19/01/2019
En las parroquias, en las diócesis, sed un verdadero pulmón de fe y de vida cristiana, aire fresco”. La exhortación del Papa Francisco en la Jornada Mundial de las Cofradías y de la Piedad Popular celebrada en Roma en mayo de 2013 con motivo del Año de la Fe resume bien el objetivo que la Asamblea Diocesana salmantina se planteó al acordar que se dotase a las hermandades y cofradías de un marco normativo “que ayude y oriente en su renovación espiritual y acción pastoral y contribuya a su inserción eclesial”. Tres son los pilares que el Papa proponía a las cofradías en aquel encuentro: “autenticidad evangélica, eclesialidad, ardor misionero”. Los tres se hacen presentes en el proyecto de marco normativo que en estas semanas estudian los Consejos presbiteral y diocesano de pastoral así como las juntas directivas de las Cofradías y Hermandades, en vistas a una ya cercana aprobación del texto definitivo por parte de nuestro obispo. Don Carlos ha insistido en que este proceso, que sucede a un trabajo de redacción encargado a cinco cofrades y a la reflexión por parte del Consejo episcopal y de la Comisión de aplicación de la Asamblea, “es un signo de la comunión diocesana que ha de inspirar el proceso de su elaboración y aplicación, al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia en Salamanca”.
El proyecto parte de un preámbulo (“La cofradía, comunidad cristiana”) que enmarca la posterior interpretación del articulado, dividido en once capítulos, donde hay espacio para regular la fundación de nuevas cofradías, los estatutos y reglamentos, los órganos de gobierno o la administración de los bienes. Un apartado dedicado a las imágenes sagradas y otro a las procesiones y cultos externos contribuyen a orientar estos aspectos tan propios de la piedad popular, “un tesoro que tiene la Iglesia”, volviendo a las palabras de Francisco. Por lo que respecta a la acción pastoral, un capítulo define la Coordinadora Diocesana de Cofradías, cuya finalidad primordial se centra en la conciencia de pertenencia a la Iglesia e identificación con su misión. Esta entidad diocesana incluirá, sin menoscabar su autonomía, a todas las hermandades, ya sean de la capital o de los pueblos, desfilen en Semana Santa o den culto a María u otro misterio de la fe. Las Normas Diocesanas apuestan, en definitiva, por las cofradías, descritas por el Papa como “una realidad tradicional en la Iglesia que ha vivido en los últimos tiempos una renovación y un redescubrimiento”. También en Salamanca es tiempo de caminar con ellas y desde ellas, siguiendo con fidelidad y alegría las huellas de Jesús.