20/04/2020
Pasados los días de Semana Santa y de la Octava de Pascua, los sacerdotes vuelven a tener la posibilidad de celebrar la misa en tiempo de pandemia, preparada especialmente para esta circunstancia por la CONGREGACIÓN DEL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, como se indica en la página 1 del documento adjunto. Es un buen medio para pedir ayuda a Dios en estos momentos difíciles y para vivirlos con espíritu cristiano.
Durante el tiempo pascual, esta misa se puede celebrar en las ferias, no los domingos, tomando las oraciones de las páginas 3 y 4 del texto.
En principio, no es necesario tomar también las lecturas propias de esta misa, sino que es preferible seguir el curso de lecturas del tiempo pascual. No obstante, si se toman, debe elegirse como primera lectura siempre la opción 2, de la carta de san Pablo a los Romanos. Más adelante, cuando volvamos al tiempo ordinario, la primera lectura se podrá tomar también del libro de las Lamentaciones.
La razón es clara: así como el Antiguo Testamento es el tiempo de la promesa y el Nuevo Testamento es el tiempo del cumplimiento (venida del Mesías, encarnación del Hijo de Dios y salvación de los hombres por el misterio pascual de Cristo), el tiempo pascual –en que se celebra la Resurrección de Cristo– debe ser vivido sobre todo como tiempo del cumplimiento y esto se expresa litúrgicamente en la liturgia de la Palabra reservando el Antiguo Testamento para otros momentos y privilegiando aquí el Nuevo.