ACTUALIDAD DIOCESANA

09/04/2024

“La oración cristiana es convertir la paternidad de Dios en una relación de comunicación de vida donde nos llena por dentro”

El decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca impartirá una ponencia en la primera Jornada diocesana de Oración, que se celebra este domingo, 14 de abril, a partir de las 17:30 horas

 

SERVICIO DIOCESANO DE COMUNICACIÓN 

La Diócesis de Salamanca se une al Año de la Oración convocado por el papa Francisco con una jornada dedicada a este tema, y que tendrá lugar este domingo, 14 de abril, de 17:30 a 20:30 horas, en la Casa de la Iglesia. La tarde comenzará con una ponencia del decano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, Francisco García, titulada: “Total, ¿para qué rezar?”, quién ha adelantado en qué consistirá en el programa de actualidad de la diócesis de COPE, Iglesia Noticia.

Como se recoge en el título de su ponencia,  ¿para qué rezar?

La cuestión es esa, es que nos lo preguntamos, y nuestra sociedad, que es muy funcional, se nos ha olvidado pararnos a contemplar para disfrutar de la misma vida por el hecho de ser, y por las relaciones que tiene. Al final todo lo medimos por si sirve inmediatamente para algo, y la oración va más allá. La oración es la que nos da la perfección de que estamos envueltos en un misterio de donación, en un misterio que nos envuelve, que nos sostiene, que nos llama, que nos espera, y esto es lo que hace que podamos resistir las dificultades de la vida, pero también que podamos vivir con una cierta alegría de no sabernos solos frente a todo.

Por lo general,  ¿se reza o se ha dejado a un segundo plano esa oración?

Somos en general, como los niños, que tienen a sus padres, los ven continuamente ahí, pero hacen su vida y de los padres se acuerdan, bueno, pues en las cosas normales, no es que no los quieran, pero no se acuerdan de tener un diálogo con ellos, y de adolescencia igual, ¿no?

Y algo así sucede también con la oración. Es decir, muchos creyentes tienen la conciencia de que Dios está, no se puede decir que no tengan fe, pero hacen su vida como si eso no existiera, presuponiendo que está ahí el Señor, y que nos acompaña, pero las relaciones fuertes no se pueden dejar en el nivel de la infancia. Es necesario llevarlas a un nivel de adulto, que supone una relación, una comunión, un disfrutar del uno del otro, y esa es la propuesta de la oración cristiana, convertir la paternidad de Dios, que siempre está presente, incluso si no nos damos cuenta, en una relación de comunicación de vida donde nos llena por dentro, nos hace más, nos hace crecer, nos da un horizonte más grande.

¿Qué se entiende por la oración? ¿qué es orar?

Fundamentalmente, pararse para percibir que hay una presencia de Dios que nos envuelve y después que nos invita, a través de la vida de Jesús, a un camino de vida en el que nos encontremos a nosotros mismos en nuestra profundidad más honda. Después, las formas de hacerlo son múltiples, pero la cuestión es pararse a mirar con hondura la vida, para percibir la con fe sostenida y encontrar una llamada a través de la vida de Jesús, y para llegar a una plenitud que nosotros por nosotros mismos no podemos darnos.

Hay distintas formas de hacer esa oración, ¿puede poner algún ejemplo?

Por ejemplo, una que es muy inmediata es el rosario, en el que se pone en la mente un misterio de Cristo, y concentra la mente ahí, y pides con las Aves Marías, pides a María que te acompañe a comprender, lo mismo que ella miraba y guardaba las cosas en su corazón. Es una oración muy cotidiana en el catolicismo, pero otras son simplemente de recogerse durante 20 minutos, media hora, 40 minutos, en silencio, intentando bajar a lo más profundo del corazón, y repitiendo una oración, por ejemplo, Señor y Dios mío, para poner la vida en sus manos.

Otra que es fundamental, es la lectio divina, que es coger un texto de la Escritura, especialmente de los evangelios, leerlo, estudiarlo un poco, entrar en un diálogo con él, y luego, a través de las emociones, de las ideas o de los sentimientos que provoque, entrar en un diálogo con Dios o en una contemplación de lo que es Dios. Esas, por ejemplo, serían tres formas muy básicas de oración.

El papa Francisco habla de este Año de la Oración, y nos invita a orar y a reflexionar sobre ello…

Sí, porque hay veces que las cosas más básicas las damos tan por supuestas que a veces las descuidamos, o no las tratamos como deberían ser, por lo básicas que son y por lo fundamentales que son. Entonces, que el papa llame a decir, cuidado, que todo lo que hacemos, lo hacemos sobre una relación en la que estamos sostenidos, sobre una relación que nos dirige, que nos enseña, que nos acompaña…

Entonces, el que nos haga pensar que el centro de la vida cristiana y de toda vida no está en nosotros, sino que está en el don de la presencia de Dios y en el futuro que Él nos da, eso es fundamental. Sin eso, al final, damos vueltas a un yo que no es nada.

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