08/03/2018
“Apóstoles para los jóvenes”, es el lema este año del Día del Seminario que vamos a celebrar el domingo 18 de marzo. Una jornada para orar por el Seminario diocesano San Carlos Borromeo y las vocaciones al sacerdocio, especialmente por Alfonso Hernández y Ciriaco García, nuestros seminaristas y también por el diácono Antonio Carreras quien continúa su formación para el Sacramento del Orden.
Con motivo del Día del Seminario los seminaristas compartirán su testimonio vocacional en la eucaristía dominical con las comunidades parroquiales de Carbajosa de la Sagrada y la Sagrada Familia (Barrio del Zurguén de Salamanca). Ciriaco, a las 12.00 del mediodía en la parroquia de Carbajosa y Alfonso, a las 12.00 y 13.00 horas en la iglesia del Zurguén.
El lunes 19 de marzo se celebrará la Fiesta de San José, patrono de los Seminarios, en la Casa de la Iglesia donde los sacerdotes compartirán una jornada de convivencia con los seminaristas. Una comida fraternal dará inicio a la jornada , y a las 16.00 de la tarde se establecerá un diálogo pastoral vocacional en el contexto del Sínodo de los Jóvenes.
Posteriormente se celebrará la Eucaristía con el rito de admisión a las Órdenes Sagradas de Alfonso Hernández y Ciriaco García, a las 17.30 de la tarde en la capilla mayor. Concluyendo la jornada con un videoforum en torno a la película Footprints.
La campaña de este año para el Día del Seminario que celebramos en torno a la solemnidad de San José, patrono de los Seminarios y las vocaciones al sacerdocio, fija su mirada en el Sínodo de los Obispos que se celebrará el próximo octubre en Roma con el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, con el fin de acompañar a las nuevas generaciones para que acojan la llamada que Dios les hace en una vocación concreta.
La Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades ha desarrollado una serie de subsidios bajo el lema “Apóstoles para los jóvenes”, con reflexiones, catequesis para niños, adolescentes, jóvenes y adultos, así como los carteles en diferentes idiomas y estampas de oración, que están disponibles en la web del Episcopado Español (www.conferenciaepiscopal.es).
“Apóstoles para los jóvenes”, es el lema para la celebración del Día del Seminario de este 2018, evento que ocurre cada 19 de marzo en la festividad de San José, o en un fecha cercana para las comunidades autónomas que no tienen este día como festivo, como es nuestro caso que se celebrará el 18 de marzo, V Domingo de Cuaresma.
El Día del Seminario se celebra en España desde 1935 invitando a una mayor conciencia sobre la vocación y reflexionando cada año sobre un tema específico. En esta ocasión se ha tomado el modelo del seguimiento a Jesús de los Apóstoles y se nos invita “a reflexionar sobre nuestro ser “apóstoles”, enviados, en nombre de Jesús, para acompañar especialmente a los jóvenes en el discernimiento de su propia vocación. Aún en medio de la debilidad de nuestras comunidades cristianas seguro que hay jóvenes que muestran alguna inquietud o interés por Jesús. ¡Hagámosle saber que Jesús le dirige su mirada amorosa y les invita a ir detrás de Él!”, exhorta José Ángel Ávila, rector del Seminario diocesano de Salamanca.
Los jóvenes tienen en los Apóstoles un testimonio del encuentro y seguimiento a Jesús. Jesús eligió a doce hombres y les invitó a seguirle. Los eligió a ellos y no a otros, y les quiso de una manera especial, con predilección. Los llamó para que estuvieran con Él y para enviarles a anunciar la buena nueva del reino de Dios. Les formó durante varios años, les acogió en su compañía, les abrió el corazón y les fue enseñando todo. Esa misma historia se repite en cada joven que entra al Seminario. Allí inician un itinerario de formación que les conduce al ministerio sacerdotal. Un proceso que realizan viviendo en comunidad su fe. Una fe vivida y hecha fraternidad para servir mejor el día de mañana a las comunidades donde se les envíe.
Para ser iconos de Cristo, el Buen Pastor, los seminaristas se preparan con esmero para que puedan cumplir la misión de llevar el Evangelio a todos los hombres en la situación eclesial y sociocultural que a cada uno de ellos le toque vivir al terminar su etapa en el seminario.
La formación en el Seminario se concreta en estos cuatro aspectos: formación humana, espiritual, intelectual y pastoral, como señala el Papa Juan Pablo II en su exhortación Pastores dabo vobis. En dicha exhortación afirma que “El sacerdocio es un don que se nos da, pero que tenemos la obligación de cuidar y acompañar desde el primer momento en el que surge la semilla de la vocación, en especial de las vocaciones al sacerdocio”.
Al Seminario llegan aquellos que están en búsqueda y presentan signos de llamada. La nueva Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis publicada por la Congregación para el Clero recuerda que los responsables de acompañar este proceso no son solo el obispo y los formadores, lo son también la familia, las parroquias y, sobre todo, es responsable de su propia formación el seminarista. Cada uno, desde el lugar que le corresponde, ora y trabaja, por aquellos que son llamados por el Señor.
El Día del Seminario es también ocasión para dar gracias a Dios por quienes tienen la gran labor de acompañar a los jóvenes en su discernimiento vocacional.
Así señala la Comisión de Seminarios en uno de los subsidios preparatorios: “En este Día del Seminario demos gracias a Dios por todas aquellas personas que ha puesto para que nos acompañen en nuestro camino. Seguro que entre ellas hay algún sacerdote. Ofrezcamos nuestra oración por los sacerdotes, agradeciendo el don de su ministerio. Pidamos también por las vocaciones sacerdotales, haciendo nuestras las últimas palabras que Jesús dijo a sus discípulos: ‘Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos’ (Mt 28, 19-20)”.
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