ACTUALIDAD DIOCESANA

04/11/2022

Una parroquia “viva y comprometida” en Villares de la Reina

Con motivo de la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, nos acercamos a este municipio del alfoz para conocer los diferentes grupos y personas que conforman “una gran familia”

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

A tan solo cinco kilómetros de Salamanca se encuentra Villares de la Reina, en la comarca de La Armuña, donde viven unas 6.000 personas. Su parroquia de referencia es la de San Silvestre, y su sacerdote desde hace tres años es Andrés González Buenadicha.

Mari Carmen y Pablo imparten la catequesis de Primera Comunión los domingos

Cada domingo, en este templo, conocido popularmente como “la Catedral de La Armuña”, se reúnen cientos de personas en torno a la eucaristía, con especial participación de los niños, que previamente tienen catequesis en sus locales parroquiales.

En la formación en la fe de los más pequeños tienen un papel esencial los catequistas. Una de ellas María del Carmen Galante, de 55 años, que lleva el grupo que tomará la primera comunión. “Me siento muy feliz con esta labor, los niños me dan mucha fuerza, y para mí, ellos son como semillitas que podemos ir dejando, y a ver si en el futuro, se convierten en árboles fuertes”.

Compartir la fe con los más pequeños

De su tarea, ella considera que al final, “estás enseñando algo que tú has vivido durante toda tu vida”. Esta catequista admite que los pequeños le dan fuerza para seguir cada día, “porque realmente si no decimos que creemos en Dios, y no hacemos nada, somos como verdaderas estatuas que estamos por ahí”.

Para María del Carmen, los niños son el mejor ejemplo de generosidad y de amor, “y eso es lo que te llena para seguir con ellos”. Su catequesis se imparte los domingos, de once a doce de la mañana, previa a la eucaristía. En muchas ocasiones, se apoyan en vídeos o dinámicas en las que participan los pequeños. Tampoco faltan los murales o los juegos con los que van emprendiendo el camino de la fe iniciada en su bautismo.

Pablo colabora en diferentes grupos parroquiales y además participa activamente en la pastoral juvenil diocesana

Pablo Sánchez es otro de los catequistas, y que pertenece también a otros grupos de la parroquia como el coro o Fe y Luz, además de la Pastoral Juvenil en la Diócesis de Salamanca. Para él, formar parte de la Iglesia le transmite “energía”, que está en una Iglesia “viva”, por lo que anima a otros jóvenes a involucrarse como él hace en Villares de la Reina.

Manuela Villoria también es catequista en esta parroquia de San Silvestre, y como sus compañeros, se muestra satisfecha y feliz con esta labor, “y por todo lo que me aportan los niños, me siento como en casa y en familia”.

El papel del coro y sus canciones

Marta dirige desde hace 16 años el coro de la parroquia de San Silvestre, en Villares de la Reina

Desde hace 16 años, Marta Rodríguez forma parte del coro de Villares de la Reina que canta en las celebraciones de la parroquia. En la actualidad es la coordinadora y reconoce que todos disfrutan mucho de su tarea, “porque creemos que es una manera de que Dios llegue más cerca a nuestro corazón”. Cada viernes tiene el ensayo, y asegura que es “una gozada”, “disfrutamos un montón cantando y tocando, aunque a veces no nos sale todo lo bien que quisiéramos, pero ese don la música es el que Dios nos ha regalado y lo ponemos a disposición de todas las personas en cada una de las celebraciones”.

El coro de la parroquia está formado por 12 personas, desde los 12 a los 60 años, con varias guitarras. “Las personas que participan en el coro disfrutan un montón de este regalo que nos ha dado Dios, y yo creo que es algo que les satisface, y sobre todo, saber que cantando se reza dos veces”, subraya. Además, tiene claro que con las canciones, “son una manera de enseñarles a Jesús, tanto a los adultos como a los niños”.

Ayuda a las familias sin recursos

María Jesús colabora en el grupo parroquial de acción social

Una de las responsables del grupo de acción social de la parroquia es María Jesús Martín, quien detalle su labor. “Nos encargamos de repartir alimentos que traemos del Banco de Alimentos en parte, y otros que compramos nosotros”, detalla.

En la actualidad, ayudan a 26 familias, que suponen en torno 60 o 70 personas en total, “con unas necesidades graves”. Este grupo de acción social lleva muchos años funcionando en la parroquia, “yo entré en sobre el 2008 de 2009”.

