19/07/2023
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
La Diócesis de Salamanca se suma a la III Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores, que se celebra el domingo 23 de julio, cerca de la fiesta litúrgica de San Joaquín y Santa Ana (abuelos maternos de Jesús), con un programa de actos que se prolongará hasta el día 27 de julio.
Así, la Delegación diocesana de Familia y Vida invita a que se celebre esta jornada en todas las misas dominicales del 23 de julio, haciendo uso del subsidio litúrgico que ha preparado el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y se puede descargar aquí.
El programa contempla además una visita guiada a la Catedral de Salamanca, a la que están especialmente convocados a participar los mayores, abuelos y sus nietos. Esta actividad se llevará a cabo el lunes, 24 de julio, a las 18:00 horas (acceso por la puerta de Ramos). Para participar será necesario recoger previamente una invitación en la portería de la Casa de la Iglesia (C/ Rosario, 18).
El 25 de julio, solemnidad de Santiago Apóstol, patrón de España, la Catedral Nueva acogerá una misa en rito hispano mozárabe, a las 12:00 horas. Y al día siguiente, a la misma hora y lugar, se celebrará la fiesta diocesana de San Joaquín y Santa Ana, dedicada a los abuelos y personas mayores.
Las actividades concluirán el jueves, 27 de julio, a las 18:00 horas, con una visita guiada al Palacio Episcopal, también será necesario retirar previamente la invitación en la Casa de la Iglesia.
Este año la Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, que lleva por lema: “Su misericordia se extiende de generación en generación” (Lc 1,50), se celebra a pocos días del encuentro mundial de jóvenes con el Papa en Lisboa. En su mensaje para esta jornada el papa Francisco explica que esta jornada pretende ser “un pequeño y delicado homenaje” para los abuelos y mayores “y para toda la Iglesia”, e invita a todos a celebrarla, “poniendo en el centro la alegría desbordante de un renovado encuentro entre jóvenes y ancianos“.
El pontífice subraya que «el Señor espera que los jóvenes, al encontrarse con los ancianos, acojan la llamada a custodiar la memoria y reconozcan, gracias a ellos, el don de pertenecer a una historia más grande. La amistad con una persona anciana ayuda al joven a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de sus capacidades».
A todos los que participen en las celebraciones de esta Jornada de los Abuelos y Mayores, se les concederá la indulgencia plenaria, «en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice). El Decreto de la Penitenciaría apostólica señalada además, se concederá la indulgencia a los fieles que visiten a los ancianos solos o en dificultad, «como los enfermos, los abandonados, los discapacitados» y a «todos aquellos que, no pudiendo salir de casa por motivos graves, se unan espiritualmente a las sagradas funciones de la Jornada Mundial», ofreciendo a Dios «sus oraciones, los dolores y sufrimientos de su vida».