ACTUALIDAD DIOCESANA

25/10/2023

“Yo viví 403 días en un albergue esperando una paga”

María comparte su testimonio en la campaña de Personas sin Hogar 2023 de Cáritas diocesana de Salamanca, porque sabe lo que se siente al perder todo y verse sin un hogar

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN

A María, la pandemia le rompió todos sus sueños, que era montar una tienda y pasar en ella sus últimos años antes de la jubilación. Ella hizo la inversión necesaria y antes de abrir se decretó el estado de alarma y durante semanas, la población se quedó en casa. Por esa situación, María se vio en la calle, perdiendo todo lo que tenía.

Su testimonio puede ser el de miles de personas que pierden el hogar por distintas circunstancias económicas o personales. Este año, la campaña de Cáritas diocesana de Salamanca, “Personas sin hogar 2023” hace especial énfasis a la vulnerabilidad de las mujeres que viven esta situación. Ella puede contarlo establecida en una habitación de alquiler en Salamanca, tras abandonar la ciudad donde residía antes.

María pone voz, pero no se atreve a mostrar su rostro, “quiero encontrar trabajo y si conocen mi historia quizás no me cojan”, reconoce asustada. Pero comparte lo vivido y sentido durante estos últimos tres años, desde que aquella pandemia le llevó a otros caminos que jamás hubiese imaginado.

Ayuda de Cáritas diocesana de Salamanca

En Salamanca lleva cuatro meses, y desde el primer momento pidió ayuda a Cáritas, que la derivaron a los recursos de personas sin hogar, Espacio Abierto y el centro de acogida Padre Damián. Aunque finalmente, su perfil encajaba más con buscar una habitación donde poder vivir.

Su momento más duro fue en mayo de 2022, cuando dejó la casa de unos amigos, donde fue acogida, y tuvo que ir a un albergue de personas sin hogar para no verse en plena calle, “donde pasé 403 días“. Allí vivió una situación muy dura, según relata María, “porque te ves en la situación de dejarte pegar”. A ella la cogieron las gafas y se las rompieron en dos, “y es algo que me ha marcado”.

Ya en Salamanca ha empezado a ver la luz, y sueña con conseguir un trabajo que la de mayor independencia. En Espacio Abierto, donde cuatro días a la semana va a comer, “estoy a gusto porque te escuchan y son simpáticos”. Pero su deseo es encontrar al menos un trabajo a media jornada, “porque quiero vivir por mí misma y no depender de las ayudas”. María agradece la labor de Cáritas y lanza también la idea de que la sociedad no puede mirar para otro lado, porque no son invisibles.

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