. La furgoneta donde viaja la Cruz de los jóvenes y el icono de Madrid recorre España desde hace unas semanas, y donde se puede leer en uno de sus laterales su lema: “Donde quiera que estés, todos estamos en camino”.

En la Catedral Vieja tuvo lugar un encuentro con 476 jóvenes de ESO y Bachillerato de 12 centros salmantinos, entre ellos, un grupo de Ciudad Rodrigo, a los que se les presentó ambos símbolos ubicados en el altar. Tras una lectura del Evangelio de San Juan, se les invitó a reflexionar sobre: “Y tú, ¿qué harías por el mundo?“. El encuentro, dividido en dos grupos de más de 200 alumnos, concluyó con la oración “Instrumentos de paz”, de San Francisco de Asís. Uno a uno, los jóvenes se acercaron a la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud para hacer un gesto de adoración.

Sobre las tres de la tarde, el icono de la Virgen y la Cruz se trasladaron al monasterio de las Oblatas de Cristo Sacerdote, en la avenida de los Maristas, donde fueron recibidas por las hermanas, y donde religiosos de la vida consagrada y sacerdotes de la Diócesis de Salamanca rezaron la oración de nona. La responsable de la Delegación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, la Hija de Jesús, Inés Cruz, apuntó en el saludo inicial que era un acontecimiento importante y significativo para la Iglesia de Salamanca, “reunirnos en torno a este símbolo central de nuestra vida y de la JMJ”.

Abrirse a los jóvenes

Además, recordó que hay que abrirse con los jóvenes del mundo, “a las sorpresas de Dios, que quiere hacer resplandecer su luz en nuestro camino”. Y a la Virgen también pidió que proteja especialmente a los jóvenes, “en este camino de fe y esperanza, y nos ponga más cerca de su Hijo para mejor seguirle y más amarle”.

La siguiente parada de los símbolos de la JMJ de Lisboa fue el campus universitario Miguel de Unamuno, donde los jóvenes de la diócesis se marcaron un itinerario con seis estaciones que representaban las “Encrucijadas de la vida universitaria”. En cada parada, escucharon las palabras de Jesús y acogieron el envío misionero que el Papa Francisco ofrece en su mensaje: “Levántate y da testimonio”. Junto a los jóvenes, durante el recorrido estuvieron presentes dos artistas con animación de calle y malabares. En el campus hicieron parada en la Casa del Estudiante, la Facultad de Filosofía, Educación y Sociología, Biología, Derecho y Medicina.

La Cruz peregrina y el icono de María volvieron de nuevo al centro de la ciudad a media tarde, al Patio de Escuelas, donde se proyectó un vídeo y se repartieron tarjetas con información sobre los próximos encuentros: “Camino previo a la Peregrinación Europea de Jóvenes (27 de julio al 2 de agosto); Peregrinación Europea (PEJ), del 3 al 7 de agosto en Santiago de Compostela; y JMJ de Lisboa 2023, del 1 al 6 de agosto. Y antes de partir hacia la iglesia de La Clerecía, donde tuvo lugar una vigilia de oración, como despedida del Patio de Escuelas tuvo lugar un gesto de promesa.

Una vigilia en La Clerecía

A las nueve de la noche comenzó la vigilia, presidida por el obispo de la Diócesis de Salamanca, Carlos López Hernández, que en su saludo pidió que se avivara en estos jóvenes y en todos los que formamos esta Iglesia, “el deseo de asemejarnos en todo a la Cruz gloriosa de Jesucristo”.

Durante la celebración se proyectó un vídeo sobre “La fuerza de la Cruz”, y tras la liturgia de la Palabra, tuvo lugar la adoración de la Cruz. El coro diocesano fue el responsable de la animación con sus canciones en determinados momentos. En su homilía, el obispo recordó que hemos reconocido el amor que Dios nos tiene, “y nos ha manifestado en su Hijo”. Y centro su discurso en la Cruz y toda su simbología: “El tesoro de la Cruz es el tesoro de Cristo muerto y resucitado, que se hace realidad en nuestra vida a través de regeneración bautismal, nacidos del agua y del espíritu”, apuntó.

La acogida de la Cruz de los jóvenes culminó con una despedida en el exterior, en la calle Serranos, con la animación de la Escuela de Circo Santiago Uno. Por último, se hizo entrega  de ambos símbolos al delegado diocesano de Pastoral Juvenil de la Diócesis de Osma-Soria, Óscar Carrascosa.

 

 

 

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