En cuanto a su funcionamiento, reparten alimentos una vez al mes, “en este momento estamos con una gran escasez, porque del Banco de Alimentos atiende a muchísimas familias, pero a lo que no se llega lo pone la parroquia”. Al respecto, María Jesús Martín admite que toda ayuda que surja será bien recibida de gente que quiera donar alimentos para estas familias. Para ella, esta labor es recibir más de lo que da, “como en cualquier otra obra social, al final ganas mucho más y te encuentras más feliz“.

Acompañamiento de las comunidades

El párroco de Villares, Andrés González, quien también acompaña a doce comunidades más de La Armuña junto al sacerdote, Leo Ramos, reconoce que gran parte de su tarea es “acompañar a cada uno de los miembros de la comunidad e iniciarles en la fe cristiana”.

El párroco, Andrés González, agradece la implicación de todos los feligreses en la vida de la comunidad parroquial

Entre otros gestos, “ofreciendo el pan de la eucaristía, el de la palabra y también, el perdón y la ternura que vienen de parte de Dios”. Y con motivo de la celebración del Día de la Iglesia Diocesana, este presbítero aprovecha para dar las gracias. En primer lugar al obispo, Mons. José Luis Retana, “que nos pastorea en la caridad”, y también a todo el presbiterio, “que junto con él acompañamos a todo el pueblo que peregrina en la Diócesis de Salamanca”.

Y en especial, Andrés González da las gracias “a todos los que hacen posible que el evangelio llegue a cada hogar, a cada casa, porque los sacerdotes, sin la colaboración extraordinaria, gratuita y generosa de los laicos, y también de la vida religiosa y consagrada, no llegamos a casi ninguna parte”.

Vivir la eucaristía en familia

Beatriz González junto a sus cuatro hijos.

Beatriz González participa en la eucaristía de cada domingo junto a toda su familia, formada por cuatro hijos: Sara, Lucía, Javier y Daniel. Ella se siente parte de la comunidad, “mis hijas van a catequesis, y también formamos parte del grupo Fe y Luz”. Para ella, acudir a la eucaristía, “es muy importante porque nos aporta paz y serenidad, es un rato que podemos compartir en familia y con amigos”.

Otro de los grupos de la parroquia de Villares es el de Fe y Luz El Viso, al que pertenece Carmen Loly Fernández desde hace 27 años.

Carmen Loly pertenece a la comunidad cristiana de Fe y Luz del Viso. El centro de estas comunidades son las personas con discapacidad mental

“Cuando surgió la posibilidad de hacer un grupo de Fe y Luz en la parroquia no dudé un segundo en pertenecer a el”. ¿Y qué le aporta? Ella misma se pregunta y responde: “Yo creo que ahora mismo mi vida sin Fe y Luz no sería la misma, el hecho de acercarnos a los más pequeños, a los más vulnerables, a las personas con discapacidad, creer dentro de la Iglesia toda persona es querida por Dios, independientemente de sus características y de sus peculiaridades, y es lo que nos impulsa vivir la fe desde lo más sencillo”.

Ella considera que todos “somos personas vulnerables, y que todos tenemos nuestras propias discapacidades, y que lo mismo que unas personas tienen unos rasgos específicos y característicos, los que no los tenemos o no se nos ve tan fácilmente, también los tenemos”.

Consejos de pastoral y económico

Eloy Hernández pertenece al consejo pastoral de la parroquia de Villares de la Reina

Otros órganos destacados de una parroquia son los consejos, como el de pastoral, al que pertenece Eloy Hernández, “yo me siento Iglesia evidentemente, y me siento muy partícipe de las enseñanzas de Jesús y creo que es mi obligación y mi deber transmitirlas”. En su caso, se siente halagado de estar presente en el grupo de pastoral, “lo que hacemos es aconsejar y dar un apoyo en las decisiones que se tienen que tomar en la parroquia”. Al respecto, cree que es fundamental que las decisiones no sean tomadas exclusivamente por el párroco sino del grupo que pertenece al pueblo.

Al consejo económico pertenece Marta Malillos, quien aclara que en esta parroquia lo integran tres personas, “que intentamos mantener, controlar y gestionar todo el tema de gastos y de aportaciones, que al final es una parte muy importante”.

 

 

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