ACTUALIDAD DIOCESANA

03/03/2019

Una vida de misión en Paraguay

José María Velasco comparte su testimonio como sacerdote misionero en Capiatá en el marco de la Jornada de Hispanoamérica

José María Velasco, de 81 años, lleva más de media vida, 55 años, como sacerdote en Paraguay, en la actualidad, en la parroquia de la Candelaria de Capiatá, a 20 kilómetros de Asunción. Su testimonio es reflejo de las misiones que se realizan lejos de España y que protagonizan la Jornada de Hispanoamérica, en esta ocasión bajo el lema ‘Comprometidos con la vida de los pueblos’. En la actualidad, tres sacerdotes salmantinos están en la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), dos en Paraguay y uno en Perú. Cuando Velasco llegó a Paraguay, la situación social no era fácil: “La dictadura absoluta, la persecución para quien pensara y hablara sobre la libertad y derechos del pueblo”, apunta.

Este sacerdote salmantino confirma que una Iglesia fuerte “acompañó el despertar del pueblo y fue punto clave de la caída de la dictadura con la visita del Papa”, porque como también señala, “hubo expulsión de sacerdotes que trabajaron con las ligas agrarias”. Otra etapa clave que ha vivido allí ha sido la transición a la democracia, pero que como lamenta, “duró poco, y comenzó la lucha por el poder”, y eso ocasionó una salida de sacerdotes y una “huida de gente de la Iglesia”.

En cuanto a los retos actuales que José María Velasco tiene, está el de recuperar la identidad en medio de un ambiente corrupto que es difícil de superar, así como luchar por conseguir “el respeto a la dignidad de la persona, totalmente desvalorizada por el sistema”. Sobre los más jóvenes considera que no tienen un compromiso real, “y la Iglesia tiene cierta culpa, muchos movimientos, rezos, encuentros, pascuas jóvenes, pero sin la vida real de la historia”.

Su labor en Paraguay la describe en dos sencillas palabras: “Servicio y trabajo”, y asegura que no es fácil transmitir un mensaje a la población salmantina porque son realidades muy diferentes a la del país en el que realiza la misión, pero tiene claro que sea donde sea, “con la pasividad y el conformismo, no hacemos nada”. Por último, es sincero a la hora de valorar lo que le ha aportado la experiencia en Paraguay en su vida cristiana y social: “Todo me ayudó a dejar el infantilismo religioso que me había fabricado y me introdujo en la lucha de un cristiano que busca el Reino de Dios”.

La Obra para la Coope­ra­ción Sa­cer­do­tal His­pa­noa­me­ri­ca­na (OCS­HA) cumple el próximo 4 de junio de 1949 su 70º aniversario. Una institución que fue concebida con el objetivo de paliar la escasez de sacerdotes de las diócesis de Latinoamérica, con sacerdotes diocesanos voluntarios de España que se trasladaban temporalmente allí para colaborar con el clero latinoamericano.

A lo largo de estos setenta años, más de 2.300 sacerdotes diocesanos han sido enviados a través de la OCHSA al continente americano, donde en la actualidad permanecen unos 237, algunos de ellos de las primeras remesas, como es el caso de los salmantinos Leoncio Redero y José María Velasco, que continúan en Paraguay. Y más reciente el del sacerdote Alejandro Carabias, en Perú. En esta jornada de Hispanoamérica recordamos su labor e invitamos a colaborar con nuestra oración y ayuda económica.

¿Te gustó este artículo? Compártelo
VOLVER
Actualidad Diocesana

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies