17/10/2021
Hoy, desde el Evangelio del domingo, me imagino y os invito a imaginaros, a la Iglesia, a toda la comunidad de seguidores de Jesús, y a Jesús con ella, en el camino, a la intemperie, en movimiento. Ahí, Jesús está disponible para escuchar nuestras inquietudes, nuestros anhelos más profundos, lo que nos hace dudar y lo que nos ilusiona para seguir caminando. Sea lo que sea lo que está en nuestro corazón, Jesús escucha lo que tengamos que decir desde la libertad de ser hijos.
Este fin de semana comienza un periodo ilusionante para todos con el Sínodo que abre su fase diocesana. Se trata de un tiempo de escucha mutua y de escucha del Espíritu. Desde la sinceridad y la sencillez, podremos decirnos también qué nos inquieta, qué iglesia queremos para el futuro y cómo vamos a construirla en el presente. Un momento precioso para escucharnos y escuchar a todas y a todos, dando cabida a toda la diversidad que nos caracteriza como seres humanos, hechos a imagen de la rica diversidad de Dios. Con el lema: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión» se nos invita a soñar juntos.
Es importante que en esta línea de salida dejemos atrás prejuicios, suspicacias, recelos, rutinas y cosas ya sabidas, para ser capaces de abrir nuevos caminos, de ir dando los pasos necesarios, por pequeños que a priori nos parezcan, para alumbrar una Iglesia más horizontal, más acogedora con la diferencia, más receptiva a la novedad. Una Iglesia más a imagen de Jesús, que nos lo dejó muy claro en su respuesta a las inquietudes de Juan y Santiago cuando iban de camino: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos».
Esa es la actitud que debe guiarnos estos meses, para ponernos al servicio de la Iglesia universal, para colaborar con el plan de Dios para el mundo.
¡Feliz Domingo!
Belén Santamaría, laica, miembro de CVX Salamanca y de Cáritas diocesana de Salamanca.
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