ACTUALIDAD DIOCESANA

20/05/2022

La pedagogía de la búsqueda

En la Diócesis de Salamanca, la catequesis de adultos también se centra en profundizar en el estudio de la Biblia, que les aporta más riqueza a su fe, como el grupo establecido en la parroquia de La Purísima, formado por 25 personas

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

Juan Antonio Mateos es catequista de adultos en la parroquia de La Purísima, en la Unidad Centro-Histórico. Desde hace seis años coordina el grupo denominado de Iniciación a la Biblia, junto al sacerdote, Policarpo Díaz, formado por 25 personas adultas de diferentes edades y condiciones.

Peregrinación a Tierra Santa de uno de los grupos de biblia acompañados por el sacerdote José Manuel Hernández

Los grupos de biblia de esta parroquia surgieron hace más de 30 años de la mano de sus anteriores párrocos, Fructuoso Mangas y José Manuel Hernández, como una forma de cuidar la formación de los por aquel entonces, 200 catequistas.  Esta semana, en la iniciativa #HazMemoria repasamos la formación de adultos y la catequesis, con los testimonios del catequista del grupo de iniciación a la Biblia, y tres de sus participantes.

En el actual grupo de iniciación de Mateos, están haciendo un recorrido por la Biblia, interrumpido casi cerca de dos años por la pandemia, que tuvieron que adaptar. “Empezamos con una introducción del Antiguo Testamento, después, del Nuevo, y sobre todo, de la palabra y la predicación de Jesús”, subraya. Cuando llegó el covid-19, les pilló en el Reino de Dios, “que dejamos hacia la mitad”, y este año, están hablando de los profetas.

Abrirnos a  Dios

Juan Antonio Mateos, catequista de la Unidad Pastoral Centro Histórico

“El objetivo no solo es la formación y la profundización en la fe, sino que también, el encuentro personal con Jesús, que nos debe llevar a estar y a vivir con él, y sobre todo, intentar abrirnos a Dios”, determina este catequista de adultos. Asimismo, persiguen aunar realidades diferentes, ya que hasta este grupo llegan personas de diferentes parroquias, “que están viviendo su fe, y también puede crear una conciencia social, hacia los más necesitados, porque la metodología que tenemos es muy sencilla, es una pedagogía de la búsqueda”.

¿Y en qué consiste?, a través de un material que elaboran los propios catequistas, “lo que hacemos es que trabajen y se profundice en los textos bíblicos, con una pequeña introducción al tema que se va a tratar, y luego en la reunión se analiza un poquito más en el tema, y se hacen preguntas”, relata Juan Antonio Mateos. Además, se centran en la metodología de la oración y el encuentro personal con Jesús, “a través de la lectio divina”.

Este catequista apunta que muchos adultos piden entrar en estos grupos, “ya que quieren profundizar en su fe y contrastarla con la realidad en la que viven”. La catequesis de adultos puede ser muy amplia, como argumenta Mateos, “desde personas que se acercan a pedir la iniciación cristiana de sus hijos; jóvenes que quieren contraer matrimonio; grupos de matrimonios que siguen un itinerario después del mismo; o como es este caso, los grupos de Biblia”. El objetivo es ofrecer “una catequesis viva y activa“, donde subrayan las tres dimensiones del catequizado: “Cabeza, corazón y voluntad, que deben ser alcanzadas por la fe”.

Las experiencias en el grupo

Mercedes de Vega

Mercedes de Vega lleva tres años en el grupo de iniciación a la Biblia y cree que los cristianos, “deberíamos de profundizar en lo que es nuestra base, la Biblia”, y ella admite que le costaba mucho entrar en ella, “porque si no tienes una explicación y te ayudan a interpretarla, la verdad es que resulta una tarea un poco ardua”.

Por otra parte, asegura que tiene más interés en la lectura de la Biblia, “no es un texto como otro cualquiera, donde se relaten historias o fantasías, sino que explica la historia de la salvación del pueblo elegido por Dios, y esa historia necesita ser explicada, y que nos ayuden a interpretarla”, añade.

Uno de los jóvenes del grupo es Ángel Arias, porque en la iniciación a la Biblia caben personas de todas las edades. En su caso, ya lleva cinco años, “y nos ha ayudado a descubrir el significado de muchos de estos textos, que a veces no entendemos, porque queremos leer la Biblia como si leyéramos un periódico”.

Ángel Arias lleva cinco años formándose en el grupo de iniciación a la Biblia

Este joven asegura que en cada sesión aprenden a desgranar el Evangelio, “y poderlo aplicar en nuestro día a día, a traerlo a nuestra historia”. Otra de las ventajas de formar parte de este grupo, según Arias, es que le permite seguir el camino de formación. “Somos una pequeña comunidad donde también compartimos nuestras alegrías y nuestras vidas, y por eso os animo a que participéis”. Porque como finaliza, “la catequesis no se termina solo en la confirmación, sino que hay que estar formándose siempre para poder avanzar en nuestra vida de cristianos”.

Ana Cabezas también acude a los encuentros del grupo de iniciación a la Biblia, y como sus compañeros, confiesa que es “muy emocionante”, en especial, por conocer de forma más intensa la vida de Jesús, “me siento muy distinta y entiendo mucho mejor lo que es la vida de la Iglesia y la de Jesús, que es emocionante”.

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