ACTUALIDAD DIOCESANA

11/05/2020

“La Iglesia es una comunidad que camina, que sirve y ama”

Con 11 años, Eugenio Rodríguez entró al seminario menor de la Diócesis de Salamanca. Con 28 se ordenó como sacerdote en Salamanca, y en la actualidad vive en Las Palmas de Gran Canaria, desde donde realiza un repaso de sus 25 años de ministerio sacerdotal.

 

¿Cómo surgió su vocación al sacerdocio?

Fue una intuición, que ese era mi sitio y mi tarea, y según vamos creciendo en las diferentes etapas de la vida, esa intuición se va confirmando.

El deseo de servir, de amar, el seguimiento de Jesús, la alegría de estar en la Iglesia, de construir el reino, de transformar la realidad, de crecer como persona. Lo que no es un análisis intelectual, ni solo de capacidades, es una intuición que necesita confirmarse con hechos, con pensamientos, con reflexiones, con actitudes… con encajar dificultades, con responder a lo que te plantean.

 

¿Qué balance hace de estos 25 años de ministerio?

Una parte de alegría por el crecimiento, por la acción desarrollada, por la relación con la Iglesia, con las personas, con las comunidades, y luego, de tristeza, porque como dice el Concilio, a veces alguna gente no cree por la forma de creer de los creyentes, seguramente yo también he estorbado a que algunos crezcan y se adhieran al seguimiento.

Como síntesis, tres palabras: alegría, triste e Iglesia. La alegría por la belleza de la Iglesia, como comunidad que camina, que construye, que sirve, que ama, que tiene arrugas, como yo, como todos, y que es la que nos transmite la presencia de Jesús, es la pandilla de amigos que construye y acoge el reino, que transforma la sociedad, que crecen juntos, que se sorprenden con la realidad, que intentan responder a ella, que no se cansan, que aunque caigan se vuelven a levantar, que ensanchan sus capacidades y su deseo de amar.

 

Eugenio junto a los sacerdotes Juan Francisco Buitrago, Domingo Martín y Antonio Romo

¿Qué ha sido lo más reconfortante en estos años?

Un momento especial ha sido la vivencia de una enfermedad grave, y en el medio de ella la importancia de la amistad. Se resitúan las cosas,  e intentar que la enfermedad fuera también misionera, que fuera un momento de crecimiento, de  comunión, de amistad, de construir comunidad.

 

¿Qué pasaje bíblico simboliza su tarea pastoral?

Aquellas palabras de Jesús en la parábola del juicio final  cuando los que están ante Jesús dicen cuándo nosotros te amamos  e igualmente los que se sienten juzgados, dicen: cuándo nosotros no te amamos. Esa incertidumbre respecto de que las cosas sean como uno cree que son. A veces, hacemos el mal por inconsciencia, y el bien, lo hacemos por amor, por vocación, por impulso generoso hacia la comunión.

Estas palabras se han hecho presente en mi vida, en la revisión permanente de la acción pastoral, viviendo no en el convencimiento fanfarrón de que estoy en una línea acertada, sino que sin una preocupación paralizante, estar siempre revisando la acción y revisando lo que uno hace.

Desde Las Palmas envío un saludo, seguimos siendo una gente con un espíritu  misionero que tenemos desde el Seminario menor,  algo por lo que tenemos que estar alegres.

Siendo seminarista, a nosotros nos decían que no es que Iglesia tiene una misión, sino que la misión tiene una Iglesia, se insistía en la importancia de la tarea y la confianza en el pueblo, que no somos para dirigir, ni siquiera para conducir, sino que tenemos que estar en medio del pueblo y atentos a los signos de los tiempos.

 

Eugenio forma parte del Movimiento Cultural Cristiano.
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