ACTUALIDAD DIOCESANA

04/10/2019

La salmantina María Francisca del Niño Jesús, camino de los altares

El pasado 2 de octubre, el Papa Francisco aprobó el decreto de virtudes de la Sierva de Dios María Francisca del Niño Jesús Sánchez Villoria (1905-1991), una monja clarisa profesa del Monasterio del Corpus Christi de Salamanca, donde es muy querida y recordada. En 2001 se inició su proceso de beatificación, ahora con la declaración de ‘venerable’, segundo de los cuatro pasos que se precisan para llegar a la canonización, esta salmantina está más cerca de ser contada entre los santos de Dios.
La noticia de esta declaración, que acaba de ser firmada por el Santo Padre, ha sido acogida con gran alegría por las once hermanas Clarisas del Monasterio del Corpus Christi, que tienen previsto celebrar una eucaristía de acción de gracias, en su iglesia donde se encuentran depositados los restos mortales de esta monja, natural de Fuenteguinaldo, aunque la fecha está por determinar.
La venerable Francisca del Niño Jesús se santificó en el monasterio del “Corpus Christi”, donde ingresó en 1923 y donde se desempeñó como portera, sacristana, maestra de novicias y abadesa.

Entregada a la adoración

Su experiencia de contemplación fue sostenida por el don de velar en oración durante largas horas de la noche, reservando muy pocas horas para dormir. Su caridad se manifestó en un alegre servicio a la comunidad y en un fructífero “apostolado del locutorio”, en el acoger a quienes buscaban consejo y consuelo. En sus 68 años de vida religiosa fue extremadamente fiel en la práctica de la humildad y la pobreza, fuerte en las enfermedades y en las pruebas. Uniendo heroísmo y espontaneidad con su testimonio hizo que la santidad fuera deseable y posible. Los fieles percibieron en ella una mujer admirable, amable y cercana, dedicada a consolar a todos con los dones de profecía, discernimiento, piedad, curación y amor seráfico que Dios los transfundía. Rica en méritos, se durmió en el Señor el 28 de febrero de 1991.
El siguiente paso en el proceso de canonización sería su declaración como ‘beata’, para lo cual es necesario que se haga un milagro y que éste sea reconocido por una comisión. Y un segundo milagro probado para que la Iglesia pudiera canonizarla.

Otros salmantinos camino de los altares

En la actualidad, siguen abiertos otros procesos para la beatificación de varios salmantinos como el del venerable P. Manuel García Nieto sj, la venerable María Amparo del Sagrado Corazón de Jesús (clarisa), la sierva de san José Isabel Méndez Herrero; la dominica Sor Teresa Chikaba, conocida como “La Negrita”, o la sierva de Dios, Madre Ángela María de la Concepción (1649-1690), fundadora de la comunidad de Trinitarias Recoletas de El Toboso.

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