12/06/2024
SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN
Cada 12 de junio, la asamblea de la ciudad es convocada en la Catedral de Salamanca, “para celebrar la fe y también para afirmar nuestra condición de ciudadanos”, como ha señalado el obispo de Salamanca, Mons. José Luis Retana, durante la homilía de la fiesta del patrón de la ciudad y Diócesis de Salamanca, San Juan de Sahagún. Al respecto, recordó que al santo se le atribuyen milagros, pero entre ellos el más importante fue la pacificación de la ciudad: “Lo que más se celebra reside en el hecho de haber sido el pacificador de los bandos que estaban enfrentados”.
De la vida del patrón, el prelado también recuerda que se consagró en cuerpo y alma a la tarea de devolver la paz a los corazones y a las calles de la ciudad. Y puso hincapié en las lecturas de ese día, “que tienen que aportarnos mucho hoy como creyentes y ciudadanos”. Mons. Retana considera que las relaciones de esta sociedad de la que formamos parte, “exigen de nosotros salir desde nuestra fe a la plaza pública para generar fraternidad y amistad, compromiso y perdón en una sociedad tan rota y dividida como la que estamos viviendo”.
Mons. José Luis Retana se refirió también a lo que el papa Francisco denomina en su encíclica Fratelli Tutti: “amor político”, es decir, “avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social”. Al respecto, insiste en que, como dice el santo padre, “la buena política une al amor la esperanza y la confianza en las reservas de bien que hay en el corazón del pueblo, a pesar de todo”.
El obispo reconoce que entristece la costumbre de descalificar rápidamente al adversario, “aplicándole epítetos humillantes, en lugar de enfrentar un diálogo abierto y respetuoso, donde se busque alcanzar una síntesis superadora”. Por otra parte, don José Luis considera que los cristianos, como ciudadanos, “no podemos desentendernos del bien común”, y que estamos llamados, “a vivir nuestro compromiso ciudadano no solo reclamando derechos, sino reconociendo el deber cívico de contribuir cada cual a realizar el bien común, desde su casa, su trabajo y sus diversas relaciones”.
Antes de concluir su homilía, Mons. Retana pidió al Señor, con la intercesión del patrón, San Juan de Sahagún, “que nos convierta en personas cuyo amor nos urja a cambiar todas las situaciones indignas del hombre, por el que Jesucristo ha entregado su vida”.
El obispo presidió la eucaristía concelebrada por los canónigos, sacerdotes diocesanos y religiosos, con la presencia de la corporación municipal y una numerosa asamblea, entre los cuales se encontraban miembros de la Asociación del Traje Charro de Salamanca, quienes participaron en en ofertorio. Junto al altar se colocó una imagen de San Juan de Sahagún, anónima, del siglo XVII. Cabe recordar que la urna de plata con los restos del patrón de la ciudad está ubicada cerca de la sede, en el presbiterio.
Antes de concluir la eucaristía, el coro Francisco Salinas interpretó el himno dedicado a San Juan de Sahagún mientras el obispo, Mons, José Luis Retana, bendecía la urna con sus restos. Al finalizar, y antes de que los fieles abandonaran el templo catedralicio, los dos órganos de la Catedral Nueva sonaron al unísono en una improvisación, ofrecida por los organistas Francisco José Udaondo y Alberto Moñivas.
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