ACTUALIDAD DIOCESANA

02/06/2021

La custodia de asiento de la Catedral de Salamanca

La celebración del Corpus Christi permite dar testimonio de fe en la festividad de la eucaristía, en esta ocasión condicionada por la pandemia, y sin procesión por las calles de la capital

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

La Catedral de Salamanca cuenta entre su patrimonio con una custodia de asiento que abandona su vitrina de la sacristía cada año para conmemorar la solemnidad del Corpus Christi. Debido a la pandemia y a la consiguiente suspensión de la procesión, este domingo, tampoco saldrá por las calles de la capital. Pero junto al historiador del Arte y técnico del templo salmantino, Raúl Benito, repasamos los detalles de la misma y la simbología de esta festividad.

Raúl Benito, técnico de la Catedral de Salamanca, junto con la custodia de asiento que procesiona cada año en Salamanca en la festividad del Corpus Christi

“Antiguamente se decía que hay tres jueves en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”, evoca Benito. Al respecto, insiste en que algunas de estas festividades modificaron su fecha, “y entre ellas, el día del Corpus, que pasa de ser celebrada en jueves a hacerlo en domingo”.

En este sentido, recuerda que en esta festividad se celebra “la importancia de sacar a la calle el Cuerpo de Cristo”, y detalla que en origen se conoce como la fiesta de la eucaristía, “porque se celebra el cuerpo y la sangre de Cristo”. Este técnico de la Catedral detalla el origen del Corpus Christi, a comienzos del siglo XIII, “cuando una monja de Lieja (Bélgica), llamada Juliana de Cornillon, considera que las manchas negras que ve en la luna son una forma en la que Cristo le está diciendo que necesita una fiesta como ésta”. Y fue en 1240  cuando el obispo de Lieja decreta esta fiesta.

El origen en un relicario

Custodia relicario

En cuanto a las custodias, como narra Raúl Benito, primero eran como un relicario, “y a posteriori, ya se hacen custodias propias para colocar el Santísimo Sacramento y llevarlo en procesión por la calle”. La festividad da pie a que el pueblo cristiano de testimonio de la fe, “se quiere demostrar la presencia real de Cristo en la eucaristía, primero como forma de comunión espiritual para los propios cristianos que si tienen fe; pero también, se quiere reflejar que Cristo está presente en el Santísimo Sacramento para contrarrestar las herejías”.

Este historiador del Arte cree que una festividad así es necesaria, “ahora hay una gran necesidad de fe y de creencia“, y asegura que es una conmemoración de total actualidad, “aunque con cierta diferencia de su origen, pero es una fiesta con un sentido verdaderamente actual y necesario”.

En cuanto a la custodia, es el elemento donde se coloca el Santísimo Cuerpo de Cristo para la procesión de la fiesta del Corpus Christi. En la Catedral Nueva de Salamanca se conserva, entre otras, una custodia de asiento que corresponde a distintas etapas de realización.

Representada la Virgen

“La parte más antigua corresponde al segundo tercio del siglo XV, y responde a un gusto típicamente gótico con una tracería calada y gabletes que definen el tiempo al que pertenece”, describe Benito. La custodia está rodeada por los doce apóstoles y en el centro superior, la imagen de la Virgen con el niño en brazos, “que se conoce como la Virgen del pajarito, porque el niño lleva un pajarito en la mano”.  Además, es iconográficamente relevante para la Catedral de Salamanca, admite Benito, “puesto que la Virgen de la sede que estuvo presidiendo el retablo de la Catedral Vieja, tiene esa misma iconografía, la Virgen con el niño en brazos, y el niño sosteniendo un pájaro en la mano”.

Ya en el siglo XVI, la custodia se rodea con columnas “jarronadas”, “propias del estilo plateresco, y que podemos contemplar también en la fachada de San Esteban (Dominicos), o en la fachada de la Catedral de Astorga, muy del gusto de de la arquitectura, sobre todo de la provincia de León”. Como también indica este historiador del Arte, en ese momento se coloca en la custodia la tracería de medallones de estilo renacentista.

Y por último, en el centro está el viril, “que es donde irá colocado el Santísimo Sacramento, y que responde también a dos etapas, en concreto la parte principal, del siglo XVI, y el marco, del XVII”. Por último, la custodia culmina con un dosel de andas que se realiza en el siglo XVII, “y que  consigue una estructura de asiento que responde a la  misma tipología de otras custodias, como la que hay en la iglesia de Ledesma  o en la iglesia de San Martín en Salamanca”.

Un jarrón de azucenas

La custodia está coronada por un jarrón de azucenas, símbolo de la pureza virginal de María, “símbolo también de la Catedral”. Asimismo, este experto señala que la Virgen se la considera el primer sagrario, “porque mantuvo dentro de sí el Cuerpo de Cristo, y por eso, aparece en elementos plenamente eucarísticos como puedan ser una custodia o la puerta de un sagrario”.

Además de las custodias de asiento, existen otro tipo de custodias que se conocen como de relicario. En una de las que se conserva en la Catedral, de cuatro columnas, corresponde al siglo XVII, “en el que se conservan tres espinas de la corona de la pasión de Cristo“. Otro ejemplo de custodia es la de sol, por su forma del viril, “tiene una puerta, y en su interior, va colocada la forma”.

 

Custodia de sol, de la Catedral de Salamanca.
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